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El año en síntesis

** Estas consideraciones se refieren a las actividades del BCE en 2019 y se elaboraron antes de la propagación de la pandemia mundial de coronavirus (COVID-19). La situación económica y las medidas adoptadas por el BCE han cambiado sustancialmente desde entonces. El BCE hará todo lo que sea necesario en el marco de su mandato para ayudar a la zona del euro a superar esta crisis. **

En 2019 celebramos el vigésimo aniversario de la introducción del euro, y el respaldo a la moneda única entre los ciudadanos de la zona del euro alcanzó un máximo histórico del 76 %, según el Eurobarómetro de noviembre.

El crecimiento económico de la zona del euro siguió moderándose en 2019 y se situó en el 1,2 %, frente al 1,9 % del año anterior. La prolongación de la expansión se vio respaldada por unas condiciones de financiación favorables, por mejoras adicionales del empleo y por la orientación ligeramente expansiva de la política fiscal, aunque la incertidumbre sobre el comercio mundial afectó, en particular, a las manufacturas y a la inversión.

Los mercados de trabajo de la zona del euro continuaron mejorando en 2019. La tasa de paro siguió reduciéndose hasta situarse en el 7,6 %, y el crecimiento de los salarios se mantuvo vigoroso, en torno a su media de largo plazo.

La inflación general de la zona del euro descendió en 2019 y se situó en promedio en el 1,2 %, frente al 1,8 % registrado en 2018. Este descenso reflejó las menores contribuciones de sus dos componentes más volátiles: la energía y los alimentos. Excluidos ambos componentes, la inflación fue del 1 % en promedio en 2019, el mismo nivel que en los dos años anteriores.

En este contexto, en 2019 el Consejo de Gobierno del BCE adoptó nuevas medidas para aumentar el grado de acomodación monetaria en tres rondas sucesivas. Estas medidas incluyeron una nueva serie de operaciones de financiación a plazo más largo con objetivo específico, la continuación de nuestras indicaciones sobre la orientación futura de la política monetaria, una reducción del tipo de interés aplicable a la facilidad de depósito y la reanudación de nuestro programa de compra de activos. A finales de 2019 se observaron las primeras señales de estabilización de la dinámica de crecimiento y un leve incremento de la inflación subyacente.

En la evaluación de nuestra política monetaria, el Consejo de Gobierno toma en consideración el impacto de cualquier posible efecto indirecto que de ella se derive. En este contexto, se introdujo un sistema de dos tramos para la remuneración de las reservas, según el cual la remuneración negativa del tipo de la facilidad de depósito no se aplica a una parte del exceso de liquidez de las entidades de crédito, a fin de salvaguardar el canal de transmisión bancario de la política monetaria.

La rentabilidad estructuralmente baja sigue siendo un problema para las entidades de crédito de la zona del euro, si bien el sector está adecuadamente capitalizado, con una ratio de capital de nivel 1 ordinario (CET1) del 14,2 %. En 2019, la elevada asunción de riesgos en los mercados financieros e inmobiliarios continuó incrementando las vulnerabilidades de los precios de los activos, al tiempo que siguieron acumulándose riesgos en el cada vez mayor sector financiero no bancario. Los países de la zona del euro, previa consulta con el BCE, implementaron una serie de medidas macroprudenciales para mitigar y reforzar la capacidad de resistencia frente a los riesgos sistémicos.

El Eurosistema siguió trabajando para asegurar el buen funcionamiento de los sistemas de pago. A estos efectos, se realizaron preparativos para sustituir TARGET2 por un sistema de liquidación bruta en tiempo real nuevo y moderno, y para adoptar una nueva estrategia de pagos minoristas. Esta estrategia promueve el desarrollo por parte del mercado de una solución paneuropea para los pagos en el punto de interacción, que complemente la exitosa Zona Única de Pagos en Euros.

El 2 de octubre comenzó a publicarse un nuevo tipo de referencia a un día, el €STR (tipo de interés a corto plazo del euro), con el objetivo de sustituir al actual tipo de referencia, el eonia, en enero de 2022. La publicación diaria del €STR ha resultado satisfactoria y la metodología ha demostrado ser fiable.

El BCE continúa estudiando detalladamente el impacto del cambio climático sobre las perspectivas para la estabilidad de precios y el sistema financiero. Para ello se ha centrado en conocer la intensidad en carbono de las carteras crediticias y en desarrollar un marco analítico para llevar a cabo una prueba de resistencia piloto centrada en el riesgo climático para el sector bancario de la zona del euro. El BCE contribuye a los esfuerzos para combatir el cambio climático mediante sus decisiones de inversión y sus actividades medioambientales. Entre 2008 y 2018 redujimos las emisiones de carbono y el consumo energético por puesto de trabajo en un 74 % y un 54 %, respectivamente.

En 2019 se redobló el énfasis en comunicarnos con un público más amplio que los mercados y los expertos financieros, y en escuchar con mayor atención las preocupaciones de los ciudadanos. Las iniciativas en este contexto fueron el concurso #EUROat20, la nueva serie de vídeos «El BCE explica» y un podcast mensual.

Fráncfort del Meno, mayo de 2020

Christine Lagarde

Presidenta

El año en cifras

1 La actividad económica de la zona del euro se moderó, en un contexto de presiones inflacionistas contenidas

Tras alcanzar un máximo a mediados de 2018, la economía mundial se ralentizó considerablemente en 2019, en un entorno de aumento acusado de la incertidumbre relacionada con el comercio. La desaceleración fue generalizada y sincronizada entre países. En este contexto, la expansión económica de la zona del euro siguió moderándose y registró una tasa de crecimiento del 1,2 %, frente al 1,9 % del año anterior. El principal factor determinante de la moderación observada en 2019 fue la mayor debilidad del comercio internacional, en un contexto de incertidumbre prolongada a escala mundial. Al mismo tiempo, la pérdida de dinamismo se vio amortiguada por unas condiciones de financiación favorables, por mejoras adicionales del empleo y por subidas de los salarios, así como por la orientación ligeramente expansiva de la política fiscal en la zona del euro y por la expansión sostenida —aunque algo más lenta— de la actividad global. Los mercados de trabajo de la zona del euro siguieron mejorando, mientras que el avance de la productividad se ralentizó de manera sustancial. Las presiones inflacionistas continuaron siendo, en general, contenidas. La inflación general descendió hasta situarse en el 1,2 %, debido a la menor tasa de variación de los precios de la energía y los alimentos, al tiempo que la inflación subyacente se mantuvo en niveles reducidos. Las favorables condiciones de financiación siguieron sustentando el crecimiento monetario y del crédito. Los rendimientos de la deuda pública de la zona del euro disminuyeron de forma significativa, mientras que los precios de las acciones de la zona se incrementaron, fundamentalmente como resultado de la caída de los tipos de descuento. La riqueza de los hogares se vio respaldada por el aumento de las valoraciones de los activos reales y financieros.

1.1 La economía mundial se desaceleró considerablemente

La economía mundial registró una desaceleración considerable en 2019, que fue generalizada y sincronizada entre países

Durante 2019, el crecimiento económico global se redujo de forma acusada. Tras alcanzar un máximo a mediados de 2018, la economía mundial se desaceleró considerablemente y registró una tasa de avance muy inferior a su media histórica, la más baja desde la crisis financiera internacional (véase gráfico 1). La desaceleración global fue generalizada y sincronizada entre países. En las grandes economías avanzadas, como Estados Unidos, Reino Unido y Japón, este retroceso reflejó una caída desde tasas de crecimiento superiores a la media. En China, el crecimiento descendió hasta el nivel más bajo observado desde 1990 y se situó en torno a las estimaciones actuales de su tasa potencial. En otras grandes economías emergentes, el crecimiento mostró, en general, falta de dinamismo, en parte debido a la lenta recuperación de las recesiones que han experimentado recientemente.

Gráfico 1

Crecimiento del PIB mundial

(tasas de variación interanual; datos trimestrales)

Fuentes: Haver Analytics, fuentes nacionales y cálculos del BCE.
Notas: Los agregados regionales se calculan utilizando el PIB ajustado por ponderaciones de la paridad del poder adquisitivo. Las líneas continuas muestran datos hasta el cuarto trimestre de 2019. Las líneas discontinuas indican las medias de largo plazo (primer trimestre de 1999-cuarto trimestre de 2019). Las últimas observaciones corresponden al 10 de marzo de 2020.

La ralentización económica mundial estuvo motivada por la caída de la producción de las manufacturas y por un crecimiento sustancialmente más débil del comercio y de la inversión. En cambio, la moderación del avance de la producción de los servicios fue menor, ya que se vio favorecido por la expansión relativamente sólida del consumo y por la mejora continuada de los mercados de trabajo.

El crecimiento del comercio y de la inversión se debilitó considerablemente en 2019, debido al acusado aumento de la incertidumbre relacionada con el comercio

La incertidumbre relacionada con el comercio aumentó de forma acusada y continuó siendo considerable, lo que debilitó la economía mundial. Las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China se intensificaron, como señalan distintos indicadores[1], y ambos países incrementaron los aranceles a sus intercambios comerciales bilaterales. A finales de 2019, la mayor parte de estos intercambios estaban sujetos a aranceles más elevados. La incertidumbre en torno al comercio disminuyó ligeramente cuando en diciembre se anunció que se había alcanzado la primera fase de un acuerdo comercial entre ambos países, como resultado de las negociaciones adicionales mantenidas desde mediados de octubre. El acuerdo se firmó el 15 de enero de 2020. En un contexto de fuertes tensiones comerciales, la subida arancelaria provocó una caída pronunciada del comercio, mientras que la mayor incertidumbre y el deterioro del clima económico frenaron la inversión en 2019 (véase gráfico 2).

Gráfico 2

Crecimiento del comercio mundial

(tasas de variación interanual; datos trimestrales)

Fuentes: Haver Analytics, fuentes nacionales y cálculos del BCE.
Notas: El crecimiento del comercio mundial se define como el crecimiento de las importaciones mundiales, incluida la zona del euro. Las líneas continuas muestran datos hasta el cuarto trimestre de 2019. Las líneas discontinuas indican las medias de largo plazo (cuarto trimestre de 1999-cuarto trimestre de 2019). Las últimas observaciones corresponden al 10 de marzo de 2020.

La inflación general disminuyó, pero la inflación subyacente se mantuvo prácticamente estable

La inflación mundial se mantuvo contenida en 2019, reflejo del débil ritmo de crecimiento global (véase gráfico 3). En los países de la OCDE, la inflación interanual medida por los precios de consumo retrocedió hasta el 2,1 % en diciembre de 2019, desde alrededor del 3 % registrado en la segunda mitad de 2018, debido a la caída de los precios de la energía y a la desaceleración de la tasa de variación de los precios de los alimentos. Sin embargo, la inflación subyacente (excluidos la energía y los alimentos) se mantuvo relativamente estable durante el año, en torno al 2 %.

Gráfico 3

Tasas de inflación en la OCDE

(tasas de variación interanual; datos mensuales)

Fuente: Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Nota: Las últimas observaciones corresponden a diciembre de 2019.

Los precios del petróleo fluctuaron, impulsados por la evolución de la oferta y por las expectativas de demanda mundial

Los precios del petróleo fluctuaron durante 2019, reflejo de la evolución de la oferta en la primera mitad del año y de las expectativas de demanda mundial en la segunda. El precio del crudo osciló entre 53 y 74 dólares estadounidenses por barril en 2019. En el primer semestre, los recortes mayores de lo esperado de la producción del grupo de importantes productores de petróleo que integran la OPEP+, así como las tensiones geopolíticas, impulsaron una tendencia al alza de los precios del crudo. En la segunda mitad del año, los precios registraron un descenso, en un contexto de preocupación por las tensiones comerciales y su posible efecto en la economía mundial. Los efectos de la interrupción de la producción en Arabia Saudí tras el ataque con drones del 14 de septiembre fueron transitorios, ya que el elevado volumen de existencias y el rápido restablecimiento de la capacidad productiva contribuyeron a amortiguar el impacto de la perturbación.

El euro se depreció frente a las monedas de los socios comerciales de la zona del euro

El euro se depreció un 1,6 % en términos efectivos nominales durante 2019 (véase gráfico 4). Bilateralmente, esta evolución se debió a la pérdida de valor de la moneda única frente al dólar estadounidense y al yen japonés. El tipo de cambio del euro frente a la libra esterlina también descendió, aunque mostró una volatilidad significativa a lo largo del año, principalmente como resultado de cambios relacionados con el Brexit.

Gráfico 4

Tipo de cambio del euro

(datos diarios; 1 de enero de 2015 = 100)

Fuentes: Bloomberg, Hamburg Institute of International Economics (HWWI), BCE y cálculos del BCE.
Notas: Tipo de cambio efectivo nominal frente a 38 importantes socios comerciales. Las últimas observaciones corresponden al 31 de diciembre de 2019.

Los riesgos para las perspectivas de crecimiento mundial se orientaron a la baja

A finales de 2019, las perspectivas de crecimiento global señalaron una moderación de la expansión, en consonancia con la maduración del ciclo económico en las economías avanzadas y con la transición gradual de China hacia una senda de menor crecimiento, mientras que la recuperación de otras economías emergentes continuó siendo frágil. Estas perspectivas eran inciertas y, en general, los riesgos para la actividad mundial se orientaron a la baja[2]. En la medida en que la debilidad del sector manufacturero se propague a los servicios, la actividad global podría desacelerarse con más rapidez. En China, una ralentización más acusada de lo esperado podría tener un impacto más pronunciado sobre la economía mundial, mientras que una escalada del conflicto comercial agudizaría el efecto negativo sobre los flujos comerciales internacionales. En Europa, en particular, existía el riesgo de que Estados Unidos pudiera imponer aranceles a los intercambios comerciales de determinados bienes en varios países. En general, la intensificación de las tensiones geopolíticas podría incidir negativamente en el crecimiento y el comercio mundiales. Además, pese a la retirada ordenada del Reino Unido de la Unión Europea, había incertidumbre acerca de la relación futura entre ambos, y el resultado de las negociaciones siguió representando un riesgo a la baja. Además, una corrección brusca de los precios en los mercados financieros internacionales podría hacer mella en el apetito de riesgo a escala global y afectar a la actividad económica real.

1.2 El crecimiento económico de la zona del euro se moderó, mientras que los mercados de trabajo siguieron mejorando

El crecimiento interanual del PIB real de la zona del euro continuó moderándose en 2019 y se situó en el 1,2 %, frente al 1,9 % del año anterior (véase gráfico 5). A diferencia de la desaceleración registrada en 2018 —que estuvo motivada por el menor avance de la demanda, tanto externa como interna— la ralentización observada en 2019 se debió principalmente al acusado debilitamiento del comercio internacional, en un entorno de incertidumbre prolongada a escala global. Al mismo tiempo, la expansión de la zona del euro siguió estando respaldada por unas condiciones de financiación favorables, por mejoras adicionales del empleo y subidas de los salarios, así como por la orientación ligeramente expansiva de la política fiscal en la zona del euro y por el crecimiento continuado, aunque más lento, de la actividad global.

Gráfico 5

PIB real de la zona del euro

(tasas de variación interanual; contribuciones en puntos porcentuales)

Fuentes: Eurostat y cálculos del BCE.
Nota: El crecimiento interanual del PIB correspondiente al cuarto trimestre de 2019 es una estimación preliminar, mientras que las últimas observaciones de los componentes corresponden al tercer trimestre de 2019.

Los sectores orientados al mercado interno mostraron mayor capacidad de resistencia en 2019

En 2019, el crecimiento de la producción estuvo impulsado por los servicios y la construcción, que mostraron una capacidad de resistencia continuada como resultado de la solidez de la demanda interna de la zona del euro. La actividad en el sector industrial de la zona siguió perdiendo dinamismo (véase gráfico 6). Esta evolución reflejó las consecuencias negativas de la debilidad de la demanda externa. En cambio, solo se observaron leves indicios de que la caída de la demanda externa afectara a los servicios en 2019[3].

Gráfico 6

Valor añadido bruto real de la zona del euro, por actividad económica

(índice: I TR 2010 = 100)

Fuentes: Eurostat y cálculos del BCE.
Nota: Las últimas observaciones corresponden al tercer trimestre de 2019.

En 2019, la demanda interna siguió contribuyendo positivamente al crecimiento de la zona del euro, en un contexto de condiciones de financiación favorables y de mejora de los mercados de trabajo. El consumo privado, al igual que la confianza de los consumidores, mantuvo su fortaleza en 2019 (véase recuadro 1). El gasto de los hogares se vio sostenido por el avance del empleo y de los salarios, lo que se plasmó en aumentos de las rentas del trabajo agregadas. Tras la desaceleración gradual que comenzó en 2018, la inversión empresarial continuó siendo moderada en 2019. Un entorno exterior mucho menos dinámico y la mayor incertidumbre global influyeron en las decisiones de inversión de las empresas. A pesar de esto, de la modesta evolución de la rentabilidad de las empresas y de la menor utilización de la capacidad productiva, la inversión empresarial siguió contribuyendo positivamente al crecimiento económico, respaldada por unas condiciones de financiación propicias. El avance de la inversión en productos de propiedad intelectual que tiende a ser volátil fue especialmente vigoroso[4]. Al mismo tiempo, se observó una disminución de la inversión residencial, tras la intensa y prolongada recuperación registrada en años anteriores, así como un menor dinamismo en los mercados de la vivienda de la zona del euro. Esta disminución fue atribuible, principalmente, a unas limitaciones cada vez mayores en la oferta de viviendas —debidas especialmente a la escasez de mano de obra, a cuellos de botella regulatorios y al proceso de reducción de la deuda—, que limitaron el crecimiento de la construcción durante 2019.

Recuadro 1
El consumo y la confianza de los hogares mantuvieron su fortaleza

En 2019, el crecimiento de los servicios y del comercio minorista siguió siendo sólido, en general, aunque se moderó ligeramente, en un contexto de ralentización de la economía de la zona del euro. El consumo privado es una parte importante de la demanda de estos dos sectores. Teniendo esto presente, en este recuadro se analiza más detenidamente la confianza de los consumidores en la zona del euro, y se consideran las causas de la fortaleza relativa del gasto en consumo.

La confianza de los consumidores se estabilizó y resistió mejor que en otros sectores.

La desaceleración económica de 2019 reflejó principalmente la mayor debilidad del comercio internacional, así como unos niveles elevados de incertidumbre a escala mundial, lo que, a su vez, afectó sobre todo al sector industrial de la zona del euro. Mientras tanto, los servicios y el comercio minorista continuaron mostrando capacidad de resistencia, aunque experimentaron cierta moderación. Esta evolución se observa claramente en el gráfico A, que muestra el nivel de confianza de diversos sectores de la economía de la zona. El indicador de sentimiento económico (ESI, por sus siglas en inglés) de la Comisión Europea es una media ponderada de la confianza de la industria, excluida la construcción (con una ponderación del 40 %), de los servicios (30 %), de la construcción (5 %), del comercio minorista (5 %) y de los hogares (20 %). Como puede apreciarse, la contracción de los sectores más orientados al mercado interno (esto es, la construcción, los servicios, el comercio minorista y los hogares) ha sido mucho menos pronunciada que la de la industria.

Gráfico A

Confianza en la zona del euro, detalle por sectores

(saldos netos normalizados)

Fuentes: Comisión Europea y cálculos del BCE.

El consumo privado mantuvo su fortaleza, en general, en 2019

El avance del consumo privado en 2019 se vio sostenido por el crecimiento continuado de la renta real disponible, que, a su vez, estuvo respaldado por la resistencia del mercado laboral. Las rentas del trabajo se beneficiaron de subidas continuadas de los salarios y de mejoras adicionales aunque a un ritmo más lento del empleo. Además, es probable que, en conjunto, los impuestos directos, las cotizaciones sociales y las transferencias tuvieran un leve impacto positivo sobre el crecimiento de la renta, en contraposición a 2018, año en que siguieron frenando su avance (véase gráfico B). Sin embargo, la contribución del excedente de explotación y de las rentas de la propiedad, que suelen estar estrechamente vinculados a la actividad económica, pasó a ser ligeramente negativa en 2019, después de haber sido positiva desde 2015.

Gráfico B

Consumo privado y renta disponible, en términos reales

(tasas de variación interanual; contribuciones en puntos porcentuales)

Fuentes: Eurostat y cálculos del BCE.

Factores determinantes de la confianza de los consumidores

El indicador de confianza de los consumidores de la Comisión Europea se obtiene calculando la media de cuatro subíndices relativos a la percepción de los consumidores de la evolución económica y financiera pasada, así como a sus expectativas para los doce meses siguientes (véase gráfico C)[5]. Uno de estos subíndices se refiere a la valoración de la situación económica general del país, mientras que el resto se refiere a la situación financiera de los hogares. Si se analiza la trayectoria de estos subíndices, se observa que los hogares tenían una opinión relativamente más favorable de su situación personal, debido, sobre todo, a la fortaleza continuada del mercado de trabajo que, en gran medida, ha protegido la renta de este sector frente a la desaceleración económica.

Gráfico C

Consumo privado y confianza de los consumidores

(tasas de variación interanual; saldos netos normalizados)

Fuentes: Eurostat, Comisión Europea y cálculos del BCE.
Nota: Los datos de la encuesta están normalizados con la media y la desviación típica del crecimiento interanual del consumo privado desde 2010.

La sólida evolución del mercado de trabajo y las subidas salariales, junto con unas condiciones de financiación favorables y la mejora de la situación financiera de los hogares, explican en gran medida por qué la confianza de los consumidores de la zona del euro se mantuvo en niveles elevados en 2019, lo que sostuvo el consumo privado. En un contexto de fortaleza de la demanda interna y de debilidad de la demanda externa, el BCE sigue realizando un estrecho seguimiento de los datos que recibe con el fin de evaluar el riesgo de que el sector exterior afecte negativamente a la economía interna.

La contribución del sector exterior a la producción de la zona del euro fue, en términos netos, negativa en 2019. Con la excepción de las exportaciones a Estados Unidos, que crecieron a un ritmo más lento, el descenso fue generalizado, principalmente como consecuencia de la evolución desfavorable de las exportaciones de bienes de equipo y de automóviles. Los intercambios comerciales entre países de la zona también disminuyeron, y el desplome se concentró en el comercio de bienes intermedios, reflejo del deterioro de las cadenas de producción de la zona del euro.

Los mercados de trabajo de la zona del euro siguieron mejorando, mientras que el crecimiento de la productividad se desaceleró sustancialmente

Los mercados de trabajo de la zona del euro siguieron mejorando en 2019

Los mercados de trabajo de la zona del euro siguieron mejorando en 2019 (véase gráfico 7), lo que fue un elemento de apoyo fundamental a la actividad económica durante el año.

Según un análisis basado en indicadores sintéticos del mercado de trabajo, en el segundo trimestre de 2019, el nivel de actividad en este mercado se aproximó al máximo anterior a la crisis. Además, el dinamismo del mercado laboral se mantuvo por encima de su media de largo plazo, aunque recientemente ha experimentado una ligera moderación[6]. Este buen comportamiento se produjo en un contexto de aumento continuado de la oferta de trabajo, que reflejó, en parte, la mayor participación de trabajadores de más edad resultante de reformas anteriores que elevaron la edad legal de jubilación[7].

Gráfico 7

Indicadores del mercado de trabajo

(porcentaje de la población activa; tasa de crecimiento intertrimestral; datos desestacionalizados)

Fuente: Eurostat.
Nota: Las últimas observaciones corresponden al cuarto trimestre de 2019.

El empleo creció un 1,2 % en 2019, una tasa robusta si se compara con la evolución del crecimiento del PIB. El avance de la productividad del trabajo por persona ocupada fue del 0 % en 2019, tras aumentar un 0,4 % en 2018[8]. Pese a la mayor oferta de trabajo, la tasa de paro continuó descendiendo y se situó en el 7,6 % en 2019, próxima a la de 2007. Sin embargo, la dispersión de las tasas de paro entre los países de la zona del euro siguió siendo elevada.

La economía digital requiere un seguimiento

La digitalización está afectando a variables relevantes para la política monetaria

Según la literatura, la digitalización está afectando a diversas variables económicas fundamentales que son relevantes para la política monetaria. La evidencia empírica sobre los efectos de la digitalización sugiere que estos pueden estar impulsando al alza la actividad y la productividad, mientras que su impacto general sobre la inflación aún no está claro[9]. En 2019, el nivel de digitalización de las economías de la UE osciló entre una puntuación de 40 en las economías menos digitalizadas y de alrededor de 70 en las más digitalizadas, según el Índice de la Economía y la Sociedad Digitales (DESI, por sus siglas en inglés) de la Comisión Europea (véase gráfico 8). Aunque, en general, las economías de la UE obtuvieron puntuaciones similares en términos de conectividad, fueron menos homogéneas en cuanto al capital humano, el uso de internet, la integración de la tecnología digital y los servicios públicos digitales.

Gráfico 8

Índice de la Economía y la Sociedad Digitales de 2019

Fuente: Comisión Europea.

Las políticas estructurales deberían contribuir a que se aborden los principales retos

La aplicación de las recomendaciones siguió siendo insuficiente en 2019

La aplicación de políticas estructurales en los países de la zona del euro ha de intensificarse sustancialmente, con el fin de impulsar la productividad y el potencial de crecimiento de la zona, reducir el paro estructural y aumentar la capacidad de resistencia de la economía. Entre estas políticas se incluyen las destinadas a mejorar el funcionamiento de los mercados de trabajo, a aumentar la competencia en los mercados de productos y de factores, y a fortalecer el entorno empresarial[10]. Además, las políticas estructurales son necesarias para ayudar a abordar los retos actuales y futuros que plantean, por ejemplo, el envejecimiento de la población, la digitalización y el cambio climático. Las recomendaciones específicas por país (REP) proporcionan orientaciones de política a cada país sobre cómo potenciar el crecimiento y la capacidad de resistencia de la economía. Las REP son aprobadas por los Estados miembros en el Consejo Europeo. En febrero de 2019, la Comisión Europea concluyó que el 95 % de las recomendaciones no se habían aplicado o, en el mejor de los casos, se habían realizado «algunos» avances en su implementación[11].

La orientación ligeramente expansiva de la política fiscal apoyó la actividad económica en cierta medida

La ratio de déficit de las Administraciones Públicas de la zona del euro registró un leve aumento, como consecuencia de la orientación ligeramente expansiva de la política fiscal

Después de mantener un tono prácticamente neutral durante cinco años, la orientación de la política fiscal en la zona del euro[12] pasó a ser ligeramente expansiva en 2019 (véase gráfico 9). Esta relajación prestó apoyo a la actividad económica de la zona del euro y reflejó las medidas expansivas aplicadas en varios de los países de mayor tamaño de la zona, principalmente reducciones de los impuestos directos, así como aumentos del gasto público. Según las proyecciones macroeconómicas de los expertos del Eurosistema de diciembre de 2019, la ratio de déficit de las Administraciones Públicas de la zona del euro aumentó levemente en 2019, hasta el 0,7 % del PIB. La disminución del saldo presupuestario obedeció a la orientación más expansiva de la política fiscal, que se vio compensada, en parte, por el ahorro en el pago de intereses, mientras que la contribución de la posición cíclica apenas varió.

Gráfico 9

Saldo presupuestario de las Administraciones Públicas y orientación de la política fiscal

(porcentaje del PIB)

Fuentes: Eurostat y cálculos del BCE.

La deuda agregada de las Administraciones Públicas en relación con el PIB de la zona del euro siguió reduciéndose en 2019 y a finales del año se situó en el 84,5 % del PIB. Sin embargo, las ratios de deuda sobre el PIB se mantuvieron en niveles elevados en varios países. La disminución de la ratio agregada de deuda se vio favorecida por unos diferenciales tipo de interés-crecimiento favorables y por unos saldos primarios positivos, pero en descenso. Aunque ningún país de la zona del euro estaba sujeto al componente correctivo del Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC) a finales de 2019, la Comisión Europea consideró que los borradores de los planes presupuestarios para 2020 de ocho países de la zona muchos de ellos con ratios de deuda en niveles próximos o superiores al 100 % del PIB planteaban un riesgo de incumplimiento de las exigencias del PEC[13].

1.3 Las presiones inflacionistas se mantuvieron contenidas

La inflación general de la zona del euro se situó, en promedio, en el 1,2 %, en 2019, frente al 1,8 % registrado en 2018[14]. Este descenso reflejó fundamentalmente la menor contribución de los dos componentes más volátiles de la inflación, la energía y los alimentos. La inflación medida por el IAPC, excluidos la energía y los alimentos, —una medida de la inflación subyacente— se mantuvo en niveles moderados en 2019, y en promedio fue del 1 %, sin variación con respecto a 2018 y 2017, aunque aumentó hacia el final del año (véase gráfico 10).

Gráfico 10

Inflación medida por el IAPC y contribuciones por componentes

(tasas de variación interanual; contribuciones en puntos porcentuales)

Fuentes: Eurostat y cálculos del BCE.

El descenso de la inflación general se debió a la caída de la tasa de variación de los precios de la energía y los alimentos, mientras que la inflación subyacente se mantuvo en niveles moderados

La evolución de la tasa de crecimiento de los precios de la energía fue la que más contribuyó al descenso de la inflación general media en 2019 con respecto a 2018. La contribución de la tasa de variación total de los precios de los alimentos a la inflación medida por el IAPC general en 2019 fue de 0,3 puntos porcentuales, frente a 0,4 puntos porcentuales en 2018. La dinámica de la inflación total de los alimentos durante 2019 estuvo determinada en gran medida por la de los alimentos no elaborados, un componente volátil. El ritmo de avance de los precios de los alimentos elaborados fluctuó en torno al 1,9 % en 2019, ligeramente por debajo de la media de 2018. Las subidas de los precios industriales de los alimentos y de los de las materias primas alimenticias (medidos por los precios agrícolas en origen en la UE) dos factores que influyen en los precios de los alimentos elaborados, sugieren que estos aumentos de costes no se trasladaron totalmente a los precios de consumo de los alimentos, en un contexto de fuerte competencia.

La inflación medida por el IAPC, excluidos la energía y los alimentos, al igual que otros indicadores de la inflación subyacente, mostró un comportamiento estable, en líneas generales, durante la mayor parte de 2019, y se mantuvo por debajo de su media histórica, aunque a finales del año aumentó ligeramente. En el recuadro 2 se analiza la relación entre la inflación subyacente y la actividad económica, así como la evolución económica en términos más generales desde la crisis financiera internacional. La debilidad de la tasa de variación de los precios de los bienes industriales no energéticos y de los servicios contribuyó a que la inflación medida por el IAPC, excluidos la energía y los alimentos, fuera moderada. La tasa de avance de los primeros se situó, en promedio, en el 0,3 % en 2019, sin cambios con respecto a 2018 y a la media desde 2015. Los indicadores de presiones inflacionistas en las distintas fases del proceso de formación de precios muestran que la tasa de variación interanual de los precios industriales de los bienes de consumo no alimenticio permaneció, en general, estable a lo largo del año, aunque fue muy superior a la media registrada desde 2015. Esto sugiere que algunos de los incrementos de costes se han absorbido en la fase minorista. Además, a diferencia de 2018, la tasa media de variación interanual de los precios de importación de los bienes de consumo no alimenticio fue positiva en 2019, lo que refleja, entre otros factores, la depreciación del euro. La inflación de los servicios exhibió cierta volatilidad asociada a la evolución de los precios de los servicios relacionados con turismo y viajes, que fue resultado de un efecto estadístico[15]. Si se hace abstracción de esta volatilidad intermensual, la tasa de crecimiento de los precios de los servicios registró algunos altibajos y se situó, en promedio, en el 1,5 % en 2019, sin cambios con respecto a 2018 y solo marginalmente por encima de la media observada desde 2015. En conjunto, las subidas de los precios de los servicios —que incluyen sobre todo un contenido elevado de costes laborales— siguieron a la zaga del crecimiento de los salarios.

Recuadro 2
La curva de Phillips en la zona del euro y su interpretación de la evolución reciente de la inflación

Desde 2013, la inflación medida por el IAPC, excluidos la energía y los alimentos, se ha mantenido sistemáticamente por debajo de su media histórica. Aunque inicialmente esta evolución podría explicarse por el elevado grado de holgura de la economía y por otros factores que reducen las presiones inflacionistas, la debilidad que ha mostrado este indicador más recientemente es difícil de justificar con la curva de Phillips estándar, como evidencia el componente no explicado de la descomposición de la evolución de la inflación del gráfico A. Ello ha dado lugar a nuevos análisis de esta relación económica fundamental[16].

Gráfico A

Descomposición de la inflación subyacente basada en la curva de Phillips

(tasas de variación interanual y contribuciones en puntos porcentuales; todos los valores están expresados en términos de desviaciones respecto a su media desde 1999)

Fuente: Cálculos del BCE.
Notas: Las barras muestran las contribuciones medias en numerosas especificaciones del modelo (véase E. Bobeica y A. Sokol, «Drivers of underlying inflation in the euro area over time: a Phillips curve perspective», Boletín Económico, número 4, BCE, 2019). El cálculo de las contribuciones se basa en J. L Yellen, «Inflation Dynamics and Monetary Policy», discurso pronunciado en la Philip Gamble Memorial Lecture, Universidad de Massachusetts, Amherst, 24 de septiembre de 2015.

Determinantes de la inflación en la curva de Phillips

En esencia, la curva de Phillips refleja la idea de que la actividad económica y el grado de tensionamiento asociado de los mercados de bienes y de trabajo deberían influir en la inflación. Los altos niveles de holgura de la economía afectaron a la inflación tras la crisis financiera global. Además, la zona del euro registró una segunda recesión entre 2011 y 2013, y este factor explica claramente la debilidad de la inflación subyacente a partir de principios de 2013. Sin embargo, aun cuando para 2018 numerosos indicadores de actividad y de holgura de la economía habían retornado a niveles medios, y algunos indicadores incluso empezaban a mostrar indicios de un exceso de demanda, la inflación subyacente se situaba por debajo de su media desde 1999 (1,3 %).

Además de la actividad económica, otros factores, como las expectativas de inflación y los precios exteriores, también son cruciales para entender la evolución de la inflación. Numerosos factores pueden incidir en las expectativas de inflación de los agentes económicos: la evolución reciente de la inflación (y, en particular, los movimientos de los precios de la energía) suele influir en las expectativas a corto plazo, mientras que la preocupación real acerca de la credibilidad y de las posibilidades de alcanzar el objetivo de inflación de un banco central puede afectar a las expectativas de inflación a más largo plazo, aunque es difícil separar estos factores empíricamente[17]. Los indicadores de opinión y de mercado de las expectativas de inflación se debilitaron en el período 2014-2017, lo que se refleja en sus contribuciones negativas a la inflación subyacente durante dicho período[18]. Más recientemente, los indicadores de opinión de las expectativas de inflación a largo plazo para la zona del euro, especialmente los obtenidos de la encuesta del BCE a expertos en previsión económica, han mostrado signos de moderación. Sin embargo, el lastre sobre la inflación atribuible a este comportamiento reciente es menor.

Por último, los indicadores de precios exteriores, como el índice de precios del crudo y el índice de precios de importación más amplio, pueden ser un factor importante para explicar las decisiones de precios de las empresas, y, por tanto, la evolución de la inflación, más allá de lo que la holgura y las expectativas de inflación hayan captado. Mientras que los precios exteriores, y especialmente los de la energía, suelen reflejarse rápidamente en la inflación general, parece que sus efectos indirectos sobre la inflación subyacente han sido limitados en los últimos años[19]. En general, la evolución de la inflación subyacente se explicaría razonablemente bien con los factores estándar hasta 2017, pero la reciente debilidad resulta difícil de justificar en este marco.

Una posible explicación podría ser que las medidas estándar de la holgura de la economía no recogen todos los cambios en la actividad económica que afectan a la inflación. Por este motivo, Jarociński y Lenza (2018)[20] han elaborado una medida de la holgura de la economía diseñada expresamente para predecir la inflación. Esta medida indicaría un grado de holgura muy superior al de una medida más convencional de la brecha de producción.

En resumen, la curva de Phillips sigue siendo un elemento esencial para interpretar y comunicar la evolución de la inflación, pero ha de complementarse con información obtenida mediante otras herramientas y métodos, particularmente en vista de la reciente evolución de la inflación subyacente.

En 2019, las presiones de costes de origen interno —medidas por el crecimiento del deflactor del PIB— aumentaron, en promedio, a una tasa superior a la registrada, en promedio, en 2018, y a su media desde 2015 (véase gráfico 11). El crecimiento interanual de la remuneración por asalariado continuó siendo intenso en 2019, y se situó, en promedio, en el 2 %, ligeramente por debajo de la media de 2018, pero por encima de la media observada desde 2015. El avance de la remuneración por asalariado se vio moderado por la evolución de las cotizaciones sociales[21], mientras que, en 2019, los sueldos y salarios aumentaron con respecto a 2018, en consonancia con la reducción adicional de la tasa de paro y pese a la moderación de la expansión económica de la zona del euro (véase sección 1.2). Con todo, el robusto crecimiento medio de la remuneración por asalariado provocó un incremento de los costes laborales unitarios, ya que la productividad se estancó en 2019. Además de este incremento, el mayor avance del deflactor del PIB reflejó también una recuperación de los beneficios (medidos en términos de excedente bruto de explotación), que durante 2018 habían disminuido de forma considerable. Como la productividad experimentó ligeras fluctuaciones en 2019, es muy probable que el repunte de los beneficios en 2019 obedeciera a una mejora de la relación real de intercambio y a la evolución de los sectores económicos menos afectados por la desaceleración de la actividad y el comercio mundiales[22]. Este fue el caso, por ejemplo, de la construcción y del sector inmobiliario, en los que también se observó un crecimiento pronunciado de los deflactores del valor añadido, hasta el 4,6 %, en promedio, en 2019 en la construcción.

Gráfico 11

Descomposición del deflactor del PIB

(tasas de variación interanual; contribuciones en puntos porcentuales)

Fuentes: Eurostat y cálculos del BCE.

Las expectativas de inflación a largo plazo se deterioraron durante 2019. Las expectativas de inflación dentro de cinco años obtenidas de la encuesta del BCE a expertos en previsión económica disminuyeron hasta el 1,7 % en el cuarto trimestre de 2019, desde el 1,9 % del mismo trimestre del año anterior. Los indicadores de mercado de las expectativas de inflación a largo plazo, como el tipo swap de inflación a cinco años dentro de cinco años, también retrocedieron, aunque se estabilizaron hacia finales de año, aunque en niveles todavía reducidos.

1.4 Las favorables condiciones de financiación siguieron sustentando el crecimiento monetario y crediticio

En 2019, los mercados financieros de la zona del euro se vieron influidos principalmente por los efectos de la desaceleración de la actividad económica, en un entorno de inflación persistentemente baja, por la incertidumbre relacionada con factores políticos que provocó un clima de huida del riesgo en algunos períodos del año, y por la relajación adicional de la política monetaria. Tanto los tipos de interés del mercado monetario como los rendimientos de los bonos a más largo plazo descendieron considerablemente, mientras que los precios de las acciones aumentaron, en general, respaldados por la reducción de los tipos de descuento. Los flujos de financiación externa de las sociedades no financieras prácticamente se estabilizaron en 2019 y se situaron en un nivel muy inferior al máximo más reciente, registrado en 2017. Sin embargo, la financiación bancaria y las emisiones de valores representativos de deuda mantuvieron su solidez, apoyadas por las favorables condiciones de financiación, y las emisiones netas de acciones no cotizadas fueron robustas, gracias al mayor número de fusiones y adquisiciones. La expansión continuada del crédito bancario al sector privado, junto con el bajo coste de oportunidad de mantener instrumentos de M3, contribuyeron a sostener las tasas de crecimiento del agregado monetario amplio. Las condiciones de financiación favorables reflejaron la orientación acomodaticia de la política monetaria del BCE y la capacidad del sistema bancario para transmitir esta orientación a los tipos de interés de los préstamos concedidos a las empresas y los hogares. El aumento de las valoraciones de los activos financieros e inmobiliarios respaldó la riqueza de los hogares, lo que, a su vez, sustentó el avance del consumo privado.

Los rendimientos de la deuda pública de la zona del euro disminuyeron de forma significativa en 2019, aunque se recuperaron a partir de septiembre

Los rendimientos de la deuda pública de la zona del euro disminuyeron de forma significativa en 2019, y los rendimientos a largo plazo se situaron en niveles negativos durante el verano. Este descenso fue atribuible a la creciente preocupación por el alcance y la duración de la desaceleración de la actividad económica en la zona del euro y su impacto sobre la evolución de la inflación. La orientación acomodaticia de la política monetaria en Estados Unidos, la mayor percepción de riesgo a escala global asociada a las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China y al Brexit, así como las crecientes expectativas de los mercados financieros de una relajación adicional de la política monetaria por parte del BCE también contribuyeron a que los tipos de interés libres de riesgo se redujeran en la zona del euro. Tras el anuncio del paquete de medidas expansivas de política monetaria del BCE en septiembre, la publicación de datos macroeconómicos de la zona del euro algo más positivos y la relativa estabilización de la percepción global del riesgo contribuyeron a la recuperación gradual de los rendimientos de la deuda pública de la zona del euro. Pese a ello, la media ponderada por el PIB de los rendimientos de la deuda soberana a diez años de la zona del euro se situó en el 0,28 % el 31 de diciembre de 2019, 74 puntos básicos por debajo del nivel registrado el 1 de enero de 2019. Los diferenciales de rendimiento de la deuda soberana a diez años de los países de la zona del euro con respecto al bono alemán al mismo plazo se redujeron —en algunos países de forma sustancial—, debido a la menor incertidumbre sobre la política fiscal.

Gráfico 12

Rendimientos de la deuda soberana a diez años de la zona del euro, Estados Unidos y Alemania

(porcentajes; datos diarios)

Fuentes: Bloomberg, Thomson Reuters Datastream y cálculos del BCE.
Notas: Los datos de la zona del euro se refieren a la media ponderada por el PIB de los rendimientos de la deuda soberana a diez años. Las últimas observaciones corresponden al 31 de diciembre de 2019.

Los precios de las acciones de la zona del euro aumentaron como resultado del descenso de los tipos de descuento

En 2019, los precios de las acciones de la zona del euro aumentaron significativamente. El índice amplio de los precios de las acciones de las sociedades no financieras de la zona del euro se revalorizó un 20,7 % a lo largo de 2019, mientras que el índice de las cotizaciones del sector bancario de la zona subió un 9,7 % (véase gráfico 13). El descenso de los tipos de descuento fue el principal factor de respaldo de la evolución de los precios de las acciones, mientras que las expectativas de beneficios mantuvieron su debilidad y los movimientos de las primas de riesgo —relacionados fundamentalmente con la evolución del conflicto comercial entre Estados Unidos y China y las negociaciones del Brexit— lastraron la renta variable.

Gráfico 13

Índices bursátiles de la zona del euro y de Estados Unidos

(índice: 1 de enero de 2018 = 100)

Fuente: Thomson Reuters Datastream.
Notas: Para la zona del euro se muestran los índices EURO STOXX Banks (entidades de crédito) y Datastream (sociedades no financieras), y para Estados Unidos, el S&P Banks (entidades de crédito) y Datastream (sociedades no financieras). Las últimas observaciones corresponden al 31 de diciembre de 2019.

La financiación bancaria y la emisión de valores representativos de deuda de las sociedades no financieras mostraron solidez

Los flujos de financiación externa de las sociedades no financieras prácticamente se estabilizaron en 2019 y se situaron en un nivel muy inferior al máximo más reciente, registrado en 2017 (véase gráfico 14). No obstante, el crecimiento de la financiación bancaria y las emisiones de valores representativos de deuda mantuvieron su solidez, apoyados por las favorables condiciones de financiación, y las emisiones netas de acciones no cotizadas fueron robustas, gracias al mayor número de fusiones y adquisiciones. En cambio, se observó cierta moderación de otras fuentes de financiación (como los préstamos entre empresas relacionadas y el crédito comercial) y una disminución de las emisiones netas de acciones cotizadas (debido al elevado coste del capital frente a otras fuentes de financiación). Los tipos de interés del crédito bancario volvieron a descender —básicamente en consonancia con la evolución de los tipos de interés del mercado— hasta situarse en nuevos mínimos históricos en 2019.

La relajación adicional de la política monetaria del BCE en 2019 se transmitió a las condiciones de financiación, que pasaron a ser más favorables. Ello se debió, en parte, a que algunas de las medidas introducidas en 2019 como la tercera serie de operaciones de financiación a plazo más largo con objetivo específico (TLTRO III, por sus siglas en inglés) y el sistema de dos tramos para la remuneración de las reservas— estuvieron orientadas a respaldar la capacidad de intermediación de los bancos (véase sección 2.1). Asimismo, el sistema bancario siguió avanzando en el saneamiento de los balances, en términos de reforzamiento de las posiciones de capital y de mejora de la calidad de los activos.

Gráfico 14

Flujos netos de financiación externa de las sociedades no financieras de la zona del euro

(flujos anuales; mm de euros)

Fuentes: Eurostat y BCE.
Notas: «Otros préstamos» incluye préstamos de entidades distintas de las IFM (otras instituciones financieras, empresas de seguros y fondos de pensiones) y del resto del mundo. Los préstamos de las IFM (instituciones financieras monetarias) y de entidades distintas de las IFM están corregidos por titulizaciones y otras transferencias. «Otros» es la diferencia entre el total y los instrumentos representados en el gráfico. También incluye préstamos entre empresas relacionadas y crédito comercial. Las últimas observaciones corresponden al tercer trimestre de 2019.

La riqueza de los hogares se vio respaldada por el aumento de las valoraciones de los activos reales y financieros

La riqueza neta de los hogares creció con fuerza en los tres primeros trimestres de 2019, sustentando así el consumo privado. Pese a la moderación del impulso de los mercados de la vivienda, la riqueza neta se benefició de nuevas subidas de los precios de la vivienda, que se tradujeron en significativas ganancias por valoración en los activos inmobiliarios de los hogares. Además, este sector también registró considerables ganancias por valoración en sus activos financieros. Asimismo, el aumento de los precios de la vivienda y las favorables condiciones de financiación contribuyeron a que la tasa de crecimiento interanual de los préstamos bancarios concedidos a los hogares para adquisición de vivienda mantuviera su tendencia gradual al alza. La deuda bruta de los hogares —medida en porcentaje de la renta bruta disponible nominal de este sector— se mantuvo en niveles muy superiores al nivel medio observado antes de la crisis.

El crecimiento de M3 y del crédito se recuperó en 2019

En general, el crédito bancario concedido al sector privado se mostró sólido y su tasa de crecimiento interanual (ajustada de titulizaciones, otras transferencias y centralización nocional de tesorería [notional cash pooling]) aumentó hasta el 3,7 % en diciembre de 2019, desde el 3,4 % observado el mismo mes del año anterior. El avance del crédito continuó siendo el principal factor impulsor del crecimiento del agregado monetario amplio (véase la parte de color azul de las barras del gráfico 16). Asimismo, la contribución de los flujos monetarios externos a la dinámica de M3 fue cada vez mayor (véase la parte de color amarillo de las barras del gráfico 16). En consecuencia, el crecimiento interanual de M3 se recuperó en 2019 (véase gráfico 15). Aunque la finalización a finales de 2018 de las compras netas realizadas en el contexto del programa de compra de activos (APP) tuvo un efecto moderador sobre el avance de M3 (véase la parte de color rojo de las barras del gráfico 16), su reanudación en noviembre de 2019 solo tuvo un impacto limitado en el crecimiento de este agregado monetario en 2019.

Gráfico 15

M3 y préstamos al sector privado

(tasas de variación interanual)

Fuente: BCE.
Notas: Préstamos ajustados de titulizaciones, otras transferencias y centralización nocional de tesorería (notional cash pooling). Las últimas observaciones corresponden a diciembre de 2019.

Gráfico 16

M3 y sus contrapartidas

(tasas de variación interanual; contribuciones en puntos porcentuales; datos ajustados de efectos estacionales y de calendario)

Fuente: BCE.
Notas: El crédito al sector privado incluye los préstamos concedidos por las IFM al sector privado y las tenencias de las IFM de valores representativos de deuda emitidos por el sector privado de la zona del euro, excluidas las IFM. Por tanto, también incluye las adquisiciones de valores representativos de deuda del sector privado, excluidas las IFM, realizadas por el Eurosistema en el marco del programa de compras de bonos corporativos. Las últimas observaciones corresponden a diciembre de 2019.

La mayor parte del crecimiento de M3 fue atribuible al aumento de los depósitos a la vista

En términos de instrumentos, los depósitos a la vista continuaron siendo el principal determinante del crecimiento de M3, dado el bajo coste de oportunidad de mantener depósitos líquidos en un entorno caracterizado por tipos de interés muy reducidos y un perfil plano de la curva de rendimientos. El crecimiento de los depósitos a la vista fue atribuible a la fuerte expansión de estos depósitos en poder de los hogares y de las sociedades no financieras. Como resultado, el agregado monetario estrecho M1, que incluye el efectivo en circulación y los depósitos a la vista, siguió avanzando a un ritmo vigoroso.

2 Política monetaria: determinación de actuar según proceda

En un contexto de debilitamiento de la economía de la zona del euro, de riesgos a la baja más persistentes y de unas perspectivas de inflación que se mantuvieron por debajo del objetivo de inflación a medio plazo del Consejo de Gobierno del BCE, durante 2019, el Consejo de Gobierno imprimió un tono más acomodaticio a la política monetaria en tres rondas sucesivas. Estas intervenciones consecutivas pusieron de manifiesto su determinación de actuar según proceda, con el fin de apoyar el retorno de la inflación a una senda sostenida de convergencia hacia su objetivo a medio plazo. Dado el tiempo que tuvo que transcurrir hasta que el impacto de todas las medidas adoptadas se dejó sentir plenamente en la economía de la zona del euro, el Consejo de Gobierno continuó realizando un atento seguimiento de la evolución de la inflación y de la transmisión de las medidas de política monetaria que se estaban aplicando, mientras seguía estando preparado para ajustar todos sus instrumentos, según proceda, con el objetivo de asegurar el avance de la inflación hacia su objetivo de forma sostenida, conforme a su compromiso de simetría. Al final de 2019, los activos relacionados con operaciones de política monetaria representaban el 70 % de los activos totales en el balance del Eurosistema. El tamaño del balance se estabilizó en 4,7 billones de euros en 2019, en línea con el nivel alcanzado al cierre del ejercicio anterior. El marco de gestión de riesgos del BCE siguió mitigando los riesgos asociados al elevado tamaño del balance.

2.1 Primera ronda de medidas de política monetaria para mantener un amplio grado de acomodación, en un contexto de crecientes factores externos desfavorables

Tras el deterioro de las perspectivas económicas a finales de 2018, la nueva información disponible a principios de 2019 siguió mostrando una evolución peor de lo esperado, debido a la moderación de la demanda exterior y a diversos factores de países y sectores específicos, lo que apuntaba a un ritmo de crecimiento a corto plazo menos dinámico de lo previsto anteriormente. Al mismo tiempo, existía una incertidumbre considerable sobre si los factores que estaban frenando el avance de la zona del euro serían de naturaleza transitoria o más persistentes y, por ende, sobre la medida en que la ralentización del crecimiento a corto plazo afectaría a las expectativas de medio plazo. En este contexto, el Consejo de Gobierno reconoció que los riesgos para las perspectivas de crecimiento de la zona euro se habían sesgado a la baja, como consecuencia de la persistencia de incertidumbres relacionadas con factores geopolíticos y con la amenaza del proteccionismo, de las vulnerabilidades de las economías emergentes y de la volatilidad de los mercados financieros. El Consejo de Gobierno subrayó que la política monetaria seguía requiriendo paciencia, prudencia y perseverancia. Si bien las condiciones de financiación favorables en las que la dinámica positiva de los mercados de trabajo y el mayor crecimiento de los salarios continuarían respaldando la expansión de la zona del euro y aumentando gradualmente las presiones inflacionistas, el Consejo de Gobierno reiteró la necesidad de seguir proporcionando un estímulo monetario considerable para asegurar la convergencia sostenida y continuada de la inflación hacia niveles inferiores, aunque próximos, al 2 % a medio plazo.

El menor dinamismo económico ralentizó el ajuste de la inflación hacia el objetivo a medio plazo, lo que dio lugar a la introducción del primer paquete de medidas

Los nuevos datos económicos publicados en primavera siguieron mostrando una evolución débil, señalando una moderación sustancial del ritmo de expansión económica que se extendería a 2019. En concreto, la actividad de las manufacturas se había desacelerado de forma considerable, principalmente como consecuencia de factores externos desfavorables, ya que el crecimiento y el comercio mundiales continuaron estando faltos de dinamismo. El menor impulso económico ralentizó el ajuste de la inflación hacia el objetivo a medio plazo del Consejo de Gobierno.

En respuesta a una significativa revisión a la baja de las perspectivas de crecimiento y de inflación, en su reunión de marzo, el Consejo de Gobierno decidió introducir un paquete de medidas orientadas a aumentar el grado de acomodación monetaria. Estas medidas respaldarían la acumulación adicional de presiones inflacionistas internas y la evolución de la inflación general a medio plazo, y aumentarían la capacidad de resistencia de la economía de la zona del euro en un contexto de incertidumbres globales. En particular, el Consejo de Gobierno acordó adoptar las siguientes medidas. Primero, actualizó el elemento condicionado al calendario de sus indicaciones sobre la orientación futura de los tipos de interés oficiales (calendar-based element of the forward guidance) retrasando la fecha de una posible subida de los tipos. Más concretamente, el Consejo de Gobierno esperaba entonces que los tipos de interés oficiales del BCE se mantuvieran en los niveles actuales al menos hasta el final de 2019, y en todo caso durante el tiempo necesario para asegurar la continuación de la convergencia sostenida de la inflación hacia niveles acordes con su objetivo a medio plazo. Segundo, reiteró su intención de seguir reinvirtiendo íntegramente el principal de los valores adquiridos en el marco del programa de compra de activos (APP, por sus siglas en inglés) que vayan venciendo durante un período prolongado tras la fecha en la que comience a subir los tipos de interés oficiales del BCE y, en todo caso, durante el tiempo que sea necesario para mantener unas condiciones de liquidez favorables y un amplio grado de acomodación monetaria. Habida cuenta del vínculo existente entre las indicaciones sobre la orientación futura de los tipos de interés oficiales y las reinversiones, el horizonte de reinversión esperado se retrasó automáticamente, reforzando las orientaciones sobre los tipos oficiales al tiempo que se subrayaba la determinación del Consejo de Gobierno de actuar según proceda. Tercero, además del cambio en las indicaciones sobre los tipos de interés, se anunció una nueva serie de operaciones trimestrales de financiación a más largo plazo con objetivo específico (TLTRO III). Las operaciones se iniciarían en septiembre de 2019 y concluirían en marzo de 2021, con un plazo de vencimiento de dos años cada una. El objetivo de la nueva serie de TLTRO era mantener unas condiciones de financiación bancaria favorables, con el fin de que se siguieran aplicando condiciones asequibles al crédito bancario concedido a clientes. A su vez, los flujos sostenidos de crédito al sector privado respaldaron el consumo y los planes de inversión de los hogares y de las empresas, lo que contribuyó al crecimiento de la economía y respaldó el ajuste de la inflación hacia el objetivo a medio plazo del Consejo de Gobierno. Cuarto, el Consejo de Gobierno decidió seguir ejecutando las operaciones de crédito del Eurosistema mediante procedimientos de subasta a tipo de interés fijo con adjudicación plena durante el tiempo que sea necesario, y al menos hasta el final del período de mantenimiento de reservas que comenzará en marzo de 2021.

Tras el anuncio de la nueva serie de operaciones TLTRO, en la siguiente reunión de política monetaria, el Consejo de Gobierno indicó que las condiciones precisas de las TLTRO III se comunicarían en una de las próximas reuniones. En concreto, para determinar los tipos de interés aplicables a las TLTRO III se tendría en cuenta un análisis exhaustivo del canal de transmisión bancario de la política monetaria, así como la evolución de las perspectivas económicas. Además, teniendo presente que el entorno de tipos de interés negativos se extendería más tiempo de lo previsto, el Consejo de Gobierno señaló que, en el contexto de su valoración periódica, consideraría si, para mantener el impacto favorable de los tipos de interés negativos sobre la economía, sería necesario mitigar sus posibles efectos colaterales sobre la intermediación bancaria.

Segunda ronda de medidas de expansión adicional de la política monetaria y deterioro de la confianza en las perspectivas de inflación

La información disponible a mediados del año indicaba que factores adversos a escala global seguían lastrando las perspectivas para la zona del euro

La información disponible a mediados del año indicaba que factores adversos a escala global relacionados, en particular, con la persistente debilidad del comercio mundial y las incertidumbres más generalizadas y prolongadas en lo que respecta al entorno exterior, seguían lastrando las perspectivas para la zona del euro. Estos factores afectaban especialmente al sector manufacturero de la zona. Además, la inflación medida por el IAPC siguió disminuyendo, principalmente como consecuencia de factores transitorios, y los indicadores de la inflación subyacente continuaron mostrando altibajos.

En vista de la persistencia de las incertidumbres y de sus consecuencias para las perspectivas de inflación, el Consejo de Gobierno reconoció la necesidad de ajustar la orientación de la política monetaria por segunda vez en 2019 y de proporcionar un mayor grado de acomodación monetaria para mantener la convergencia sostenida de la inflación hacia su objetivo a medio plazo. En consecuencia, en su reunión de junio decidió reforzar sus orientaciones sobre el calendario de los tipos de interés oficiales retrasando aún más la fecha de una posible subida de tipos en sus indicaciones sobre la orientación futura de los tipos oficiales. Más concretamente, el Consejo de Gobierno señaló que esperaba entonces que permanecieran en los niveles actuales al menos hasta el primer semestre de 2020, y en todo caso durante el tiempo necesario para asegurar la continuación de la convergencia sostenida de la inflación hacia su objetivo a medio plazo. Asimismo, reiteró sus indicaciones sobre las reinversiones. Por último, el Consejo de Gobierno también estableció el tipo de interés aplicable a las operaciones TLTRO III. El tipo de interés de cada operación se fijaría en un nivel de 10 puntos básicos por encima del tipo medio aplicado en las operaciones principales de financiación del Eurosistema. A las entidades de crédito para las que la variación neta de sus préstamos computables superase un valor de referencia, el tipo aplicado a las TLTRO III sería inferior, y podría ser tan bajo como el tipo de interés medio de la facilidad de depósito más 10 puntos básicos. Se indicó que este coste de financiación establecía un equilibrio razonable entre el reconocimiento de la sólida evolución del crédito bancario, por un lado, y la importancia de preservar una orientación acomodaticia, por otro.

Durante el verano, la moderación del ritmo de crecimiento mundial y la debilidad del comercio internacional continuaron lastrando las perspectivas para la zona del euro. Además, la prolongada presencia de incertidumbres continuó erosionando el clima empresarial, sobre todo en el sector de manufacturas. Por otra parte, la evolución de los precios se mantuvo contenida, mientras que los indicadores de la inflación subyacente continuaron mostrando ligeros altibajos. Los indicadores de mercado de las expectativas de inflación a largo plazo se estancaron en los mínimos históricos alcanzados después de la reunión de junio, mientras que las encuestas apuntaban a un deterioro acusado de las expectativas a largo plazo.

El Consejo de Gobierno observó que las tasas de inflación, tanto observadas como proyectadas, se habían mantenido persistentemente por debajo de los niveles acordes con su objetivo

Con este trasfondo, en su reunión de julio, el Consejo de Gobierno observó que las tasas de inflación, tanto observadas como proyectadas, se habían mantenido persistentemente por debajo de los niveles acordes con su objetivo. Además, consideró que la simetría de su objetivo de inflación a medio plazo era un elemento importante para lograr un ajuste sostenido de la inflación hacia su objetivo. Por tanto, el Consejo de Gobierno creyó importante demostrar su determinación y su capacidad para actuar, así como que estaba preparado para imprimir un tono más expansivo a la política monetaria ajustando todos sus instrumentos de la forma más adecuada para alcanzar su objetivo de inflación. Asimismo, señaló que si las perspectivas de inflación a medio plazo continuaban por debajo del objetivo, actuaría con determinación y conforme a su compromiso de simetría en el objetivo de inflación. En consecuencia, en este contexto, el Consejo de Gobierno decidió reintroducir el denominado «sesgo expansivo» en sus indicaciones sobre la orientación futura de los tipos oficiales indicando que esperaba que los tipos de interés oficiales del BCE permanecieran en los niveles actuales o en niveles inferiores. Además, encargó a los comités del Eurosistema pertinentes que examinaran alternativas —entre otras, formas de reforzar las indicaciones sobre la orientación futura de los tipos de interés oficiales—, medidas de mitigación (como el diseño de un sistema de tramos para la remuneración de las reservas), y opciones en cuanto al tamaño y la composición de posibles nuevas compras netas de activos. Estos anuncios allanaron el camino a la posibilidad de aprobar un amplio paquete de medidas en la siguiente reunión del Consejo de Gobierno si las perspectivas de inflación no mejoraban de manera acorde con su objetivo.

Tercera ronda de expansión monetaria con un amplio paquete de medidas en respuesta a unas tasas de inflación persistentemente bajas

Las proyecciones de los expertos del BCE de septiembre de 2019 recogían una nueva revisión a la baja de las perspectivas de inflación. En general, el Consejo de Gobierno se vio confrontado con una prolongada desaceleración de la economía de la zona del euro, persistentes riesgos a la baja y unas perspectivas de inflación que permanecían por debajo de su objetivo de inflación a medio plazo. En concreto, las sucesivas y sustanciales revisiones a la baja de dichas perspectivas situaban la inflación esperada para 2021 en el 1,5 % en las proyecciones de septiembre de 2019, frente al 1,8 % en las proyecciones de diciembre de 2018. La nueva corrección a la baja de las perspectivas de inflación, pese a que las condiciones de financiación incorporadas a las proyecciones ya reflejaban grandes expectativas de adopción de medidas adicionales de expansión monetaria, hizo que las proyecciones de inflación se alejaran aún más de los niveles que el Consejo de Gobierno consideraba acordes con su objetivo. Los indicadores de la inflación subyacente se mantuvieron en valores moderados y los relativos a las expectativas de inflación permanecieron en niveles reducidos. En este contexto, el Consejo de Gobierno acordó que era necesaria una tercera ronda de medidas de expansión monetaria para respaldar el retorno de la inflación a una senda de convergencia sostenida hacia su objetivo. Por consiguiente, el Consejo de Gobierno adoptó las siguientes decisiones en septiembre:

Se consideró necesaria una amplia respuesta de política monetaria para respaldar el retorno de la inflación a una senda de convergencia sostenida hacia el objetivo a medio plazo

En primer lugar, decidió reducir el tipo de interés aplicable a la facilidad de depósito en 10 puntos básicos, hasta el –0,50 % (véase gráfico 17). Esta reducción fue acompañada de una reformulación de las indicaciones del Consejo de Gobierno sobre la senda esperada de los tipos de interés oficiales. El Consejo tenía expectativas de que los tipos de interés oficiales del BCE continuaran en los niveles actuales, o en niveles inferiores, hasta que observara una convergencia sólida de las perspectivas de inflación hacia un nivel suficientemente próximo, aunque inferior, al 2 %, en el horizonte de proyección, y dicha convergencia se reflejara de forma consistente en la evolución de la inflación subyacente.

Gráfico 17

Tipos de interés oficiales del BCE

(porcentajes)

Fuente: BCE.
Nota: Las últimas observaciones corresponden al 31 de diciembre de 2019.

En segundo lugar, el Consejo de Gobierno acordó reanudar las compras netas de bonos en el marco del APP a un ritmo mensual de 20 mm de euros a partir del 1 de noviembre (véase gráfico 18), con la expectativa de finalizarlas poco antes de comenzar a subir los tipos de interés oficiales del BCE. También reiteró que continuaría reinvirtiendo íntegramente el principal de los valores adquiridos en el marco del APP que vayan venciendo durante un período prolongado tras la fecha en la que empiece a subir los tipos de interés oficiales del BCE y, en todo caso, durante el tiempo que sea necesario para mantener unas condiciones de liquidez favorables y un amplio grado de acomodación monetaria.

Gráfico 18

Compras netas mensuales de activos y amortizaciones totales en el marco del APP en 2019

(mm de euros)

Fuente: BCE.
Notas: Compras netas mensuales a su valor contable e importes de amortización mensuales. Durante la fase de reinversión, el Eurosistema se ajusta al principio de neutralidad de mercado mediante una implementación fluida y flexible. A tal fin, la reinversión de las amortizaciones del principal se distribuye durante el año para permitir una presencia estable y equilibrada en el mercado. Además, las compras netas adicionales de activos se pueden distribuir en meses cercanos, para compensar la caída esperada de la actividad en los mercados en meses concretos (por ejemplo, en diciembre). En consecuencia, las compras netas mensuales no coinciden exactamente con el objetivo mensual. Las últimas observaciones corresponden al 31 de diciembre de 2019.

En tercer lugar, decidió reajustar la tercera serie de TLTRO ofreciendo a las entidades participantes en las operaciones un tipo de interés más atractivo (a las entidades que superaran un valor de referencia mínimo del crédito se les aplicaría un tipo de interés que podría ser tan bajo como el tipo de interés medio de la facilidad de depósito durante el período de vigencia de la operación) y un plazo de vencimiento mayor (tres años, en lugar de dos). Las condiciones más favorables de las TLTRO aspiraban a mantener unas condiciones de financiación favorables, a asegurar la transmisión fluida de la política monetaria y a respaldar en mayor medida la orientación acomodaticia de la política monetaria.

Por último, con el fin de salvaguardar el canal bancario de trasmisión de la política monetaria se introdujo un sistema de dos tramos para la remuneración de las reservas, según el cual la remuneración negativa del tipo de la facilidad de depósito no se aplicará a una parte del exceso de liquidez de las entidades de crédito.

Todos los componentes del paquete de medidas acordadas en la reunión de política monetaria del Consejo de Gobierno de septiembre se concibieron con el fin de complementarse mutuamente para proporcionar un estímulo monetario y respaldar la convergencia de la inflación hacia el objetivo del Consejo de Gobierno. La reducción del tipo de interés de la facilidad de depósito y el reforzamiento de las indicaciones condicionadas a la situación económica sirvieron para anclar los tipos de interés a corto y a medio plazo, que son importantes para fijar el coste de financiación de los préstamos a empresas en la zona del euro. La reanudación de las compras netas de activos y el horizonte de reinversión previsto anclaron los tipos de interés a medio y a largo plazo, que son relevantes para establecer el coste de financiación de los préstamos hipotecarios a hogares. Las operaciones TLTRO III se reajustaron, con el fin de mantener unas condiciones de financiación bancaria favorables, asegurar una transmisión fluida de la política monetaria e incentivar a las entidades de crédito para que mantengan el flujo de crédito a sus clientes. Por último, el sistema de dos tramos para la remuneración de las reservas se diseñó para aliviar el coste directo de los tipos de interés negativos para las entidades de crédito, con el objetivo de brindar apoyo al canal bancario de transmisión de la política monetaria. En consecuencia, las condiciones de financiación de mercado más favorables continuaron trasladándose a las condiciones de financiación aplicadas a las empresas y los hogares.

Seguimiento de la evolución de la inflación ante una estabilización tentativa de las perspectivas de crecimiento, mientras que se mantiene la disposición a actuar

Al final de 2019, después de aplicar medidas de relajación de la política monetaria en tres ocasiones durante el año, los indicadores de la inflación subyacente se mantenían en niveles moderados, en general, y el ritmo de crecimiento de la zona del euro continuaba siendo débil, aunque se observaban algunos signos incipientes de estabilización de la desaceleración del crecimiento y de un ligero aumento de la inflación subyacente acorde con proyecciones anteriores. En vista de esta evolución, y dado que el impacto pleno de todas las medidas adoptadas tardó un tiempo en materializarse, en su reunión de diciembre, el Consejo de Gobierno anunció que estaba realizando un atento seguimiento de la evolución de la inflación y de la transmisión a la economía de las medidas de política monetaria adoptadas en septiembre. En cualquier caso, recalcó que seguía estando preparado para ajustar todos sus instrumentos de la manera adecuada, a fin de asegurar el avance de la inflación hacia su objetivo de forma sostenida, en línea con su compromiso de simetría.

En vista de las persistentes incertidumbres y riesgos a la baja, durante 2019 se aplicaron sustanciales medidas adicionales orientadas a aumentar el grado de acomodación monetaria. Todos los elementos de las medidas continuaron funcionando conjuntamente y contribuyeron a que los costes de financiación bancaria siguieran disminuyendo (véase gráfico 19). Las condiciones de financiación muy favorables de los bancos se trasladaron al conjunto de la economía, y las condiciones de financiación de las empresas y los hogares se situaron en mínimos históricos o próximas a dichos niveles (véase gráfico 20). Todas las decisiones adoptadas a lo largo de 2019 ayudaron a mantener el amplio grado de acomodación monetaria resultante de las medidas introducidas desde 2014 y siguieron promoviendo la mejora de la evolución económica de la zona del euro.

Gráfico 19

Coste sintético de la financiación de la deuda de las entidades de crédito

(coste sintético de la financiación mediante depósitos y mediante deuda no garantizada; porcentajes)

Fuentes: BCE, Markit iBoxx y cálculos del BCE.
Notas: El coste sintético de los depósitos se calcula como una media de los tipos de interés de las nuevas operaciones de depósitos a la vista, depósitos a plazo y depósitos con preaviso, ponderada por los correspondientes saldos vivos. Las últimas observaciones corresponden al 31 de diciembre de 2019.

Gráfico 20

Tipos de interés sintéticos de los préstamos bancarios concedidos a las sociedades no financieras y a los hogares

(porcentajes)

Fuente: BCE.
Notas: Los tipos de interés sintéticos de los préstamos bancarios se calculan agregando los tipos a corto y a largo plazo, utilizando una media móvil de 24 meses del volumen de nuevas operaciones. Las últimas observaciones corresponden al 31 de diciembre de 2019.

2.2 Evolución del balance del Eurosistema en el contexto de la reanudación de las compras netas de activos

El tamaño del balance del Eurosistema no varió en 2019

Desde que se inició la crisis financiera mundial en 2007-2008, el Eurosistema ha adoptado una serie de medidas de política monetaria convencionales y no convencionales que, con el tiempo, han tenido un impacto directo en el tamaño y la composición del balance del Eurosistema. Las medidas no convencionales han incluido operaciones de financiación con plazo de vencimiento inicial de hasta cuatro años para proporcionar financiación a las entidades de contrapartida, así como compras de activos emitidos por entidades privadas y públicas (en el marco del APP). En diciembre de 2018, el Eurosistema puso fin a las compras netas de activos efectuadas en el contexto del APP y en 2019 reinvirtió íntegramente el principal de los valores adquiridos en este programa según fueron venciendo. El 1 de noviembre de 2019, el Eurosistema reanudó las compras netas de activos a un ritmo medio mensual de 20 mm de euros. Al final de 2019, el tamaño del balance del Eurosistema se situaba en 4,7 billones de euros, sin variación con respecto al nivel del final de 2018.

Al final de 2019, las partidas del activo relacionadas con la política monetaria ascendían a 3,3 billones de euros, lo que representaba el 70 % de los activos totales del balance del Eurosistema (frente al 72 % al final de 2018). Estas partidas incluyen préstamos concedidos a entidades de crédito de la zona del euro, que constituían el 13 % de los activos totales (el 16 % al final de 2018), y valores adquiridos con fines de política monetaria, que constituían alrededor del 56 % de los activos totales (sin variación con respecto al final de 2018) (véase gráfico 21). El resto de activos financieros del balance eran principalmente activos en moneda extranjera y oro en poder del Eurosistema, y carteras denominadas en euros no relacionadas con operaciones de política monetaria.

En cuanto al pasivo, el importe total de las tenencias de reservas de las entidades de contrapartida y el recurso a la facilidad de depósito permanecieron prácticamente sin cambios en 2 billones de euros y constituían el 39 % del pasivo al final de 2019, sin variación con respecto al final de 2018. Después del anuncio del establecimiento de un sistema de dos tramos para la remuneración de las reservas, que comenzó a aplicarse el 30 de octubre de 2019, se produjo una transferencia sustancial de los saldos de efectivo de las entidades de contrapartida del Eurosistema hacia las tenencias de reservas en detrimento del recurso a la facilidad de depósito. Al final de 2019, esta última representaba el 15 % de las tenencias totales de efectivo de las entidades de contrapartida en el Eurosistema, frente al 34 % al final de 2018. Los billetes en circulación se incrementaron en línea con la tendencia histórica de crecimiento y suponían el 28 % del pasivo al final de 2019, en comparación con el 26 % al final de 2018. Otros pasivos, incluidos el capital y las cuentas de revalorización, representaban el 34 %, sin variación con respecto al final de 2018 (véase gráfico 21).

Gráfico 21

Evolución del balance consolidado del Eurosistema

(mm de euros)

Fuente: BCE.
Notas: Las cifras positivas se refieren a los activos y las negativas a los pasivos. La línea que muestra el exceso de liquidez se presenta como una cifra positiva, aunque se refiere a la suma de las siguientes partidas del pasivo: saldos en cuenta corriente por encima de las exigencias de reservas y recurso a la facilidad de depósito.

Vencimiento medio de las carteras del APP y distribución por activos y jurisdicciones

El APP está integrado por cuatro programas de compras de activos vigentes: el tercer programa de adquisiciones de bonos garantizados (CBPP3, por sus siglas en inglés), el programa de compras de bonos de titulización de activos (ABSPP, por sus siglas en inglés), el programa de compras de valores públicos (PSPP, por sus siglas en inglés) y el programa de compras de bonos corporativos (CSPP, por sus siglas en inglés). Tras las decisiones del Consejo de Gobierno, los objetivos de compras netas mensuales del APP han ido cambiando con el tiempo.

Al final de 2019, las tenencias de valores adquiridos en el marco del APP ascendían a 2,6 billones de euros

Al final de 2019, las tenencias de valores adquiridos en el marco del APP ascendían a 2,6 billones de euros (a coste amortizado). El ABSPP representaba el 1 % (28 mm de euros), el CBPP3 el 10 % (264 mm de euros) y el CSPP el 7 % (185 mm de euros) del total de las tenencias de valores del marco del APP. Entre los programas de compra de activos del sector privado, el CSPP fue el que más contribuyó al aumento de las tenencias de valores del APP en los dos últimos meses de 2019, con compras netas por importe de 7,7 mm de euros. En el CSPP, las adquisiciones se efectúan basándose en una cartera de referencia que refleja la capitalización de mercado del universo de bonos admisibles.

El PSPP representaba el 82 % del total de los valores mantenidos en el marco del APP

El PSPP constituía la parte más grande del APP con 2,1 billones de euros o el 82 % del total de los valores mantenidos en el marco del APP al final de 2019, la misma proporción que al final de 2018. En el PSPP, la asignación de las compras por jurisdicciones se determinó en función de la clave en el capital del BCE y sobre la base de las tenencias acumuladas. Dentro de las cuotas individuales asignadas a cada banco central nacional (BCN) de la zona del euro, los BCN tenían flexibilidad para elegir entre valores de la administración central, regional y local, y valores emitidos por agencias establecidas en las respectivas jurisdicciones. Algunos BCN adquirieron también valores emitidos por instituciones supranacionales de la UE. El BCE no compró valores representativos de deuda emitidos por instituciones supranacionales de la UE ni valores de la administración regional. El vencimiento medio ponderado de los valores del PSPP se situaba en 7,12 años al final de 2019, algo menos que los 7,37 años del final de 2018, con algunas variaciones entre jurisdicciones[23].

El Eurosistema reinvirtió los pagos de principal de los valores adquiridos en el marco del APP a medida que fueron venciendo. Las amortizaciones efectuadas en el marco de los programas de compra de activos del sector privado ascendieron a 37,2 mm de euros en 2019, mientras que las realizadas en el contexto del PSPP ascendieron a 167,3 mm de euros[24]. Los activos adquiridos en el PSPP, el CSPP y el CBPP3 siguieron estando disponibles para operaciones de préstamo de valores[25], con el fin de respaldar la liquidez en los mercados de renta fija y de cesiones temporales (repos)[26].

Evolución de las operaciones de financiación del Eurosistema

El saldo vivo de las operaciones de financiación del Eurosistema se ha reducido en 109,3 mm de euros desde el final de 2018, y al final de 2019 se situó en 624,1 mm de euros. Esta reducción es atribuible, en gran parte, a los reembolsos voluntarios por importe de 208 mm de euros de la serie TLTRO II. La adjudicación de 101,1 mm de euros en las dos primeras operaciones de la serie TLTRO III solo compensó parcialmente la disminución de las operaciones de financiación vivas como consecuencia de los reembolsos de las TLTRO II. El vencimiento medio ponderado de las operaciones de financiación vivas del Eurosistema descendió de alrededor de 1,8 años al final de 2018 a aproximadamente 1,2 años al final de 2019.

2.3 Mitigación de los riesgos financieros asociados al APP a través de los marcos adecuados

La eficiencia en la gestión de riesgos es un principio fundamental de la función de gestión de riesgos del Eurosistema

El principal objetivo de la reanudación de las compras netas de activos en el marco del APP es respaldar la sólida convergencia de la inflación hacia el objetivo a medio plazo del Consejo de Gobierno. Asimismo, las compras de activos deben ser necesarias y proporcionadas, con el objeto de cumplir el mandato del BCE y lograr su objetivo de estabilidad de precios. Cuando existen varias opciones para cumplir los objetivos de política monetaria, la opción elegida debe ser eficiente desde las perspectivas tanto operativa como del riesgo. En ese contexto, la función de gestión de riesgos del Eurosistema trata de lograr la eficiencia con el fin de alcanzar los objetivos de política monetaria con el menor riesgo posible para el Eurosistema[27].

Las compras simples de activos requieren marcos específicos de control de los riesgos

Todos los instrumentos de política monetaria, incluidas las compras simples de activos, conllevan riesgos financieros de cuya gestión y control se ocupa el Eurosistema. Las compras simples de activos requieren marcos específicos de control de los riesgos financieros que dependen de los objetivos concretos de política monetaria y de las características y los perfiles de riesgo de las categorías de activos involucrados. Cada uno de estos marcos está integrado por criterios de admisión, sistemas de evaluación del riesgo de crédito y procedimientos de diligencia debida, sistemas de valoración, carteras de referencia y límites. Los marcos de control de los riesgos del APP se aplican a las adquisiciones de activos adicionales, a la reinversión del principal de los valores del APP que van venciendo y a las tenencias de valores adquiridos en el marco del APP mientras estén en el balance del Eurosistema.

Los marcos de control de los riesgos no solo sirven para mitigar los riesgos financieros, sino que también contribuyen a la consecución de los objetivos de política monetaria dirigiendo las compras de activos hacia una asignación neutral para el mercado y diversificada. Además, al diseñar los marcos de control de riesgos también se tienen en cuenta riesgos no financieros como los riesgos legales, operacionales y reputacionales.

A continuación se describen los marcos actuales de control de los riesgos financieros que rigen la ejecución del APP[28]. En el cuadro 1 se presenta un resumen de los principales elementos de los marcos aplicables.

Cuadro 1

Principales elementos de los marcos de control de riesgos del APP

Fuente: BCE.
Notas: CQS se refiere al nivel o categoría de calidad crediticia en la escala de calificación armonizada del Eurosistema (véase el sistema de evaluación del crédito del Eurosistema), y CAC a las cláusulas de acción colectiva.
1) Los ABS con calificación inferior a la categoría 2 de calidad crediticia deben cumplir requisitos adicionales, entre ellos, los siguientes: i) no pueden utilizarse préstamos dudosos para respaldar el ABS en el momento de la emisión ni añadirse durante la vida del ABS, ii) los activos que generan flujos financieros que respaldan los ABS no deben estar estructurados, sindicados o apalancados, y iii) debe contener disposiciones que garanticen la continuidad del servicio de administración de los activos titulizados.

2) Véase la página «Implementation aspects of the public sector purchase programme (PSPP)» en el sitio web del BCE.

Criterios de admisión en las compras simples de activos

Los criterios de admisión se aplican a todas las categorías de activos

En las compras simples de activos únicamente son admisibles activos negociables aceptados como garantía en las operaciones de crédito del Eurosistema. Los criterios de admisión de los activos de garantía en dichas operaciones están establecidos en el marco general de instrumentos de política monetaria. Entre otros, los activos admisibles deben cumplir criterios de alta calidad crediticia, en concreto, han de tener al menos una calificación crediticia[29] otorgada por una agencia externa de evaluación de crédito (ECAI, por sus siglas en inglés) aceptada en el sistema de evaluación del crédito del Eurosistema (ECAF, por sus siglas en inglés) que corresponda a la categoría 3 de calidad crediticia en la escala de calificación armonizada del Eurosistema o a una categoría superior (categorías 1 y 2 de calidad crediticia). Además, los activos han de estar denominados en euros y deben emitirse y liquidarse en la zona del euro. En el caso de los bonos de titulización de activos (ABS, por sus siglas en inglés), los deudores de los respectivos activos deben estar ubicados principalmente en la zona del euro.

Además de los criterios de admisión anteriormente indicados, se aplican otros criterios específicos en función del programa de compras. Por ejemplo, en el PSPP y en el CSPP existen restricciones al vencimiento mínimo y máximo. En el caso del CSPP, no pueden adquirirse activos emitidos por entidades de crédito o por emisores cuya matriz sea una entidad de crédito. Además, en el CSPP y el CBPP3, los activos emitidos por entidades de terminación gradual y sociedades de gestión de activos quedan excluidos de las compras. En el CBPP3, los valores deben cumplir las condiciones necesarias para su aceptación como activos de garantía de uso propio en las operaciones de crédito del Eurosistema, es decir, pueden ser utilizados como garantía por la entidad de crédito emisora[30]. Asimismo, desde el 1 de enero de 2019 no pueden adquirirse bonos garantizados que tengan amortización condicional por traspaso de cobros (conditional pass-through). Por otra parte, las compras de activos no deben eludir el cumplimiento de las normas que prohíben la financiación monetaria a favor de las autoridades públicas, como establece el artículo 123, apartado 1, del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea.

Evaluación del riesgo de crédito y procedimientos de diligencia debida

Se llevan a cabo de forma continuada evaluaciones del riesgo de crédito y procedimientos de diligencia debida

En los programas de compra de activos del sector privado, el Eurosistema lleva a cabo de forma continuada evaluaciones del riesgo de crédito y procedimientos de diligencia debida adecuados al conjunto de valores susceptibles de ser adquiridos. Los marcos de seguimiento se establecen empleando ciertos indicadores de riesgo. Estas evaluaciones y procedimientos siguen el principio de proporcionalidad, según el cual los activos de mayor riesgo se someten a un análisis más exhaustivo. En caso necesario pueden aplicarse medidas adicionales de gestión de los riesgos, también sujetas al principio de proporcionalidad, en concreto limitaciones o la suspensión de las compras y, en casos extraordinarios, incluso ventas de activos, que requieren una valoración caso por caso por parte del Consejo de Gobierno.

Sistemas de valoración

Los sistemas de valoración garantizan que las adquisiciones de activos se realicen a precios de mercado

Los sistemas de valoración del APP garantizan que las compras de activos se realicen a precios de mercado, con el fin de minimizar las distorsiones en los mercados y contribuir a alcanzar la eficiencia en la gestión de riesgos. Estos sistemas tienen en cuenta los precios de mercado disponibles, la calidad de los precios y los valores razonables. También se llevan a cabo comprobaciones ex post para determinar si los precios de las operaciones a los que se realizaron las compras reflejaban los precios de mercado en la fecha de las operaciones.

En todos los programas de compra de activos se pueden adquirir instrumentos de deuda con rentabilidad negativa, incluidos, en la medida en que sea necesario, aquellos con rendimientos inferiores al tipo de interés de la facilidad de depósito[31].

Carteras de referencia

Las carteras de referencia se utilizan para asegurar la diversificación

Se utilizan carteras de referencia para asegurar la diversificación y contribuir a mitigar los riesgos. En los programas de compra de activos del sector privado, la composición de estas carteras se guía por la capitalización de mercado del conjunto de activos que pueden adquirirse, es decir, los saldos vivos nominales de los activos admisibles que cumplan determinadas consideraciones de riesgo. En el caso del PSPP, la clave de capital del BCE guía la asignación de las compras entre las distintas jurisdicciones en relación con los saldos.

Límites

Los límites por emisión y por emisor son una herramienta eficaz para limitar la concentración de riesgos

En el APP se aplica un marco de límites. La calibración de los límites por emisión y por emisor[32] tiene en cuenta consideraciones de política monetaria, operacionales, legales y relativas a la gestión de los riesgos. Los límites se ajustan en función de la categoría de activos, diferenciando entre activos del sector público y del sector privado.

En el PSPP se aplican límites por emisión y por emisor para salvaguardar el correcto funcionamiento de los mercados y la formación de precios, limitar la concentración de riesgos y velar por que el Eurosistema no se convierta en el principal acreedor de los Gobiernos de los países de la zona del euro. En el caso de la deuda supranacional, el límite por emisión es el 50 % del saldo vivo de los valores emitidos. Para los demás valores admitidos en este programa, el límite por emisión se ha fijado en el 33 % del saldo vivo de los valores emitidos, sujeto a una verificación, caso por caso, de que las compras no conduzcan a una situación en la que el Eurosistema tenga una minoría de bloqueo a efectos de las cláusulas de acción colectiva. En caso contrario, el límite por emisión es el 25 %. Para los valores emitidos por instituciones supranacionales, el límite por emisor se ha fijado en el 50 % del saldo vivo de los activos admisibles emitidos por la institución respectiva, y para los demás emisores admisibles, en el 33 %.

En el caso de los programas de compra de activos del sector privado, el límite por emisión se ha fijado en un máximo del 70 %. En el CSPP se aplican límites por emisión más bajos en casos específicos, por ejemplo, a los valores emitidos por empresas públicas, que reciben un tratamiento coherente con el aplicado en el PSPP. Aparte de los límites por emisión, en el CBPP3 y el CSPP se aplican límites por emisor. En concreto, en el CSPP, estos límites se definen con arreglo a una cartera de referencia basada en la capitalización de mercado del grupo emisor, con el fin de garantizar la diversificación en la asignación de las adquisiciones. Además, se pueden aplicar límites más bajos si se considera necesario en función del resultado de la evaluación del riesgo de crédito y de los procedimientos de diligencia debida, como se ha explicado anteriormente.

3 El sector financiero de la zona del euro: creciente capacidad de resistencia de las entidades de crédito en un contexto de riesgos

El sector financiero de la zona del euro continuó afrontando un panorama de riesgos complejo en 2019. Por una parte, varios factores contribuyeron a la estabilidad financiera, entre ellos, el crecimiento de la economía y la sólida capitalización de las entidades de crédito de la zona. Por otra, los crecientes riesgos a la baja para el crecimiento futuro afectaron al entorno de la estabilidad financiera. La elevada asunción de riesgos en los mercados financieros e inmobiliarios siguió incrementando las vulnerabilidades de los precios de los activos, al tiempo que los riesgos continuaron aumentando en el creciente sector financiero no bancario. En este contexto, los países de la zona del euro, previa consulta con el BCE, aplicaron una serie de medidas macroprudenciales para mitigar y reforzar la capacidad de resistencia frente a los riesgos sistémicos. Además, la Supervisión Bancaria del BCE adoptó medidas microprudenciales y contribuyó a la estabilidad del sector bancario europeo. En 2019, el BCE también mantuvo su participación en el debate sobre la culminación de la unión bancaria y el avance hacia de la unión de los mercados de capitales, y destacó la importancia de desarrollar herramientas para mitigar los riesgos en el sector financiero no bancario.

3.1 El entorno de la estabilidad financiera en 2019

El entorno de la estabilidad financiera siguió afrontando retos en 2019. Las perspectivas económicas mundiales se deterioraron durante el año, y la elevada incertidumbre política y de política económica generó importantes riesgos a la baja. Con este telón de fondo, los mercados se vieron cada vez más impulsados por las expectativas de relajación adicional de la política monetaria y por la búsqueda de activos seguros, lo que se tradujo en una caída significativa de los rendimientos de la deuda soberana y de la renta fija privada con mejor calificación crediticia. Este contexto de tipos de interés bajos (e incluso negativos) y de reducidos rendimientos de los activos seguros comprometió la rentabilidad de las instituciones financieras. En respuesta, los fondos de inversión y las empresas de seguros asumieron mayores riesgos. El panorama de deterioro del crecimiento y el entorno asociado de expectativas de tipos de interés «más bajos durante más tiempo» debilitaron en mayor medida las perspectivas de rentabilidad bancaria. No obstante, las entidades de crédito se vieron apoyadas por las menores dificultades de financiación, en un contexto de costes de financiación más reducidos y de mejor acceso a los mercados de renta fija, y se mantuvieron adecuadamente capitalizadas, con una ratio de capital de nivel 1 ordinario (CET1) del 14,2 %.

Se identificaron cuatro vulnerabilidades principales para la estabilidad financiera

En 2019, el BCE identificó cuatro vulnerabilidades principales para la estabilidad financiera de la zona del euro en los dos próximos años, que se describieron en su informe semestral Financial Stability Review (véase figura 1).

Figura 1

Principales vulnerabilidades para la estabilidad financiera de la zona del euro

Fuente: BCE.
Nota: Análisis de la estabilidad financiera a 20 de noviembre de 2019.

  • En primer lugar, en 2019, las vulnerabilidades de los precios de los activos continuaron siendo considerables, y el BCE señaló el riesgo de una corrección de los precios en los mercados financieros mundiales de carácter disruptivo. La búsqueda de rentabilidad se intensificó durante el año y las cotizaciones de la zona del euro aumentaron alrededor de un 20 %, pese a la disminución de los beneficios empresariales y al deterioro del entorno macroeconómico, y menos del 10 % de los valores de renta fija en circulación en todo el mundo ofrecieron rentabilidades del 3 % o superiores. Por tanto, persistió el riesgo de correcciones bruscas en los mercados de renta variable y en los de renta fija de baja calificación, especialmente ante la elevada incertidumbre económica y política. Apoyados por el entorno de tipos de interés reducidos, los precios inmobiliarios de la zona del euro continuaron subiendo en 2019. Los avisos y recomendaciones de la Junta Europea de Riesgo Sistémico referentes a las vulnerabilidades del sector inmobiliario residencial sugerían que la prolongación de la intensa dinámica de los precios, junto con el crecimiento relativamente vigoroso de los préstamos hipotecarios y el alto endeudamiento de los hogares, representaban vulnerabilidades importantes en algunos países (véase sección 3.2).
  • En segundo lugar, la inquietud en torno a la sostenibilidad de la deuda pública y privada persistió en varios países, con la deuda del sector público y del sector privado no financiero situada a menudo en niveles elevados en términos históricos e internacionales. Aunque los reducidos costes de financiación aliviaron las presiones sobre la sostenibilidad de la deuda a corto plazo, las finanzas públicas y privadas continuaron expuestas al riesgo de un cambio repentino en el sentimiento de los mercados o de deterioro de las condiciones macroeconómicas. Una corrección brusca al alza de los tipos de interés desde los niveles muy bajos actuales podría ser especialmente perjudicial para los hogares y las sociedades no financieras de países con un predominio de préstamos a tipo variable.
  • En tercer lugar, las vulnerabilidades del sector bancario de la zona del euro aumentaron. En 2019 se mantuvo la reducida rentabilidad de las entidades de crédito de la zona, y las expectativas de rentabilidad se debilitaron en un entorno de deterioro de las perspectivas de crecimiento y de persistencia de bajos tipos de interés. Aunque el volumen de préstamos dudosos siguió disminuyendo a un ritmo moderado, eran precisas mejoras adicionales en algunas partes del sector bancario. El exceso de capacidad y las ineficiencias de costes también continuaron lastrando las perspectivas de rentabilidad a largo plazo de muchas entidades de crédito.
  • En cuarto lugar, la mayor asunción de riesgos hizo que las vulnerabilidades en el sector financiero no bancario continuaran creciendo. Los fondos de inversión y las empresas de seguros siguieron asumiendo riesgos ante la caída de los rendimientos de los activos con mejor calificación crediticia. Al mismo tiempo, la disminución de los activos muy líquidos y el elevado apalancamiento en el sector de fondos de inversión generaron preocupación acerca de la posibilidad de reembolsos repentinos y cuantiosos y de un comportamiento inversor que podrían intensificar la volatilidad de los mercados.

Durante 2019, el BCE también señaló otras vulnerabilidades más allá del corto y del medio plazo que podrían tener un impacto negativo en el sector financiero. En particular, se redoblaron los esfuerzos para evaluar los efectos del cambio climático en la estabilidad financiera y se mejoró la comunicación sobre este tema. El BCE pretende contribuir, en el marco de su mandato, a los esfuerzos generales para mitigar los posibles efectos negativos del cambio climático, centrándose en varias áreas esenciales (véase recuadro 3). En cuanto a las medidas adoptadas para minimizar su propio impacto medioambiental, el BCE redujo un 74 % las emisiones de carbono por puesto de trabajo entre 2008 y 2018 (véase también el recuadro 3). Asimismo, durante 2019, el BCE analizó las implicaciones del desarrollo de la tecnología financiera a nivel micro y macroprudencial (véase recuadro 4).

Recuadro 3
El BCE y el cambio climático

Los riesgos climáticos (también denominados riesgos relacionados con el calentamiento global) han adquirido una importancia creciente para el sistema financiero y la economía en general a través de dos canales principales: los riesgos físicos y los riesgos de transición. Los primeros están relacionados, entre otras cosas, con la mayor gravedad y frecuencia de los fenómenos meteorológicos adversos. La materialización de estos riesgos incide negativamente en el valor de los activos, en los precios de los bienes y de las garantías en las áreas afectadas y, en consecuencia, genera pérdidas para muchos agentes, incluidas las empresas de seguros, las entidades de crédito y otras instituciones financieras. Los riesgos físicos ya se están haciendo realidad y están aumentando en todo el mundo[33]. Los riesgos de transición se asocian a los posibles efectos colaterales y costes de las políticas orientadas a mitigar el riesgo climático. El consiguiente ajuste hacia una economía baja en carbono puede realizarse de manera ordenada o desordenada. Por ejemplo, la introducción repentina de políticas o el impacto de las nuevas tecnologías podrían plantear riesgos de mercado para las entidades de crédito y para otros inversores, debido a caídas inesperadas de los precios de los activos y a posibles ventas forzadas de activos intensivos en carbono. Además, la transición o las políticas relacionadas pueden reducir la rentabilidad de empresas intensivas en carbono, lo que incrementaría los riesgos de crédito de las entidades expuestas a estos sectores. Esto también podría provocar pérdidas de producción y cambios en los precios relativos.

Las autoridades competentes deben tomar una decisión sobre cómo abordar el cambio climático: pueden poner en marcha ahora políticas de mitigación de los riesgos climáticos con un coste potencialmente elevado para asegurar una transición a tiempo y ordenada hacia una economía baja en carbono, o no adoptar medidas y correr el riesgo de tener que hacer frente al escenario de «tragedia del horizonte» en el que los riesgos relacionados con el clima se afrontarán demasiado tarde y en el que podrían materializarse de forma simultánea considerables riesgos de transición y físicos[34]. Ya se ha reconocido que, aunque las externalidades medioambientales deberían corregirse principalmente con políticas óptimas (first-best policies), como los impuestos, es preciso que todas las autoridades reflexionen sobre la respuesta apropiada al cambio climático y a los riesgos asociados en su ámbito de competencia[35]. En su revisión de la estrategia de política monetaria, el BCE considerará la posible implicación del Eurosistema en la lucha contra los riesgos derivados del cambio climático y decidirá si, actuando de conformidad con su mandato, puede contribuir y cómo.

En este contexto, el BCE puede contribuir, en el marco de su mandato, a los esfuerzos generales para mitigar los posibles efectos negativos del cambio climático en las áreas en las que puede ser más efectivo y en las que sea factible desde el punto de vista operativo. Más concretamente, las iniciativas del BCE se centran en las siguientes áreas clave: 1) mejorar el análisis económico, los modelos de predicción y la evaluación de riesgos; 2) desarrollar métodos de seguimiento y evaluación de los riesgos para la estabilidad financiera, incluidas pruebas de resistencia que incorporen los riesgos relacionados con el cambio climático; 3) la supervisión bancaria; 4) integrar consideraciones relativas al cambio climático en sus actividades de inversión y de negocio; 5) analizar el impacto del cambio climático en la orientación de la política monetaria; 6) apoyar a los foros internacionales y de la UE, así como a los legisladores y a los organismos reguladores, en su trabajo para abordar los riesgos derivados del cambio climático e incluir consideraciones de sostenibilidad en los procesos de toma de decisiones financieras, y 7) proteger el medio ambiente a través de su sistema de gestión medioambiental.

1. Análisis económico, modelos de predicción y evaluación de riesgos

Para el BCE, la necesidad de tener en cuenta los efectos del cambio climático y de las políticas en este ámbito es importante y está cobrando mayor relevancia en su análisis de las perspectivas de estabilidad de precios en el marco de la definición de su política monetaria. En este contexto, el cambio climático formará parte de la próxima revisión de la estrategia de política monetaria. El BCE ya ha tomado en consideración el impacto de perturbaciones asociadas al cambio climático y las políticas relacionadas en su análisis económico. Las políticas tecnológicas y las políticas fiscales orientadas a mitigar el cambio climático y a adaptarse al mismo, como los impuestos al carbono, suelen afectar directamente a los precios. El impacto sobre la inflación también puede ser indirecto, vía las condiciones de oferta y de demanda de la economía, lo que a su vez incide en la inversión y en el crecimiento de la productividad. Estas necesarias políticas respetuosas con el medio ambiente también causan, por tanto, un efecto en los saldos presupuestarios de los países y en los costes operativos de las empresas de sectores expuestos, lo que, en última instancia, tiene repercusiones para el proceso de fijación de precios. El propio cambio climático también puede dar lugar a una transformación gradual del comportamiento y de las pautas de consumo de los hogares, con implicaciones para la evolución del crecimiento, tanto en lo que respecta a la media como a la volatilidad del crecimiento del producto. A la larga, estos efectos se traducen en impactos sobre la riqueza y sobre el producto potencial. El BCE está analizando cada vez más las repercusiones macroeconómicas del cambio climático y de las políticas públicas relacionadas. Las conclusiones de este trabajo tienen como objetivo integrar mejor estos aspectos en el análisis económico que efectúa periódicamente el BCE, en los modelos de predicción y en la evaluación de riesgos. También se están considerando las implicaciones del cambio climático para los canales de transmisión de la política monetaria y para el análisis monetario, y en especial para la provisión de crédito.

2. Seguimiento y análisis de los riesgos para la estabilidad financiera

Como parte del proceso de adaptación al cambio climático, el BCE realiza un seguimiento activo de los riesgos físicos y de transición de las entidades de crédito, y también de los de las entidades financieras no bancarias. Para ello ha sido necesario conocer y vigilar de forma suficientemente detallada la intensidad en carbono de las carteras de las entidades de crédito a nivel de empresa basándose en las exposiciones a sociedades no financieras y en las emisiones de carbono[36]. De forma paralela se está trabajando en el desarrollo de un marco analítico para llevar a cabo una prueba de resistencia piloto centrada en el riesgo climático para el sector bancario de la zona del euro que tendrá un carácter macroprudencial[37]. Cabe destacar que en estos trabajos han participado todos los países del Espacio Económico Europeo en el marco de un grupo conjunto que trabaja en un proyecto de seguimiento de los riesgos climáticos. El grupo, que reporta al Comité Técnico Consultivo de la Junta Europea de Riesgo Sistémico y al Comité de Estabilidad Financiera del Sistema Europeo de Bancos Centrales, tiene dos objetivos: i) implementar un marco de seguimiento de riesgos sistémicos relacionados con el clima, e ii) identificar escenarios prospectivos para analizar los riesgos climáticos y los canales de transmisión en una prueba de resistencia. En vista de que el reto del clima es de carácter global, es esencial desarrollar un entendimiento común de los riesgos financieros asociados al cambio climático. A este respecto, el BCE y varios bancos centrales nacionales del Eurosistema son miembros de la Network for Greening the Financial System (NGFS), y están desempeñando una importante función en los incipientes trabajos dirigidos a evaluar los riesgos para la estabilidad financiera derivados del cambio climático junto con el Consejo de Estabilidad Financiera (FSB, por sus siglas en inglés) y el Comité de Supervisión Bancaria de Basilea (CSBB).

3. Supervisión bancaria

Los riesgos climáticos son un importante factor de riesgo para el sistema bancario de la zona del euro[38]. En las encuestas a entidades de crédito (que representaban alrededor del 44 % de los activos totales del sector bancario de la zona) llevadas a cabo por el BCE en 2019 se llegó a la conclusión de que las entidades de la zona del euro están participando cada vez más en iniciativas conjuntas del sector para mejorar sus propias metodologías de medición de los riesgos climáticos y contribuir a que se divulgue más información y que sea más fácil de comparar. El BCE considera que las entidades deben adoptar un enfoque estratégico a su debido tiempo para tener en cuenta estos riesgos, en consonancia con los mensajes y las expectativas recogidos en el Action plan on sustainable finance (plan de acción sobre finanzas sostenibles), que la Autoridad Bancaria Europea (ABE) publicó en diciembre de 2019. El BCE está colaborando activamente con las autoridades competentes nacionales, con organismos reguladores del sector financiero (como la ABE y el CSBB), así como con otros bancos centrales y supervisores (principalmente a través de la NGFS) con miras a seguir desarrollando su enfoque supervisor de los riesgos climáticos[39].

4. Operaciones de inversión

El BCE contribuye a los esfuerzos para combatir el cambio climático a través de sus propias decisiones de inversión. El fondo de pensiones de sus empleados sigue una política de inversiones sostenibles, que trata de reducir la huella de carbono del BCE. Por lo que respecta a la cartera del fondo de pensiones del personal, el amplio abanico y el horizonte a largo plazo de las inversiones permiten aplicar una política de inversión sostenible y responsable (ISR), basada en la exclusión selectiva y en orientaciones sobre el voto por delegación. El BCE ha delegado el voto sobre las tenencias de valores de renta variable en sus gestores externos de inversiones, que han suscrito los Principios para la Inversión Responsable, que cuentan con el respaldo de la Organización de las Naciones Unidas y que les exigen incorporar criterios medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés) en sus políticas de voto. El BCE también ha decidido sustituir los amplios valores de referencia actuales de las carteras de renta variable de su fondo de pensiones por versiones bajas en carbono de dichos valores de referencia. Asimismo, está trabajando en la aplicación práctica de los principios ISR en su cartera de recursos propios, compuesta por su capital desembolsado y su fondo de reserva general, como parte de su participación en la NGFS y en consonancia con la guía ISR sobre la gestión de las carteras de los bancos centrales que esta red ha publicado recientemente.

5. Operaciones de política monetaria

En aplicación del principio de neutralidad de mercado, el Eurosistema también ha adquirido bonos verdes en el marco de sus cuatro programas de compra de activos (esto es, el programa de compras de bonos de titulización de activos [ABSPP], el programa de compras de bonos corporativos [CSPP], el programa de compras de valores públicos [PSPP] y el tercer programa de adquisiciones de bonos garantizados [CBPP3]), con lo que contribuye a los esfuerzos que se están realizando para luchar contra el cambio climático. El BCE respalda iniciativas del sector privado orientadas a mejorar las evaluaciones de los riesgos asociados al cambio climático y el análisis de los riesgos de transición relacionados. Entre ellas se incluyen el desarrollo y la mejora de metodologías y normas por parte de agencias externas de calificación crediticia aceptadas en el sistema de evaluación del crédito del Eurosistema, con el fin de integrar los criterios ESG en sus calificaciones, o el establecimiento de otras puntuaciones vinculadas a estos criterios de forma más específica.

El BCE realiza un seguimiento crítico sobre la medida en que los riesgos climáticos se están valorando y, por lo tanto, se están integrando en las condiciones de concesión del crédito, y considera si son necesarias medidas adicionales para reflejar dichos riesgos en el conjunto de activos de garantía admisibles en las operaciones de crédito del Eurosistema con arreglo al marco de activos negociables. Más en general, en la revisión de la estrategia de política monetaria del BCE está previsto analizar los canales por los que el cambio climático puede afectar a sus operaciones de política monetaria.

6. Iniciativas internacionales y de la UE sobre finanzas sostenibles

El BCE ha contribuido a diversas iniciativas europeas e internacionales orientadas a mejorar la respuesta colectiva al cambio climático a través del fomento de las finanzas verdes y sostenibles. En el ámbito de la UE, el BCE acogió con satisfacción el Plan de Acción de la Comisión Europea para financiar el crecimiento sostenible como un avance importante para integrar la sostenibilidad en los procesos de toma de decisiones financieras y apoyó activamente la propuesta de establecimiento a escala de la UE de una taxonomía común sobre activos sostenibles como un paso clave para extender la financiación verde. Como miembro del grupo técnico de expertos sobre finanzas sostenibles (Technical Expert Group on Sustainable Finance), que se creó con el fin de proporcionar asistencia en las iniciativas de la Comisión Europea para dar seguimiento a su Plan de Acción, el BCE participó en la elaboración de un informe técnico publicado en junio de 2019 proporcionando principalmente información analítica y apoyo técnico en la evaluación del impacto económico de la taxonomía. El BCE ha estado colaborando de manera más general con un grupo más numeroso de bancos centrales y reguladores financieros de todo el mundo, con el objetivo de integrar las finanzas verdes y ampliar la contribución del sector financiero a la financiación de la transición a una economía verde, sobre todo en el marco de la NGFS y en foros internacionales como el G-7.

7. Iniciativa «Green ECB»

En lo que respecta a los esfuerzos del BCE por reducir su impacto medioambiental, en 2019 volvió a obtener una certificación del sistema europeo de gestión y auditoría medioambientales (EMAS, por sus siglas en inglés), estableció nuevos objetivos en esta área y adoptó medidas para reforzar su compromiso con la protección del medio ambiente y con la mejora continua de su comportamiento en esta área. Durante el año se pusieron en práctica nuevas medidas para mitigar el impacto medioambiental de las operaciones diarias, como la presentación electrónica de ofertas en los procedimientos de licitación pública. El BCE también ha iniciado una colaboración interinstitucional con el Parlamento Europeo para compensar conjuntamente las emisiones de CO2 residuales, al tiempo que mantiene, como prioridades estratégicas de su sistema de gestión medioambiental, evitar y reducir las emisiones. Un pilar fundamental de estos esfuerzos sigue siendo la necesidad de crear conciencia de los urgentes retos que plantea el cambio climático y de adoptar medidas de calado. El BCE participó en dos iniciativas de la UE, la Semana de la Movilidad y la Semana de Prevención de Residuos, y ofreció a sus empleados cursos de formación sobre el cambio climático. En comparación con 2008, las actividades medioambientales del BCE se plasmaron en una reducción del 74 % y el 54 % de las emisiones de carbono y del consumo de energía en los puestos de trabajo, respectivamente, en 2018. En la declaración ambiental del BCE puede consultarse más información sobre el comportamiento medioambiental de la institución.

3.2 La política macroprudencial para reforzar la capacidad de resistencia del sector en su conjunto

Las políticas macroprudenciales son un instrumento esencial para abordar los riesgos para la estabilidad financiera

La aparición de riesgos sistémicos en el sistema financiero puede abordarse mediante la aplicación de políticas macroprudenciales, y el Reglamento del MUS encomienda al BCE una función importante y facultades específicas en esta materia. En concreto, esta institución tiene atribuida la tarea de evaluar las medidas macroprudenciales establecidas en la legislación de la UE y adoptadas por las autoridades nacionales de los países que participan en el Mecanismo Único de Supervisión (MUS) que van dirigidas a las entidades de crédito, así como la facultad de establecer medidas más estrictas que las nacionales. Para dar respuesta a los principales riesgos existentes en 2019, las autoridades nacionales de la zona del euro, previa consulta con el BCE, implementaron una cantidad de medidas macroprudenciales notablemente mayor que en 2018, con el fin de mitigar los riesgos sistémicos e incrementar la capacidad de resistencia frente a ellos.

Esfuerzos macroprudenciales continuados para preservar la estabilidad financiera

El BCE evalúa las políticas macroprudenciales de los países de la zona del euro

El BCE continuó realizando un intenso esfuerzo en el ámbito de la política macroprudencial, contribuyendo así notablemente a preservar la estabilidad financiera. Además de realizar una serie de trabajos analíticos en esta materia, el BCE proporcionó una plataforma para las evaluaciones periódicas conjuntas de riesgos y la coordinación de políticas entre el BCE y las autoridades nacionales de la zona del euro. El BCE y las autoridades nacionales también mantuvieron un debate amplio y abierto en relación con el uso de los instrumentos macroprudenciales y con la mejora de las herramientas analíticas en el ámbito de la política macroprudencial. Estos esfuerzos se tradujeron en una mejora adicional de los métodos y procesos de evaluación de los riesgos sistémicos y de la idoneidad de las medidas de política macroprudencial en la zona del euro.

Los colchones macroprudenciales liberables pueden desempeñar un importante papel anticíclico

En 2019, el debate en el ámbito macroprudencial se centró en la importancia de que las entidades de crédito mantengan su resiliencia y sean capaces de resistir perturbaciones adversas que afecten al entorno macrofinanciero. La política macroprudencial solo podrá desempeñar un papel anticíclico si se crean colchones liberables. En este contexto, el colchón de capital anticíclico (CCA) es el instrumento fundamental que puede liberarse si se materializan los riesgos cíclicos. Por lo tanto, una mayor disponibilidad colchones liberables en forma de CCA ayudaría a evitar un desapalancamiento simultáneo en todo el sistema bancario, que podría dar lugar a una restricción del crédito y agravar la desaceleración. Esto pone de relieve la importancia no solo del nivel de los colchones de capital, sino también de la posibilidad de liberarlos en épocas de tensión. Actualmente, los CCA constituidos en la zona del euro ascienden al 0,1 % de los activos ponderados por riesgo y siguen siendo reducidos, en general, en comparación con otros colchones de capital (véase gráfico 22).

Gráfico 22

Desglose de los colchones de capital de las entidades de crédito

(porcentajes)

Fuente: BCE.
Notas: Los requerimientos mínimos incluyen el capital de nivel 1 ordinario (CET1) de Pilar 1, el requerimiento de Pilar 2 y el capital CET1 para cubrir los déficits de Tier 1 y Tier 2. Los colchones estructurales incluyen los colchones de conservación del capital, los colchones contra riesgos sistémicos y los colchones para EISM y OEIS. Los colchones de gestión son aquellos que constituyen las entidades por encima de estas exigencias regulatorias. La barra de la derecha muestra los porcentajes de CCA anunciados a marzo de 2020.

El BCE concluyó una revisión del marco relativo a los colchones de capital para OEIS

En 2019, el BCE también concluyó su primera revisión del marco relativo a los colchones de capital mínimos de otras entidades de importancia sistémica (OEIS) en la zona del MUS. El objetivo del colchón para OEIS es limitar las externalidades negativas que una caída de las entidades de importancia sistémica puede generar para el sistema financiero nacional y la economía en general. La metodología revisada de los colchones mínimos para OEIS es más detallada y aumenta los porcentajes de colchón mínimos de los bancos de mayor importancia sistémica (para más detalles, véase el Macroprudential Bulletin de marzo de 2020). El nuevo marco contribuirá a asegurar que puedan imponerse exigencias de colchón más elevadas a un mayor número de bancos sistémicos en determinadas jurisdicciones, reduciendo así los riesgos para la estabilidad financiera. La implantación será gradual a partir del 1 de enero de 2022.

Asimismo, el BCE continuó mejorando su comunicación sobre cuestiones de política macroprudencial, y generó mayor concienciación incrementando la transparencia de sus trabajos y planteamientos actuales en esta área. El informe Financial Stability Review de noviembre de 2019 incluía una sección sobre cómo las políticas macroprudenciales pueden abordar las vulnerabilidades del sistema financiero. Además de discursos, notas de prensa y otras publicaciones, como documentos ocasionales, el BCE continuó publicando semestralmente su Macroprudential Bulletin, que es una herramienta de comunicación importante para explicar su marco de política macroprudencial y sus procedimientos de decisión, así como los avances analíticos y evaluaciones en este ámbito. El BCE también siguió publicando en su sitio web un resumen de las medidas macroprudenciales actualmente aplicadas en los países sujetos a la Supervisión Bancaria del BCE.

Decisiones de política macroprudencial en 2019

El BCE evaluó 106 decisiones de política macroprudencial en 2019

De acuerdo con su mandato legal, en 2019 el BCE evaluó las notificaciones de 106 decisiones de política macroprudencial realizadas por las autoridades nacionales de la zona del euro en relación con instrumentos para abordar los riesgos sistémicos de carácter cíclico y estructural, así como con otros instrumentos con arreglo al artículo 458 del Reglamento de Requerimientos de Capital (RRC). La mayor parte de las notificaciones estaban relacionadas con la fijación de colchones de capital anticíclicos (CCA) o con la identificación de entidades de importancia sistémica mundial (EISM) y de otras entidades de importancia sistémica (OEIS) y la calibración de sus colchones de capital. En 2019, el Consejo de Gobierno del BCE no objetó a ninguna de las decisiones de política macroprudencial notificadas por las autoridades nacionales.

Las autoridades nacionales competentes de siete países de la zona del euro habían anunciado la activación de un porcentaje de CCA superior al 0 % antes del final de 2019, frente a cuatro países el año anterior. En doce países, el colchón no se había activado al cierre de 2019. La calibración de los porcentajes de CCA se basó en el principio de la «discrecionalidad guiada», que combina la orientación que proporcionan los indicadores clave de riesgo con elementos más discrecionales que reflejan condiciones económicas y financieras específicas.

Si se examinan los países que anunciaron aumentos de sus CCA en 2019, el Consejo Superior de Estabilidad Financiera (Haut Conseil de stabilité financière) de Francia decidió elevar el porcentaje de CCA del 0,25 % al 0,5 % en marzo de 2019 como medida preventiva y teniendo en cuenta la tendencia al alza del endeudamiento del sector privado en Francia. El Nationale Bank van België/Banque Nationale de Belgique decidió elevar el porcentaje de CCA del 0 % al 0,5 % en junio de 2019, con el principal objetivo de reforzar la capacidad de resistencia de los bancos frente a riesgos cíclicos. Aunque se determinó que los riesgos sistémicos de carácter cíclico no eran agudos, se consideró prudente introducir una medida preventiva para garantizar la continuidad de la provisión de crédito a lo largo del ciclo. En junio de 2019, la autoridad de supervisión financiera alemana (BaFin) decidió introducir un porcentaje de CCA positivo del 0,25 %. Estimó que la acumulación de riesgos sistémicos cíclicos (en particular, vulnerabilidades relacionadas con la infravaloración del riesgo de crédito, la sobrevaloración de las garantías y el riesgo de tipo de interés) representaba una amenaza potencial para la estabilidad financiera. En julio de 2019, el Národná banka Slovenska decidió aumentar más el porcentaje de CCA ─del 1,5 % al 2 %─ en Eslovaquia. El sector bancario y su rentabilidad habían quedado más expuestos a los riesgos cíclicos y la autoridad vio señales de exuberancia en los mercados financieros. Por último, la Comisión para la Supervisión del Sector Financiero (Commission de Surveillance du Secteur Financier) de Luxemburgo tomó la decisión de elevar el porcentaje de CCA del 0,25 % al 0,5 % en diciembre de 2019, a la luz de los fuertes incrementos de los precios inmobiliarios y del crédito.

Las medidas basadas en la capacidad de pago de los prestatarios pueden ayudar a mantener criterios de concesión de crédito rigurosos

El entorno de bajos tipos de interés podría inducir a asumir mayores riesgos y a relajar los criterios de concesión de crédito, especialmente si la rentabilidad bancaria se encuentra bajo presión. Los nuevos aumentos de los precios de los inmuebles residenciales, junto con las tendencias de los préstamos hipotecarios y las fragilidades del sector hogares, generaron un incremento de las vulnerabilidades del sector inmobiliario en 2019 en algunos países de la zona del euro. En esta situación, una orientación sobre criterios de concesión rigurosos o el endurecimiento preventivo de las medidas macroprudenciales basadas en la capacidad de pago de los prestatarios (borrower-based measures) con exenciones adecuadas podrían ayudar a contener la posible acumulación de riesgos. A finales de 2019, trece países de la zona del euro habían introducido medidas de este tipo, que son competencia exclusiva de las autoridades nacionales.

En relación con los instrumentos prudenciales para abordar otros riesgos, el BCE evaluó las decisiones de las autoridades nacionales sobre los colchones para OEIS, los colchones contra riesgos sistémicos y las medidas macroprudenciales con arreglo al artículo 458 del RRC. En cuanto a las medidas adoptadas en 2019 en esta última categoría, el Eesti Pank introdujo una nueva medida para garantizar la capacidad de resistencia de los bancos frente a los riesgos sistémicos asociados a los préstamos para vivienda. Las entidades de crédito que utilizan el método basado en calificaciones internas (IRB, por sus siglas en inglés) deben aplicar una ponderación media del riesgo del 15 %, como mínimo, para las exposiciones minoristas garantizadas por hipotecas sobre bienes inmuebles concedidas a residentes en Estonia. La medida entró en vigor el 30 de septiembre de 2019. En junio de 2019, la Autoridad de Supervisión Financiera de Finlandia también tomó la decisión de ampliar el período de aplicación del nivel mínimo específico de ponderación media del riesgo del 15 % para los préstamos para vivienda aplicable a las entidades de crédito que han adoptado el método IRB. Esta ampliación entró en vigor el 1 de enero de 2020 y tendrá una duración de un año.

Cooperación con la Junta Europea de Riesgo Sistémico

El BCE continuó colaborando estrechamente con la JERS y prestándole apoyo

El BCE siguió proporcionando apoyo analítico, estadístico, logístico y administrativo a la Secretaría de la Junta Europea de Riesgo Sistémico (JERS), encargada de la actividad diaria de esta institución. La JERS es responsable de la supervisión macroprudencial del sistema financiero de la UE y de la prevención y mitigación del riesgo sistémico.

El BCE contribuyó regularmente a los trabajos en curso de la JERS orientados a identificar y realizar un seguimiento de los riesgos sistémicos potenciales y le prestó apoyo general en sus trabajos. Por ejemplo, el BCE participó en las labores relativas a la eliminación de lagunas de datos sobre bienes inmuebles, que llevaron a la aprobación de una Recomendación de la JERS, así como en el desarrollo de un marco de seguimiento reforzado para terceros países materiales. Además, el BCE contribuyó al análisis de la JERS sobre las vulnerabilidades a medio plazo relacionadas con el sector inmobiliario residencial, que dio lugar a la emisión de cinco avisos y seis recomendaciones de la JERS a determinados países de la UE.

El BCE también realizó una importante aportación a las consideraciones iniciales de la JERS sobre el desarrollo de un marco común para la orientación de la política macroprudencial. El primer paso hacia dicho marco fue la publicación de un informe monográfico en abril de 2019. En él se estableció el vínculo entre las políticas macroprudenciales y el objetivo de estabilidad financiera. Además, el BCE siguió participando en la segunda fase de este proyecto, copresidiendo el grupo de expertos de la JERS que tiene el mandato de desarrollar métodos operativos para facilitar la evaluación, discusión y comunicación de la orientación macroprudencial.

Asimismo, el BCE copreside un grupo de expertos en análisis cuyo cometido es evaluar la materialidad del posible solapamiento entre los colchones de capital macroprudenciales, la ratio de apalancamiento mínima y el requerimiento mínimo de fondos propios y pasivos admisibles (MREL, por sus siglas en inglés). El objetivo de este trabajo es describir de qué forma interactúan los requerimientos, así como las implicaciones para la efectividad de los colchones macroprudenciales.

A lo largo del año, el BCE también presidió el equipo de elaboración de la Recomendación de la JERS relativa al intercambio y la recopilación de información a efectos macroprudenciales sobre las sucursales de entidades de crédito que tienen su administración central en otro Estado miembro o en un tercer país.

Prosiguieron los trabajos sobre el uso de instrumentos macroprudenciales fuera del sector bancario

El BCE prestó apoyo continuado a los trabajos de la JERS sobre el uso de instrumentos macroprudenciales fuera del sector bancario. El BCE participó en el análisis de los datos y riesgos, en particular de las implicaciones de las prácticas de márgenes de garantía para las empresas de seguros, así como en el diseño de nuevos instrumentos macroprudenciales para este sector, centrándose en algunas de las opciones que se seleccionaron en el informe de 2018 sobre disposiciones, medidas e instrumentos macroprudenciales para el sector de seguros. Los resultados de estos trabajos servirán de base directamente para el debate en curso sobre la revisión de Solvencia II, con el fin de reforzar el marco regulatorio de las empresas de seguros y reaseguros desde una perspectiva macroprudencial.

El BCE también participó en el desarrollo continuado de métricas de riesgo para entidades no bancarias y en la elaboración de la cuarta edición del informe EU Non-bank Financial Intermediation Risk Monitor, que presenta una descripción general de la evolución del sector y se centra especialmente en la evaluación de los riesgos potenciales para la estabilidad financiera. Además, el BCE realizó valiosas aportaciones al documento provisional sobre la mitigación de la prociclicidad de los márgenes y los recortes de valoración en los mercados de derivados y las operaciones de financiación de valores, tanto en términos de su redacción como de desarrollo del planteamiento analítico subyacente.

Se dio mayor relevancia a los trabajos analíticos sobre las implicaciones del cambio climático para el sector financiero

Además, el BCE trabajó conjuntamente con la JERS en el desarrollo e implementación de metodologías para realizar un estudio de impacto de diferentes escenarios de cambio climático sobre el sector financiero de la UE. También contribuyó con un mapeo de distintas metodologías, una evaluación de disponibilidad de datos y una descripción general del tipo de exposiciones de las instituciones financieras que deben examinarse en los análisis de riesgos climáticos.

El BCE presidió el Grupo de Trabajo sobre Pruebas de Resistencia (Task Force on Stress Testing) de la JERS, que preparó los escenarios adversos para las pruebas de resistencia de los fondos de pensiones de la Autoridad Europea de Seguros y Pensiones de Jubilación (EIOPA, por sus siglas en inglés), así como las pruebas de resistencia de los fondos del mercado monetario y las entidades de contrapartida central de la Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA, por sus siglas en inglés). Para ello, varias Direcciones Generales del BCE prestaron apoyo crítico, tanto técnico como de modelización, al grupo de trabajo de la JERS.

Por último, el BCE participó activamente en el Grupo de Trabajo Europeo de Ciberriesgo Sistémico (European Systemic Cyber Group) de la JERS, que elaboró un marco analítico para la evaluación de los riesgos cibernéticos.

Puede consultarse más información sobre la JERS en su sitio web y en sus Informes Anuales.

3.3 Actividades microprudenciales para garantizar la solidez individual de las entidades de crédito

En 2019 se cumplió el quinto aniversario de la creación de la Supervisión Bancaria del BCE. A lo largo de estos años, sus actividades microprudenciales han contribuido a promover la estabilidad del sector bancario europeo y la igualdad de condiciones para todas las entidades de crédito de la zona del euro. Gracias a los avances realizados desde 2014, la supervisión bancaria europea está pasando a ser una institución madura.

Continuidad y adaptación de las prioridades supervisoras del BCE

Aunque se ha avanzado significativamente en el saneamiento de los balances de las entidades de crédito después de la crisis, esta continuó siendo una de las principales prioridades supervisoras en 2019. Otras prioridades fueron los determinantes de la baja rentabilidad de los bancos europeos y las cuestiones de gobernanza, incluyendo las capacidades convencionales de gestión de riesgos de las entidades, así como de los riesgos emergentes, sobre todo en relación con la actual digitalización de los servicios financieros y su vulnerabilidad a los riesgos tecnológicos y los ciberriesgos.

Las herramientas y métodos de supervisión continuaron mejorando

La Supervisión Bancaria del BCE siguió mejorando sus herramientas y métodos a lo largo de 2019. Atendiendo a su compromiso previo, en agosto de 2019, el BCE revisó las expectativas supervisoras sobre dotación de provisiones prudenciales para exposiciones dudosas nuevas especificadas en el Apéndice a la Guía del BCE sobre préstamos dudosos para entidades de crédito, con el fin de tener en cuenta los nuevos requerimientos de Pilar 1[40]. Tras una consulta pública y la publicación de la guía sobre temas generales en noviembre de 2018, en julio de 2019 el BCE publicó los capítulos definitivos sobre riesgos específicos de la Guía del BCE sobre modelos internos, que abarca el riesgo de crédito, de mercado y de crédito de contraparte. En febrero de 2019, el BCE también publicó los resultados agregados de las pruebas de resistencia de todas las entidades participantes sujetas a su supervisión, como complemento de las pruebas de resistencia a escala de la UE de 2018. Asimismo, en octubre de 2019 publicó los resultados de su prueba de resistencia anual de 2019, que consistió en un análisis de sensibilidad del riesgo de liquidez. Los resultados de ambos ejercicios se utilizaron en el proceso de revisión y evaluación supervisora de 2018 (publicado en abril de 2019) y de 2019, respectivamente.

Se realizaron trabajos preparatorios en previsión de la salida del Reino Unido de la UE

Aunque el número de entidades de crédito supervisadas directamente por el BCE se mantuvo prácticamente estable en 2019, las estructuras y actividades de algunos grupos bancarios han cambiado significativamente debido a consolidaciones o al traslado de actividades del Reino Unido a la zona del euro. Para las entidades que pasaron a ser significativas como consecuencia de estos cambios, el BCE asumió su supervisión directa y en algunos casos puso en marcha la evaluación global obligatoria en el segundo semestre de 2019. En el período de incertidumbre que precedió a la retirada del Reino Unido de la UE, la Supervisión Bancaria del BCE se centró en vigilar la preparación de los bancos y sus supervisores para todas las contingencias posibles y, en particular, la implementación de los planes de las entidades para el Brexit acordados con los supervisores. Si bien en 2019 los bancos fueron avanzando en cierta medida hacia sus modelos operativos previstos, el BCE advirtió reiteradamente que no se produjeran retrasos adicionales. Asimismo, continuó comunicando sus expectativas supervisoras a través de actualizaciones de las preguntas frecuentes que figuran en el sitio web de supervisión bancaria del BCE, de varios artículos publicados en la Supervision Newsletter y de discusiones bilaterales con las entidades supervisadas.

Se avanzó hacia el establecimiento de una cooperación estrecha con Bulgaria y Croacia

En 2019 también se avanzó en la ampliación del MUS fuera de la zona del euro, después de que Bulgaria y Croacia solicitaran el establecimiento de una cooperación estrecha entre el BCE y sus autoridades nacionales competentes (ANC). En julio de 2019, la Supervisión Bancaria del BCE concluyó su evaluación global de seis entidades de crédito búlgaras y, en agosto del mismo año, acordó llevar a cabo una evaluación global de cinco entidades de crédito croatas, un ejercicio preceptivo dentro del proceso de establecimiento de una cooperación estrecha con los Estados miembros de la UE cuya moneda no es el euro. En paralelo, el BCE ha trabajado estrechamente con el Българска народна банка (Banco Nacional de Bulgaria) y el Hrvatska narodna banka, dado su posible papel en el futuro como ANC en el MUS.

Puede consultarse información más detallada sobre la Supervisión Bancaria del BCE en su sitio web y en el Informe Anual sobre las actividades de supervisión del BCE de 2019.

Recuadro 4
Las fintech

La tecnología financiera proporciona beneficios sustanciales a las entidades de crédito, sus clientes, el sistema financiero y la economía en su conjunto, pero también plantea retos y riesgos. Las entidades financieras son libres de innovar de manera responsable, pero los riesgos asociados deben mitigarse con un seguimiento y unos sistemas de gestión de riesgos eficaces.

La aplicación de las nuevas tecnologías a los servicios financieros y la aparición de empresas fintech especializadas han propiciado cambios en los modelos de negocio bancario existentes. En la Unión Europea, hasta ahora, la mayor parte de estas empresas se han aliado con entidades de crédito, lo que ha permitido que estas últimas mejoren la experiencia del cliente al ofrecer una mayor gama de productos y servicios financieros de forma más asequible y eficiente. Además, como consecuencia de la creciente disponibilidad de datos y del uso de la inteligencia artificial, así como de la mayor capacidad computacional para procesar los datos, las entidades de crédito también están empleando cada vez más las nuevas tecnologías para mejorar sus operativas internas.

En consecuencia, las interrelaciones entre las fintech y las entidades de crédito están intensificándose, principalmente en lo que respecta a la prestación de servicios externalizados, y en consecuencia los riesgos operacionales han aumentado, tanto a escala institucional como del sistema en su conjunto. Algunas empresas fintech también están ofreciendo nuevos servicios financieros, en especial en el área de pagos, lo que está ejerciendo presión sobre los bancos. Se ha de destacar que las grandes empresas tecnológicas o big tech, con grandes bases de clientes y plataformas tecnológicas asentadas, se están adentrando gradualmente en el mercado de servicios financieros y ya se han convertido en las principales proveedoras de servicios de computación en la nube.

El BCE ya está respondiendo a estos retos y riesgos cambiantes y dispares que se derivan de la innovación financiera. En el ámbito macroprudencial, está analizando y realizando un seguimiento de las repercusiones de las fintech para la estabilidad financiera. Las presiones sobre la rentabilidad de las entidades financieras resultantes de la competencia con estas empresas se están viendo intensificadas por la necesidad de las entidades de crédito de invertir en su digitalización, lo que requiere un tiempo para que se produzcan beneficios netos. Las crecientes interconexiones con empresas fintech podrían tener implicaciones sistémicas para el sistema financiero en el caso de que las mismas experimenten problemas sin que existan las salvaguardias adecuadas.

El BCE contribuye también a los trabajos que se están desarrollando en materia de política y de estabilidad financiera relacionados con las fintech a través de diversos foros europeos e internacionales, entre ellos la Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés), el Consejo de Estabilidad Financiera (FSB, por sus siglas en inglés), el Comité de Supervisión Bancaria de Basilea (BCBS, por sus siglas en inglés) y el Comité de Pagos e Infraestructuras del Mercado (CPMI, por sus siglas en inglés). Asimismo, actúa como motor del cambio, como se desprende de la puesta en marcha del servicio de liquidación de pagos inmediatos de TARGET y del estudio que se está realizando sobre la aplicación de nuevas tecnologías a las infraestructuras de mercado[41].

A escala microprudencial, la Supervisión Bancaria del BCE prosigue con los trabajos para llegar a un marco común sobre los riesgos relacionados con las fintech y asegurar la aplicación de un enfoque coherente en la supervisión de estos riesgos en todo el MUS. Ello implica analizar el impacto de las fintech en los modelos de negocio bancario y los principales riesgos asociados. Para reforzar su enfoque supervisor en relación con las fintech, la Supervisión Bancaria del BCE está en contacto con entidades del MUS para saber cómo están utilizando las tecnologías y soluciones innovadoras, cuáles son las implicaciones para sus modelos de negocio y, lo que es más importante, cómo pueden abordar los principales riesgos dentro de los marcos de gestión de riesgos.

Los días 21 y 22 de mayo se celebró el primer ECB Fintech Industry Dialogue, un foro de debate que congregó a representantes de entidades de crédito y a supervisores de la zona del euro, a supervisores de terceros países y a representantes de autoridades regulatorias como la Comisión Europea, la Autoridad Bancaria Europea y la Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA, por sus siglas en inglés). El diálogo se centró en los siguientes temas: i) modelos de calificación crediticia (credit scoring) basados en inteligencia artificial y big data; ii) prestación de servicios de asesoramiento financiero automatizado on-line (el denominado robo-advice), y iii) la computación en la nube. Este evento aspiraba a ser el primero de varios diálogos en los que las entidades de crédito tendrán la oportunidad de compartir sus opiniones con los supervisores en las áreas en las que se recomienda que se centre la atención supervisora. Esta información contribuye a profundizar en el desarrollo del enfoque supervisor que debe utilizarse con los bancos que emplean tecnologías innovadoras.

La Supervisión Bancaria del BCE ha seguido ahondando en el ámbito de la cooperación internacional en torno a cuestiones relacionadas con las fintech, tanto en el seno del MUS como con otros países. Por ejemplo, se pusieron en marcha iniciativas de intercambio de conocimientos para facilitar un acceso rápido a información que, sobre las fintech, pudiera ser relevante para los supervisores de todas las autoridades nacionales competentes y del BCE.

3.4 Contribución del BCE a iniciativas de políticas europeas

El marco establecido tras la crisis financiera mundial aún puede mejorarse

Hace cinco años se puso en marcha el primer pilar de la unión bancaria, el Mecanismo Único de Supervisión, siguiendo el ambicioso conjunto de iniciativas institucionales y regulatorias adoptadas tras la crisis financiera mundial. Con este paso concreto, los Estados miembros y las instituciones de la UE promovieron la integración y la estabilidad financieras y reforzaron la resiliencia económica.

No obstante, actualmente sigue habiendo margen para una mayor integración del mercado único bancario. Ello contribuiría a la transmisión uniforme de la política monetaria y a seguir eliminando el vínculo desestabilizador entre el riesgo soberano y el riesgo bancario, que fue un factor clave en la crisis de deuda soberana de la zona del euro. También es preciso seguir progresando en el desarrollo e integración de los mercados de capitales, a fin de aumentar la capacidad del sistema financiero para diversificar riesgos y de complementar la unión bancaria. Además, los riesgos en el sector financiero no bancario deberían mitigarse mediante las herramientas macroprudenciales adecuadas.

Culminación de la unión bancaria

En 2019 se trabajó intensamente para completar la unión bancaria

En 2019, el BCE participó de lleno en los trabajos realizados en foros de la UE para reforzar la unión bancaria. En junio de 2019, la Cumbre del Euro reconoció en su declaración los avances realizados para profundizar en la unión económica y monetaria y respaldó la continuación de los trabajos técnicos para seguir fortaleciendo la unión bancaria. En la segunda mitad de 2019, el Grupo de Trabajo de Alto Nivel sobre un Sistema Europeo de Garantía de Depósitos (SEGD) siguió trabajando en las perspectivas a corto y a largo plazo en relación con el establecimiento de un SEGD, en las opciones para el tratamiento regulatorio de las exposiciones soberanas, y en la forma de reforzar la estabilidad financiera, mejorar la gestión de crisis y promover la integración. Además, el Eurogrupo decidió proseguir los trabajos para concluir el conjunto de medidas sobre la revisión del Tratado del Mecanismo Europeo de Estabilidad, también en vista de la necesidad de proporcionar un mecanismo de apoyo común para el Fondo Único de Resolución[42].

El BCE contribuyó ampliamente a los debates técnicos celebrados en foros de la UE aportando su punto de vista a los diferentes grupos de trabajo. En relación con el marco de gestión de crisis, el BCE insistió en abordar los actuales solapamientos en la regulación sobre medidas de actuación temprana[43]. También respaldó que se profundizara en el análisis de los obstáculos a la integración transfronteriza, en especial las barreras al libre flujo de capitales y de liquidez dentro de la unión bancaria. Con carácter más general, el BCE defendió un conjunto de medidas de compromiso que incluirían una primera fase del SEGD en forma de apoyo a la liquidez y aportarían una perspectiva de la última fase, que consistiría en la cobertura íntegra de las pérdidas. Un acuerdo tan amplio permitiría a los europeos aprovechar todos los beneficios de la unión bancaria, incluyendo la integración de los mercados e idéntica protección de los depositantes. La agrupación de los recursos para dar garantía a los depósitos a nivel europeo preservaría la confianza de los depositantes mejor que los sistemas nacionales; estos últimos podrían estar más expuestos en caso de una perturbación idiosincrásica, que podría debilitar su credibilidad y, por ende, la confianza de los depositantes.

En línea con la idea de que la compartición y la mitigación de riesgos son dos procesos que se refuerzan mutuamente, el BCE contribuyó a la reducción adicional de los riesgos en el sector bancario. En particular, la Supervisión Bancaria del BCE continuó su trabajo relativo al saneamiento de los balances bancarios con el seguimiento de su guía sobre préstamos dudosos y evaluó la calidad de los criterios de concesión de crédito de los bancos, centrándose en los préstamos nuevos. En 2019, el BCE siguió contribuyendo a los informes de seguimiento de los indicadores de reducción de riesgo (véanse las ediciones de mayo y noviembre), elaborados conjuntamente con la Comisión Europea y la Junta Única de Resolución, que pusieron de manifiesto nuevos avances en la mitigación de riesgos.

El segundo pilar de la unión bancaria también fue un importante foco de atención durante el año. En diciembre de 2018 se acordó que el Mecanismo Europeo de Estabilidad proporcionaría el mecanismo de apoyo común para el Fondo Único de Resolución. Sin embargo, el marco de resolución continúa teniendo una laguna importante porque aún no se ha creado un marco en la zona del euro para la provisión de liquidez a entidades viables que salgan de un proceso de resolución. Aunque otras jurisdicciones importantes cuentan con dicho marco, basado sobre todo en dar garantías públicas al banco central como proveedor de liquidez, hasta el momento no ha sido posible acordar una solución similar en la zona del euro.

Avance hacia la unión de los mercados de capitales

La UMC puede facilitar la transmisión de la política monetaria

En 2019, el BCE continuó defendiendo la culminación de la unión de los mercados de capitales (UMC). Una verdadera unión de los mercados de capitales llevada a cabo de manera efectiva reforzaría significativamente la integración financiera, fortalecería la Unión Económica y Monetaria e impulsaría el papel internacional del euro. Todo ello favorecería una transmisión más fluida y homogénea de la política monetaria.

Unos mercados de capitales profundamente integrados incrementarían aún más la capacidad de resistencia del sistema financiero, al reducir la dependencia de las entidades de crédito y fomentar fuentes alternativas de financiación en los mercados. Tal como se pone de relieve en el Financial Stability Review de 2019, completar la unión de los mercados de capitales es una condición previa indispensable para mejorar la compartición de riesgos y la resiliencia de la zona del euro frente a perturbaciones económicas. Los acontecimientos geopolíticos y económicos vividos desde 2015, como el Brexit, la digitalización y el cambio climático, han reforzado la necesidad de contar con mercados de capitales europeos integrados.

Con la conclusión del Plan de Acción para la UMC de 2015 de la Comisión Europea, en la legislatura 2014-2019 la Comisión finalizó un número significativo de propuestas legislativas y no legislativas de la agenda de la UMC. Aunque los logros en el ámbito legislativo han sido considerables, para impulsar este proyecto es indispensable tener más ambición en relación con algunas de las prioridades principales.

Son precisos más esfuerzos de armonización para avanzar en la UMC

En 2019, el BCE destacó las principales prioridades para avanzar en la unión de los mercados de capitales en distintos foros europeos. Entre otras, puso de relieve la importancia de una mayor armonización de los regímenes tributarios y de insolvencia, una condición esencial para el buen funcionamiento de los mercados de capitales en operaciones transfronterizas, así como de una mayor convergencia supervisora hacia un código normativo único, en particular para las entidades no bancarias[44]. A largo plazo, dotar de competencias supervisoras adicionales a la Autoridad Europea de Valores y Mercados promovería una auténtica unión de los mercados de capitales con una implementación uniforme del código normativo único en toda la Unión Europea.

Política macroprudencial para el sector financiero no bancario

El crecimiento continuado del sector financiero no bancario genera inquietud en relación con la estabilidad financiera

Aunque el BCE respalda plenamente una mayor financiación de la economía de la zona del euro a través de los mercados, sigue preocupado por el rápido crecimiento del sector financiero no bancario y sus posibles implicaciones para la estabilidad financiera. Pese a que una parte de la agenda de la UMC es un papel más relevante para la intermediación financiera no bancaria en la financiación de la economía, sigue siendo crucial realizar un seguimiento efectivo de este sector.

Dada la coyuntura, es indispensable asegurar un marco prudencial sólido para las entidades financieras no bancarias con el fin de poder abordar adecuadamente los riesgos sistémicos que podrían materializarse en este sector. Así pues, en 2019, el BCE continuó defendiendo la ampliación del marco macroprudencial fuera del sistema bancario y contribuyó extensamente a los debates técnicos sobre esta materia celebrados en foros tanto de la UE como internacionales.

4 Buen funcionamiento de las infraestructuras de mercado y de los pagos

Una de las tareas básicas del Eurosistema es asegurar el buen funcionamiento de los sistemas de pago, tarea que está estrechamente interrelacionada con las responsabilidades del Eurosistema en los ámbitos de la política monetaria y de la estabilidad financiera. El Eurosistema desempeña un papel fundamental en el desarrollo, la gestión y la vigilancia de las infraestructuras y acuerdos de mercado que facilitan el intercambio seguro y eficiente de flujos de pagos, valores y activos de garantía en toda la zona del euro.

4.1 Servicios de TARGET

Actualmente, los servicios de TARGET del Eurosistema constan de tres componentes: TARGET2, un sistema de liquidación bruta en tiempo real para las operaciones de pago en euros relacionadas con las operaciones de política monetaria del Eurosistema, así como con operaciones comerciales y entre entidades de crédito; TARGET2-Securities (T2S), una plataforma única para la liquidación de valores en Europa, y el servicio de liquidación de pagos inmediatos de TARGET (TIPS, por sus siglas en inglés), que permite a los proveedores de servicios de pago ofrecer a sus clientes la transferencia inmediata de fondos durante las 24 horas del día, todos los días del año.

Más de 1.000 bancos utilizan TARGET2 para iniciar operaciones en euros, ya sea por cuenta propia o de sus clientes. Si se tienen en cuenta las sucursales y filiales, a través de TARGET2 puede accederse a más de 45.000 entidades de crédito de todo el mundo. En 2019, TARGET2 procesó una media de 344.120 pagos diarios por un importe medio diario de 1,7 billones de euros.

Al tratarse de un sistema de pago de importancia sistémica (SIPS, por sus siglas en inglés), TARGET2 es crucial no solo para la estabilidad y la eficiencia del sector financiero y de la economía de la zona del euro, sino también para la correcta ejecución de la política monetaria única de la zona y para la estabilidad de la moneda única. Como ocurre con otros SIPS, el Eurosistema vigila de forma continua TARGET2 y aplica un enfoque basado en el riesgo que incluye el seguimiento de la seguridad en los puntos finales (end-point security) y la ciberresiliencia.

En 2019, el Eurosistema implantó un nuevo procedimiento de contingencia de TARGET2 que, en caso de interrupción del servicio (incluso durante más de un día), permite que el Eurosistema continúe procesando las operaciones clasificadas como «críticas» y «muy críticas». El nuevo procedimiento de contingencia forma parte de una estrategia más amplia para reforzar la resiliencia operacional y la ciberresiliencia de las infraestructuras de mercado del Eurosistema.

TARGET2 será sustituido por un nuevo sistema de liquidación bruta en tiempo real en 2021

TARGET2 lleva funcionando correctamente más de diez años. Sin embargo, como el ecosistema de pagos ha cambiado de forma sustancial en ese tiempo, como consecuencia de los avances tecnológicos, de los nuevos requerimientos regulatorios y de cambios en las necesidades de los usuarios, el Eurosistema tiene previsto sustituirlo por un nuevo sistema de liquidación bruta en tiempo real (RTGS, por sus siglas en inglés) en noviembre de 2021, y así optimizar la gestión de la liquidez en todos los servicios de TARGET. El nuevo sistema utilizará el estándar de mensajería ISO 20022 y permitirá efectuar pagos en varias divisas. A finales de 2019 se publicó una versión actualizada —basada en los comentarios recibidos en una consulta pública— de las especificaciones funcionales detalladas para los usuarios del futuro servicio RTGS. Asimismo, dos proveedores de servicios de red firmaron contratos con el Eurosistema para ofrecer a los usuarios conexión agnóstica de red a todos los servicios de infraestructuras de mercado del Eurosistema a través del nuevo Portal Único de Infraestructuras de Mercado del Eurosistema (ESMIG, por sus siglas en inglés).

Con respecto a T2S, hace más de dos años que se completaron las migraciones de los depositarios centrales de valores (DCV) a la plataforma común. En la actualidad, 21 DCV, que operan en 20 mercados europeos, utilizan este servicio. En 2019, T2S procesó una media de 606.938 operaciones al día por un importe medio diario de 1.106,13 mm de euros.

En 2019, un evaluador externo independiente, designado por el Consejo de Gobierno del BCE, evaluó por primera vez los servicios de T2S desde el punto de vista técnico y operativo. Sus observaciones se comunicaron al Eurosistema, a los DCV y a los bancos centrales no pertenecientes a la zona del euro que utilizan esos servicios. A partir de ahora, estos exámenes se realizarán una vez al año.

Además, tras una evaluación previa en 2015, en 2019 se completó la primera evaluación global de la vigilancia de T2S en funcionamiento, que se había iniciado en 2018. Se llegó a la conclusión de que T2S cumple en gran medida con los principios aplicables a las infraestructuras del mercado financiero del Comité de Pagos e Infraestructuras del Mercado y la Organización Internacional de Comisiones de Valores (CPMI-IOSCO, por sus siglas en inglés), lo que indica que es una plataforma segura y eficiente. Aunque durante la evaluación se detectaron deficiencias en algunas áreas, se consideró que ninguna planteaba un riesgo grave si no se abordaba con prontitud.

Después de la puesta en marcha de TIPS en noviembre de 2018, siete mercados de la zona del euro se conectaron a TIPS durante el primer año, por lo que ahora más de 1.000 proveedores de servicios de pago son accesibles a través de TIPS, mientras otros mercados de la zona del euro se están preparando para adherirse a este servicio en 2020. Como TIPS es compatible con distintas monedas, el Sveriges Riksbank manifestó su intención de incorporar la corona sueca en 2022.

Asimismo, el Eurosistema está desarrollando un nuevo componente de los servicios de TARGET, concretamente el Sistema de Gestión de Activos de Garantía del Eurosistema (ECMS, por sus siglas en inglés), que podrá gestionar activos utilizados como garantía en todas las operaciones de crédito del Eurosistema. En 2019, y siguiendo el calendario previsto, se completó la fase de especificaciones del proyecto. Su puesta en marcha está prevista para noviembre de 2022.

4.2 Innovación e integración en las infraestructuras de mercado y los pagos

El sector financiero está inmerso en una importante transformación impulsada por la innovación y la digitalización. En el mercado de pagos minoristas, por ejemplo, la nueva legislación de la UE que permite el acceso de terceros a las cuentas de pago, la puesta en marcha de los pagos inmediatos, así como las innovaciones técnicas en general, han llevado a la aparición de nuevos participantes en el mercado, nuevos canales de acceso a los servicios de pago y nuevas formas de iniciación de pagos (para información sobre criptoactivos, stablecoins y dinero digital de banco central, véase el recuadro 5). Para el Eurosistema, el reto que plantean estos cambios es doble: fomentar la integración y la innovación en su función de catalizador, y promover la seguridad y la eficiencia de las infraestructuras de mercado y los pagos en su función de vigilancia.

Recuadro 5
Criptoactivos, stablecoins y dinero digital de banco central

En los últimos años se ha especulado mucho en torno al bitcoin y a otros criptoactivos, así como acerca de la posibilidad de que estos puedan llegar a sustituir al dinero. Los criptoactivos permiten que particulares y empresas realicen operaciones directamente sin necesidad de que intervenga un tercero de confianza. Sin embargo, el hecho de que estos activos se denominen «criptomonedas», «dinero digital» o «monedas virtuales» puede haber generado falsas expectativas sobre sus características y funcionalidades. En general, los criptoactivos son activos de naturaleza digital que sus usuarios consideran que tienen valor como inversión y/o medio de intercambio, pero que no constituyen ni un derecho financiero ni una obligación financiera de una persona física o jurídica.

El inconveniente principal de los criptoactivos es la volatilidad de su precio que, en los últimos años, ha sido mayor que la observada, por ejemplo, en diversos mercados de materias primas, lo que muestra la medida en que los inversores en criptoactivos están expuestos al riesgo de mercado. Asimismo, esta elevada volatilidad implica que los criptoactivos no puedan desempeñar correctamente las tres funciones del dinero: depósito de valor, medio de pago y unidad de cuenta.

En un intento por eludir el problema de la elevada volatilidad en el precio, proveedores de servicios financieros y empresas tecnológicas han lanzado una nueva categoría de criptoactivos, conocidos como stablecoins, que utilizan mecanismos de estabilización para minimizar las fluctuaciones de precios. En función del mecanismo de estabilización empleado, el valor de la stablecoin puede estar respaldado por: i) depósitos de dinero (en una divisa o una cesta de varias divisas); ii) valores y materias primas como el oro; iii) criptoactivos, o iv) un mecanismo que trata de equilibrar la demanda y la oferta (que se denomina «stablecoins algorítmicos»). Las diferentes iniciativas de stablecoins, como Libra, fueron objeto de especial atención en 2019, dada su supuesta capacidad para realizar operaciones, a escala global, con mayor rapidez y a costes potencialmente más bajos mediante la provisión de una nueva solución para pagos. Sin embargo, las stablecoins aún no se han desplegado a gran escala y plantean diversos riesgos legales, regulatorios y de vigilancia. Por consiguiente, antes de que estas iniciativas se pongan en marcha, es preciso abordar estas cuestiones mediante un diseño del sistema y una gobernanza adecuados, así como a través de normas y requerimientos de vigilancia proporcionales al riesgo.

Los criptoactivos y las stablecoins han suscitado un debate más amplio sobre la innovación en los pagos y sobre las funciones que desempeñan los sectores público y privado a la hora de idear nuevas formas para realizar pagos que sean más asequibles, eficientes e inclusivas. La emisión de dinero digital de banco central (CBDC, por sus siglas en inglés) podría satisfacer la demanda social de herramientas de pago nuevas, innovadoras, eficientes y resilientes. Con todo, varias características del diseño de CBDC podrían tener amplias implicaciones para el sistema financiero que deben analizarse detenidamente. En lo que respecta al ecosistema de pagos minoristas, al diseñar CBDC no debería excluirse la posibilidad de colaborar con el sector privado ni desplazar a soluciones privadas impulsadas por el mercado para efectuar pagos minoristas de forma rápida y eficiente en la zona del euro.

En 2019, el BCE publicó un informe titulado «SEPA Migration Impact Assessment», que mostraba que el desarrollo de la Zona Única de Pagos en Euros (SEPA, por sus siglas en inglés) y la migración a esquemas paneuropeos de pagos aplicables a las transferencias y a los adeudos directos han propiciado avances importantes hacia un mercado de pagos europeo seguro, eficiente e integrado. Con todo, no se ha alcanzado un esquema SEPA para las tarjetas. Además, en Europa, las soluciones de iniciación de pagos para usuarios finales siguen estando fragmentadas. Asimismo, en el caso de los pagos en el punto de interacción (es decir, pagos realizados en el punto de venta y en el comercio electrónico), aún no se ha diseñado una solución paneuropea que aborde las necesidades de los usuarios europeos.

Nueva estrategia de pagos minoristas, nuevo marco de vigilancia de los instrumentos de pago y nuevas normas de gestión de activos de garantía

Para resolver esta cuestión, en 2019 el Eurosistema adoptó una nueva estrategia de pagos minoristas que promueve el desarrollo por parte del mercado de una solución paneuropea para los pagos en el punto de interacción y que fija los objetivos principales de esta solución.

En el ámbito de la vigilancia, y teniendo en cuenta el enfoque según el cual las entidades que realizan las mismas funciones deberían estar sujetas a las mismas expectativas de vigilancia («mismo riesgo, mismos requerimientos»), el Eurosistema ha tomado medidas para revisar su política de vigilancia y comenzar a desarrollar un nuevo marco de vigilancia de los instrumentos, esquemas y acuerdos de pago (marco de vigilancia PISA, por sus siglas en inglés). Este nuevo marco holístico, ágil y orientado al futuro se ha diseñado para que se aplique tanto a los nuevos productos, proveedores y tecnologías de pago, como a los ya establecidos, y para que contribuya a la seguridad y a la eficiencia del sistema de pago en su conjunto.

El Eurosistema está promoviendo la armonización de la postcontratación de todo el mercado para fomentar una mayor integración de los mercados financieros en Europa. En lo que respecta a la armonización de la gestión de los activos de garantía, el objetivo principal es establecer un manual de reglas único de gestión de activos de garantía para Europa, incluyendo estándares sobre su gestión. En 2019, el Grupo Consultivo de Infraestructura de Mercado para Valores y Activos de Garantía del BCE adoptó el primer conjunto de estándares relacionados con la gestión tripartita de activos de garantía, eventos corporativos sobre instrumentos de deuda y procesos de facturación, que deberían implementarse para noviembre de 2022. Se ha pedido a los grupos nacionales de usuarios que preparen sus planes de adaptación correspondientes con vistas a cumplir los estándares.

El Eurosistema también ha continuado fomentando la armonización de la postcontratación en el ámbito de la liquidación de valores, en concreto ha seguido de cerca los progresos alcanzados en la aplicación de los estándares y ha realizado un seguimiento de las deficiencias detectadas. Al final de 2019, el 90 % de los mercados que participan en T2S cumplían los estándares básicos de armonización (frente al 85 % en 2018).

El Eurosistema interviene en la autorización de todos los DCV de la zona del euro

En el ámbito de las infraestructuras de valores, el Eurosistema, en su calidad de banco central emisor del euro, participa en la autorización y en la revisión y el seguimiento periódicos de los DCV de conformidad con el Reglamento sobre los DCV (CSDR, por sus siglas en inglés). De hecho, el Eurosistema es la única autoridad que interviene actualmente en la autorización y la revisión de todos los DCV de la zona del euro y, por consiguiente, contribuye a facilitar la aplicación de un enfoque coherente en estas tareas, desempeñando así una función clave en la salvaguardia de la seguridad y la eficiencia de la liquidación de valores.

Por lo que se refiere a las entidades de contrapartida central (ECC), el Eurosistema, en su calidad de banco central emisor del euro, ha seguido contribuyendo a las actividades de los colegios de supervisores establecidos de conformidad con el Reglamento Europeo de Infraestructuras de Mercado (EMIR, por sus siglas en inglés), incluida la evaluación de las solicitudes presentadas por las ECC para ampliar sus servicios o introducir cambios en sus modelos de riesgo. Asimismo, el Eurosistema está representado en los grupos de gestión de crisis establecidos o que se están estableciendo a escala global para las ECC de importancia sistémica en más de una jurisdicción.

En 2019, el Eurosistema participó en las discusiones relacionadas con la revisión del marco del EMIR, cuyo objetivo es mejorar el marco regulatorio para las ECC, en particular para las no pertenecientes a la UE, y que entró en vigor el 1 de enero de 2020. El Eurosistema también contribuyó a los trabajos preparatorios de un reglamento de la UE relativo a la recuperación y la resolución de las ECC, y participó en las pruebas de resistencia de las ECC realizadas a escala de la UE, concretamente en relación con el riesgo de liquidez.

5 Iniciativas para facilitar el funcionamiento de los mercados y servicios financieros prestados a otras entidades

En octubre de 2019, el BCE comenzó a publicar el tipo de interés a corto plazo del euro (€STR), un nuevo tipo de interés de referencia basado íntegramente en el marco de presentación de información estadística sobre los mercados monetarios. El €STR sustituirá progresivamente al índice medio del tipo de interés del euro a un día (eonia), y se espera que pase a ser uno de los principales tipos de referencia en los mercados de la zona del euro. La introducción del nuevo tipo de referencia había sido adecuadamente prevista por el sector financiero, por lo que no se produjeron interrupciones graves. El proceso diario de determinación del €STR ha funcionado correctamente y la metodología ha demostrado su fiabilidad. En 2019, el BCE siguió siendo responsable de la gestión de diversas operaciones financieras en nombre de la UE y continuó desempeñando una función general de coordinación en relación con el marco de Servicios de Gestión de Reservas del Eurosistema. Asimismo, con el objetivo de mejorar la comunicación y la transparencia en este ámbito, y en consonancia con sus prácticas de rendición de cuentas en otras áreas de política, el BCE decidió empezar a publicar datos adicionales sobre sus intervenciones en el mercado de divisas a partir de abril de 2020 (véase recuadro 6).

5.1 €STR, el nuevo tipo de referencia a un día para los mercados monetarios de la zona del euro

El 2 de octubre de 2019, el BCE comenzó a publicar un nuevo tipo de interés de referencia a un día para los mercados de la zona del euro. El tipo de interés a corto plazo del euro (€STR) refleja el coste de la financiación de las entidades de crédito de la zona del euro en el mercado mayorista de depósitos. Este tipo de referencia sólido y fiable, que se calcula diariamente a partir de las operaciones admisibles por valor de más de 30 mm de euros comunicadas por 50 entidades informadoras diferentes, deberá sustituir progresivamente al eonia.

La metodología de cálculo del €STR se ha diseñado para que refleje completamente la dinámica subyacente en los mercados monetarios. El tipo de interés se basa en un amplio conjunto de operaciones admisibles comunicadas por las entidades de crédito realizadas con otras entidades de crédito y con instituciones financieras no bancarias, lo que le permite mantenerse estable frente a cambios estructurales en el mercado no garantizado. En 2019, el importe medio diario de las operaciones en las que se basa el cálculo del €STR fue de 31,1 mm de euros. La representatividad del €STR queda garantizada con una política de suficiencia de datos que exige: a) que contribuyan, como mínimo, 20 entidades de crédito que actualmente presentan información con arreglo al Reglamento relativo a las estadísticas de los mercados monetarios (MMSR, por sus siglas en inglés), y b) que las cinco entidades informadoras que reporten el mayor porcentaje del volumen de operaciones representen menos del 75 % del volumen negociado en un día determinado. Si uno de estos requerimientos no se cumple, se activa un procedimiento de contingencia a corto plazo, con lo que la disponibilidad de este tipo queda asegurada. Por último, el tipo de interés se calcula como una media recortada ponderada por el volumen de operaciones, en la que el 25 % superior e inferior del volumen total de operaciones, que corresponden a aquellas con tipos de interés más altos y más bajos, se elimina para calcular el tipo, lo que contribuye a reducir la influencia de valores atípicos (véase información más detallada sobre cómo se determina el €STR en el recuadro 7 del capítulo 7).

El €STR, un tipo de referencia sólido y fiable basado en un amplio conjunto de operaciones admisibles, sustituirá al eonia

El €STR está sustituyendo progresivamente al eonia, que dejará de aplicarse el 3 de enero de 2022. El 2 de octubre de 2019, tras las recomendaciones formuladas por el grupo de trabajo del sector privado sobre tipos de interés libres de riesgo para la zona del euro y una consulta pública, el administrador del eonia (el European Money Markets Institute) modificó la metodología para que, hasta que deje de utilizarse el 3 de enero de 2022, este tipo se calcule aplicando un diferencial fijo de 8,5 puntos básicos al €STR. El grupo de trabajo sobre tipos de interés libres de riesgo para la zona del euro, que se creó en 2017 para identificar y recomendar tipos de interés libres de riesgo que pudieran servir de base para encontrar una alternativa a los tipos de referencia existentes, elaboró unas orientaciones para la transición del eonia al €STR que incluyen recomendaciones sobre cómo tratar los contratos vinculados al eonia, así como análisis de las implicaciones de los cambios para los productos, procesos y modelos, para la contabilidad financiera y para la gestión de riesgos.

El esfuerzo de comunicación del BCE con los usuarios de los tipos de interés de referencia para la preparación del lanzamiento del €STR, junto con las orientaciones y recomendaciones del grupo de trabajo sobre tipos de interés libres de riesgo para la zona del euro, contribuyeron a que el €STR se estrenase con éxito. La puesta en marcha del nuevo tipo de referencia y el cambio en la metodología de cálculo del eonia fue ampliamente anticipada por el sector financiero y no se produjeron interrupciones graves. Por ejemplo, los sistemas internos se ajustaron para tener en cuenta la hora de publicación diferente del tipo de referencia, es decir, la mañana del día siguiente a la fecha de contratación. Por otra parte, las primeras operaciones de mercado referenciadas al €STR, incluidas las primeras emisiones de valores, se realizaron correctamente. En el mercado de derivados, las primeras operaciones en el mercado OTC de swaps se efectuaron coincidiendo con el inicio de la publicación del tipo de interés y, poco tiempo después, en octubre y noviembre, algunas entidades de contrapartida central empezaron a ofrecer la compensación de productos basados en el €STR.

El proceso diario de determinación del €STR está funcionando correctamente y la metodología ha demostrado su fiabilidad

El proceso diario de determinación del €STR está funcionando correctamente y la metodología ha demostrado su fiabilidad. Esta fiabilidad queda patente en dos ejemplos. En primer lugar, la rebaja del tipo de interés de la facilidad de depósito del BCE el 18 de septiembre de 2019 se reflejó íntegra e inmediatamente en los datos pre-€STR y, desde que empezó a publicarse el €STR, el tipo de interés y la distribución de las operaciones subyacentes en el rango central se han mantenido bastante estables. En segundo lugar, el 3 de octubre de 2019, festivo en Alemania, tuvo un impacto insignificante en el tipo y en sus distintas métricas. Si bien el volumen de las operaciones declaradas se redujo en 4,3 mm de euros ese día con respecto al día anterior, el número de entidades de crédito participantes, así como la concentración del volumen de operaciones comunicadas por las cinco entidades con el mayor volumen, se mantuvo a una distancia cómoda de los umbrales que definen la política de suficiencia de datos mencionada anteriormente. Asimismo, la volatilidad del €STR se mantuvo contenida, lo que demuestra la solidez de la metodología ante circunstancias como la señalada.

Gráfico 23

€STR desde el 9 de septiembre de 2019

(escala izquierda: mm de euros; escala derecha: puntos básicos)

Fuente: BCE.
Nota: Pre-€STR hasta el 30 de septiembre, €STR a partir del 1 de octubre.

Gráfico 24

Métricas de suficiencia de datos del €STR desde el 9 de septiembre de 2019

(escala izquierda: porcentajes; escala derecha: número de entidades de crédito)

Fuente: BCE.
Nota: Pre-€STR hasta el 30 de septiembre, €STR a partir del 1 de octubre.

Los participantes en el mercado deben esforzarse más para fomentar mercados de derivados y productos distintos de derivados basados en el €STR suficientemente líquidos

Aunque el uso del €STR está cobrando impulso, los participantes en el mercado deben esforzarse más para fomentar mercados de derivados y de productos distintos de derivados basados en el €STR que sean suficientemente líquidos. El €STR debería utilizarse de forma generalizada en todos los segmentos del mercado, es decir, no solo debería considerarse el sustituto del eonia en los mercados de derivados, sino que también debería emplearse en los casos en los que habitualmente se usan otros tipos de interés de referencia. Las emisiones de deuda y la concesión de nuevos préstamos son ejemplos de su utilización en ambos lados del balance.

El €STR podría servir de tipo de interés alternativo en los contratos referenciados al euríbor y como alternativa al euríbor

El €STR ofrece también una manera de abordar los riesgos relacionados con los «tipos de interés de oferta en el mercado interbancario», o «íbor», en el contexto de la reforma global de estos índices. Como ha recomendado el Consejo de Estabilidad Financiera (FSB, por sus siglas en inglés)[45], se debería alentar el uso de tipos de interés a un día prácticamente libres de riesgo en todos los mercados de tipos de interés a escala global cuando proceda, y los contratos referenciados a un «íbor» deberían incorporar disposiciones sólidas sobre tipos alternativos. En la zona del euro, la autorización del administrador del euríbor el 3 de julio de 2019 permitió seguir utilizando el tipo de interés de referencia; es más, a diferencia del líbor, no hay una fecha prevista para dejar de utilizar el euríbor. Sin embargo, la sostenibilidad a largo plazo del euríbor no debe darse por sentada: primero, depende de la estabilidad del panel de entidades de crédito que aportan los datos y, segundo, depende de cómo evolucione la actividad en los mercados monetarios que el euríbor trata de medir. Aunque las autoridades competentes con arreglo al Reglamento de la UE sobre Índices de Referencia pueden proporcionar una protección temporal en forma de contribuciones obligatorias al tipo de interés de referencia o de administración obligatoria del tipo de interés de referencia, dicha protección está limitada tanto en contenido como en plazo. Por consiguiente, el €STR —y la estructura temporal de tipos de interés basada en el €STR— podría servir de tipo alternativo en los contratos referenciados al euríbor y como alternativa al euríbor. En otras jurisdicciones como Estados Unidos, Reino Unido y Suiza, ya hay buenos ejemplos del uso de tipos de interés a un día similares al €STR que están ganando terreno y se están promoviendo activamente como vía para abordar la incertidumbre asociada al líbor.

5.2 Gestión de las operaciones de endeudamiento y de préstamo realizadas por la UE

El BCE es responsable de la gestión de las operaciones de endeudamiento y de préstamo realizadas por la UE con arreglo al mecanismo de ayuda financiera a medio plazo (MTFA, por sus siglas en inglés)[46] y al Mecanismo Europeo de Estabilización Financiera (MEEF)[46]. En 2019, el BCE procesó pagos de intereses de los préstamos concedidos en el marco del MTFA. A 31 de diciembre de 2019, el importe total del saldo vivo de los préstamos concedidos al amparo de este mecanismo ascendía a 200 millones de euros. En 2019, el BCE también procesó varios pagos, y pagos de intereses, relacionados con los préstamos otorgados en el contexto del MEEF. El importe total del saldo vivo de estos préstamos a 31 de diciembre de 2019 se cifraba en 46,8 mm de euros.

El BCE procesa pagos relacionados con diversos programas de préstamos de la UE

Del mismo modo, el BCE es responsable de la gestión de los pagos generados por las operaciones efectuadas en el contexto de la Facilidad Europea de Estabilización Financiera (FEEF)[47] y el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE)[48]. En 2019, el BCE procesó varios pagos de intereses y comisiones en relación con dos préstamos concedidos al amparo de la FEEF. También procesó pagos en relación con las suscripciones de los miembros del MEDE al capital autorizado de este mecanismo.

Por último, el BCE es responsable de procesar todos los pagos relacionados con el acuerdo de préstamo suscrito con Grecia[49]. A 31 de diciembre de 2019, el importe total del saldo vivo en el contexto de este acuerdo ascendía a 52,9 mm de euros.

5.3 5.3 Servicios de Gestión de Reservas del Eurosistema

Varios bancos centrales del Eurosistema prestan servicios con arreglo al marco de ERMS

En 2019 se continuó prestando una amplia gama de servicios financieros dentro del marco de Servicios de Gestión de Reservas del Eurosistema (ERMS, por sus siglas en inglés) establecido en 2005 para la gestión de activos de reserva denominados en euros de sus clientes. Varios bancos centrales nacionales del Eurosistema (los proveedores de servicios del Eurosistema) ofrecen a bancos centrales, autoridades monetarias y organismos públicos situados fuera de la zona del euro, así como a organizaciones internacionales, el conjunto completo de servicios de inversión en condiciones y términos armonizados, y de conformidad con los estándares del mercado. El BCE desempeña una función general de coordinación, hace un seguimiento del correcto funcionamiento de los servicios, promueve cambios para mejorar el marco y prepara informes relacionados para el Consejo de Gobierno del BCE.

En 2019, un banco central más empezó a ofrecer servicios de ERMS, por lo que ahora son diez los proveedores de servicios del Eurosistema. El número de cuentas de clientes de ERMS era de 273 a finales de 2019, en comparación con 277 a finales de 2018. El total de tenencias agregadas (que incluyen las tenencias de efectivo y de valores) gestionado en el marco de ERMS disminuyó un 7,5 %, aproximadamente, en 2019 con respecto a 2018.

Recuadro 6
El BCE mejora la información sobre las intervenciones en el mercado de divisas

El 26 de septiembre de 2019, el Consejo de Gobierno del BCE decidió publicar datos adicionales sobre sus intervenciones en el mercado de divisas a partir de abril de 2020, con el objetivo de mejorar la comunicación y la transparencia en este ámbito, en consonancia con las prácticas de rendición de cuentas en otras áreas y, al mismo tiempo, salvaguardar la capacidad del BCE de llevar a cabo de manera eficaz intervenciones en el mercado de divisas. En el caso del programa de compra de activos, que constituye un ejemplo de prácticas de rendición de cuentas, el Eurosistema proporciona periódicamente datos sobre el volumen y la distribución de las adquisiciones en los distintos programas y jurisdicciones.

El tipo de cambio no es un objetivo de política para el BCE. Desde la introducción del euro, el BCE ha intervenido en dos ocasiones en el mercado de divisas: en 2000 y en 2011 (véase cuadro A). La primera intervención, en el año 2000, estuvo motivada por la preocupación sobre las repercusiones globales y nacionales del tipo de cambio del euro, incluido su impacto sobre la estabilidad de precios. Inicialmente, el 22 de septiembre, el BCE y las autoridades estadounidenses y japonesas realizaron una intervención coordinada y, en noviembre, el BCE intervino unilateralmente. La segunda vez, el 18 de marzo de 2011, el BCE y las autoridades de Estados Unidos, Reino Unido y Canadá intervinieron de manera coordinada a petición de las autoridades japonesas, en respuesta a las fluctuaciones del tipo de cambio del yen asociadas a los trágicos acontecimientos ocurridos en Japón.

Cuadro A

Intervenciones del BCE en el mercado de divisas hasta la fecha

Fuente: BCE.

Como consecuencia de la modificación de la política de publicaciones, el BCE proporcionará información sobre las intervenciones en el mercado de divisas utilizando un enfoque estructurado y sistemático en términos de frecuencia y cobertura de datos. El BCE ha utilizado anteriormente diversos canales para divulgar información sobre este tipo de intervenciones, entre ellos los estados financieros semanales, las Cuentas Anuales y el Informe Anual. En el futuro, el BCE publicará datos sobre sus intervenciones en un cuadro en su sitio web y en su Informe Anual. El cuadro del sitio web se actualizará trimestralmente con un desfase de un trimestre. La primera vez que se publique, el cuadro incluirá todos los datos históricos sobre las intervenciones desde 1999. A partir de ahora, en el Informe Anual del BCE también se proporcionará información adicional de referencia y se resumirán las novedades relativas a las intervenciones en el mercado de divisas, si procede. Asimismo, en las Cuentas Anuales del BCE se indicará si se han llevado a cabo intervenciones en el mercado de divisas durante el ejercicio analizado. La nota de prensa sobre el estado financiero semanal también incluirá una referencia general a las intervenciones de la semana anterior, como ocurrió en 2000 y en 2011.

El nuevo marco de presentación de información abarcará las intervenciones en el mercado de divisas realizadas por el BCE unilateralmente y las efectuadas en coordinación con otras autoridades, así como las intervenciones «en los márgenes»[50] efectuadas en el contexto del Mecanismo de Tipos de Cambio (MTC II). La información incluirá el importe total (neto y bruto), el sentido (venta o compra), el detalle por moneda y la fecha (o fechas) de la intervención. En aras de la plena transparencia, en el cuadro trimestral también se indicará expresamente si no ha habido intervenciones en el mercado de divisas.

Con esta publicación, la política de comunicación del BCE sobre las intervenciones en el mercado de divisas se ajusta a las prácticas de rendición de cuentas que ha desarrollado en otras áreas a lo largo de los años. Estas prácticas superan lo estrictamente exigido en el Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea. De este modo, el BCE facilita información relevante al público en general y a los mercados financieros sobre su estrategia, valoraciones y decisiones de política. La transparencia del BCE en lo referente al desempeño de sus funciones contribuye a reforzar su credibilidad. Cada banco central miembro del MTC II sigue siendo responsable de divulgar información sobre las intervenciones en el mercado de divisas con arreglo a sus propias prácticas.

6 Más billetes en circulación y bajo volumen de falsificaciones

El BCE y los bancos centrales nacionales (BCN) de la zona del euro son los responsables de emitir los billetes en euros dentro de la zona del euro, con el fin de garantizar la disponibilidad de efectivo y de mantener la confianza en la moneda. El número de billetes en euros en circulación y su importe lleva aumentando desde su introducción en 2002, y en general lo ha hecho a un ritmo mayor que el crecimiento económico. En 2019, el número de falsificaciones se mantuvo en un nivel reducido debido a una combinación de factores, entre ellos la mejora de los elementos de seguridad de la nueva serie Europa, la colaboración constante con los cuerpos y fuerzas de seguridad, la comunicación periódica con el público y la formación impartida a los profesionales del manejo del efectivo. En mayo de 2019 se introdujeron los nuevos billetes de 100 y de 200 euros con elementos de seguridad nuevos e innovadores, que completaron la serie Europa de billetes.

6.1 Los billetes en circulación continuaron aumentando

En 2019, el número de billetes en euros en circulación y su importe aumentaron en torno a un 6,4 % y un 5 %, respectivamente. Al final del año, circulaban 24.100 millones de billetes en euros por un importe total de 1.293 mm de euros (véanse gráficos 25 y 26). Los billetes de 50 euros representaron prácticamente la mitad del número y del importe de los billetes en circulación. Los billetes de 200 euros registraron, con diferencia, la tasa de crecimiento interanual más elevada, que en 2019 alcanzó el 61,4 %, dado que cubrieron parte de la demanda de billetes de 500 euros, que dejaron de emitirse. A finales de 2019, el importe total de los billetes de 100 euros en circulación ascendía a 305 mm de euros, lo que equivale al importe agregado de todas las denominaciones de billetes en euros en circulación en julio de 2002. La tasa de crecimiento de los billetes de 100 y de 50 euros siguió siendo elevada y fue del 8,8 % y del 7,4 %, respectivamente.

Gráfico 25

Número e importe de los billetes en euros en circulación

(escala izquierda: mm de euros; escala derecha: miles de millones)

Fuente: BCE.

Gráfico 26

Importe de los billetes en euros en circulación, por denominaciones

(mm de euros)

Fuente: BCE.

En términos de importe, un tercio de los billetes en euros en circulación se encuentran fuera de la zona del euro

Se estima que, en términos de importe, alrededor de un tercio de los billetes en euros en circulación se encuentran fuera de la zona del euro —principalmente en países vecinos— y corresponden, sobre todo, a las denominaciones más altas. Se utilizan como depósito de valor y para liquidar operaciones en los mercados internacionales.

La producción de billetes en euros se comparte entre los BCN de la zona del euro, a los que se asignó en total la producción de aproximadamente 3.700 millones de billetes en 2019.

El número total de monedas en euros en circulación aumentó un 3,3 % en 2019, hasta situarse en 135.100 millones de piezas al final del año. El importe de las monedas en circulación ascendía a 30 mm de euros, cifra que supera en un 3,4 % la registrada a finales de 2018.

En 2019, los BCN de la zona del euro comprobaron la autenticidad y el estado de uso de unos 30.000 millones de billetes, y de ellos, retiraron alrededor de 5.000 millones por no ser aptos para la circulación. Además, el Eurosistema continuó prestando asistencia a los fabricantes de maquinaria de tratamiento de billetes, con el fin de garantizar que sus máquinas cumplen con los estándares del BCE para comprobar la autenticidad y el estado de uso de los billetes en euros antes de retornar a la circulación. En 2019, las entidades de crédito y otros profesionales del manejo del efectivo comprobaron la autenticidad y el estado de uso de unos 38.000 millones de billetes en euros.

Introducción de los nuevos billetes de 100 y de 200 euros, y cese de la emisión del billete de 500 euros

El 28 de mayo de 2019 se pusieron en circulación los nuevos billetes de 100 y de 200 euros. Con la introducción de estos nuevos billetes se completó la serie Europa, que comenzó en 2013 con el billete de 5 euros.

Todos los BCN de la zona del euro dejaron de emitir billetes de 500 euros entre enero y abril de 2019. Como ocurre con las demás denominaciones de la primera serie de billetes en euros, la denominación de 500 euros seguirá siendo de curso legal y, en consecuencia, podrá seguir utilizándose como medio de pago y depósito de valor. Los billetes de la primera serie (incluido el de 500 euros) mantendrán su valor indefinidamente, ya que podrán canjearse en los BCN de la zona del euro durante un período de tiempo ilimitado.

6.2 El número de billetes falsos se mantuvo en niveles bajos en 2019

El número de billetes falsos en euros se mantuvo en niveles bajos en 2019, y se retiraron de la circulación alrededor de 559.000 billetes falsos. Este reducido volumen de falsificaciones obedece a una combinación de factores, como la mejora de los elementos de seguridad de la nueva serie Europa, la colaboración con los cuerpos y fuerzas de seguridad, y las iniciativas en materia de comunicación y formación a escala nacional y europea. En comparación con el número de billetes en euros auténticos en circulación, la proporción de falsificaciones ha seguido disminuyendo y es muy baja. El gráfico 27 muestra la evolución a largo plazo del número de billetes falsos retirados de la circulación.

Gráfico 27

Número de billetes falsos por cada millón de billetes en euros auténticos en circulación

(unidades por millón)

Fuente: BCE.

Los falsificadores se centran principalmente en las denominaciones de 20 y de 50 euros, que en 2019 representaron, en conjunto, más del 70 % del total de billetes falsos retirados de la circulación. El porcentaje de falsificaciones de billetes de 50 euros descendió en 2019.

El BCE aconseja al público que se mantenga alerta cuando reciba billetes y que no deje de aplicar el método «toque-mire-gire»

A pesar de que los billetes falsos retirados de la circulación son de baja calidad, el BCE sigue aconsejando al público que se mantenga alerta cuando reciba billetes, que no deje de aplicar el método «toque-mire-gire» y que no se limite a examinar solamente uno de los elementos de seguridad. Además, se imparten de forma continuada cursos de formación a los profesionales encargados del manejo del efectivo, tanto en Europa como en otros países, y se distribuye al público material informativo actualizado como medida de apoyo a la lucha del Eurosistema contra la falsificación. Asimismo, el BCE colabora con Europol, Interpol y la Comisión Europea en la consecución de este objetivo.

6.3 Billetes «más verdes»

En 2004, el Eurosistema analizó el ciclo de vida de los billetes en euros basándose en la serie de normas ISO 14040, por lo que fue pionero en la evaluación del impacto medioambiental de los billetes a lo largo de todo su ciclo de vida. Este complejo análisis ha sido la principal fuente de información para aplicar medidas orientadas a reducir el impacto medioambiental de los billetes en euros. Por ejemplo, el Eurosistema ha puesto en marcha un sistema de acreditación para los fabricantes de billetes en euros y sus componentes que incluye un sistema de gestión medioambiental y se centra, entre otros aspectos, en un aumento gradual del uso de fibras de algodón sostenible en el papel de los billetes en euros, hasta llegar al objetivo del 100 %.

El Eurosistema también realiza un seguimiento anual de los principales datos sobre consumos y emisiones de todos los fabricantes acreditados, con el fin mejorar el comportamiento medioambiental del proceso de producción.

7 Estadísticas

El BCE —en colaboración con los bancos centrales nacionales (BCN)— elabora, recoge, compila y difunde una amplia gama de estadísticas y datos que sirven de apoyo a la política monetaria de la zona del euro, a la estabilidad financiera y a otras tareas del Sistema Europeo de Bancos Centrales (SEBC), así como a la labor de la Junta Europea de Riesgo Sistémico (JERS). Estas estadísticas también son utilizadas por las autoridades públicas, los participantes en los mercados financieros, los medios de comunicación y el público en general, contribuyendo así a cumplir el objetivo de transparencia del BCE.

Este capítulo se centra en cómo reducir la carga informativa de las entidades de crédito y en las estadísticas relativas a las fintech, incluidos los criptoactivos. Se incluyen dos recuadros en los que se analizan, respectivamente, el proceso independiente de determinación del tipo de interés a corto plazo del euro (€STR) con arreglo a la orientación pertinente (recuadro 7), y la estrategia de medio plazo para las estadísticas de cuentas financieras, así como los objetivos para los próximos años (recuadro 8).

7.1 Reducción de la carga informativa

La crisis financiera aumentó la carga informativa

La crisis financiera dejó al descubierto las limitaciones de las estadísticas agregadas a la hora de aportar la información necesaria para ayudar a los responsables de la elaboración de políticas en una situación de mayor fragmentación entre países, sectores y mercados. El BCE respondió a esas limitaciones con nuevos actos jurídicos que le permiten obtener datos granulares adicionales para atender las necesidades de información de política monetaria, microprudencial y macroprudencial. Algunos ejemplos serían los conjuntos de datos estadísticos como AnaCredit, las estadísticas sobre carteras de valores y las estadísticas de los mercados monetarios. Esto se tradujo en un aumento de la carga informativa para las entidades de crédito.

Otro de los problemas que afronta el sector bancario es la falta de armonización entre países en lo que respecta a los sistemas de presentación de información, que tiene su origen en el enfoque tradicional del SEBC según el cual los BCN pueden cumplir los requerimientos estadísticos europeos utilizando sus marcos de información nacionales.

Pese al alto grado de armonización conceptual de la información estadística en la zona del euro, en la práctica hay que remitir a los BCN numerosos informes estadísticos separados, con frecuencias de transmisión y plazos distintos, y con niveles de agregación diferentes.

Además, existe un solapamiento parcial entre los informes estadísticos y los múltiples informes que exigen los supervisores bancarios, lo que se traduce en redundancias y duplicidades, así como en complejos procesos y calendarios de información.

Como es lógico, el sector bancario ha puesto de manifiesto esta situación y ha reclamado que el diseño y la implementación de las obligaciones de información sean mucho más eficientes en términos de costes[51], manteniendo al mismo tiempo la eficacia de la regulación e incrementando aún más la calidad de los datos.

El marco de información integrada consolida los requerimientos estadísticos del SEBC que se aplican a las entidades de crédito

En este contexto, en 2016, el SEBC empezó a trabajar en la consolidación de los requerimientos estadísticos que se aplican a las entidades de crédito mediante el desarrollo de un marco de información integrada (IReF, por sus siglas en inglés), diseñado con el fin de establecer una solución integrada para la presentación de información estadística del SEBC en los distintos países y ámbitos estadísticos. Con arreglo al nuevo marco, cuya puesta en marcha está prevista entre 2024 y 2027, se recogerán datos más granulares que en los actuales conjuntos de datos[52], lo que permitirá cubrir toda la información requerida con un único marco y evitará duplicar los requerimientos siempre que sea posible. Por consiguiente, aunque el volumen de datos se incrementará significativamente, las entidades de crédito llevarán a cabo menos clasificaciones y agregaciones de estadísticas, actividades que suelen requerir muchos recursos. Estas tareas pasarán a ser realizadas por el SEBC y se prevé un aumento general de la calidad de la información. En el IReF se utilizará un único modelo y diccionario de datos, que se espera que sirvan para uniformizar plenamente las definiciones y para asegurar una metodología sólida. Los datos granulares son inherentemente flexibles, en el sentido de que pueden combinarse de distintas maneras para ofrecer nuevos productos y servicios, y se espera que esta solución reduzca la frecuencia de las modificaciones del marco jurídico de presentación de información, así como la necesidad de que las autoridades soliciten datos ad hoc.

El diccionario de información integrada de las entidades de crédito complementa el marco de información integrada

Como se muestra en la figura 2, la estrategia global del SEBC para la recogida de datos de las entidades de crédito también prevé ayudar a las entidades informadoras a optimizar la organización de la información almacenada en sus sistemas operativos internos (por ejemplo, para contabilidad, gestión de riesgos, valores o depósitos) en una «capa de entrada», que podría servir de base para cumplir todos los requerimientos de información aplicables a partir de normas de transformación estandarizadas. Con este objetivo, un grupo compuesto por representantes del BCE, de algunos BCN de la zona del euro y del sector bancario está elaborando un diccionario de información integrada de las entidades de crédito (BIRD, por sus siglas en inglés). El ámbito de aplicación del BIRD no se limita a los conjuntos de datos estadísticos del SEBC y abarca la información de supervisión y resolución.

Figura 2

Estrategia del SEBC para la recogida de datos de las entidades de crédito

Nota: ABE: Autoridad Bancaria Europea; MUS: Mecanismo Único de Supervisión; MUR: Mecanismo Único de Resolución.

El SEBC está realizando un análisis coste-beneficio del marco de información integrada

En 2018, el SEBC decidió poner en marcha un análisis coste-beneficio del IReF en estrecha colaboración con el sector bancario y otras partes interesadas, con vistas a valorar el impacto de la iniciativa en la oferta y en la demanda. El primer paso consistió en un cuestionario destinado a hacer un balance cualitativo de la situación de la información estadística en los distintos ámbitos y países, con el fin de identificar los principales factores de costes y los posibles beneficios del IReF. En 2019, el Comité de Estadísticas del SEBC valoró los resultados del cuestionario y diseñó escenarios concretos para el IReF referentes a distintos aspectos de la recogida de datos y la producción de estadísticas. El siguiente paso en 2020 será evaluar, por medio de un nuevo cuestionario, los costes y beneficios de estos escenarios. Los escenarios fueron desarrollados por focus groups compuestos por expertos del SEBC y, en algunos temas seleccionados, por representantes del sector bancario. El nuevo cuestionario se basará en un esquema de presentación de información conforme al IReF, que permitirá a todos los participantes puntuar los escenarios basándose en propuestas concretas de requerimientos de información. El SEBC valorará los resultados posteriormente y, si muestran apoyo al IReF, identificará las características óptimas que sean más adecuadas para el sector y para los usuarios y los responsables de compilar la información del SEBC.

Si el resultado del análisis coste-beneficio global es satisfactorio, el Consejo de Gobierno del BCE podrá decidir seguir adelante con el IReF. Antes de adoptar e implementar el marco, se elaborará un proyecto de reglamento del BCE que se someterá a consulta pública. Los requerimientos del IReF serán obligatorios para todas las entidades de crédito de la zona del euro.

7.2 Novedades y mejoras en las estadísticas de la zona del euro

Fintech y criptoactivos

El BCE hace un seguimiento del fenómeno de los criptoactivos y de las fintech

Las estadísticas sobre las innovaciones tecnológicas utilizadas para prestar o dar apoyo a los servicios financieros (fintech) se están desarrollando y mejorando, con el fin de seguir satisfaciendo las necesidades de los usuarios de estadísticas en un mundo transformado digitalmente. En concreto, a principios de 2019, la Dirección General de Estadística del BCE construyó un conjunto interno de datos sobre criptoactivos y estableció una serie de indicadores basados en primera instancia en datos públicos agregados. Este conjunto de datos y esta serie de indicadores, después de haber sido objeto de comprobaciones de calidad y de ser complementados con otros datos procedentes de fuentes comerciales[53], aportaron información para el seguimiento del fenómeno de los criptoactivos por parte del BCE[54]. Con el uso de las tecnologías de big data, el BCE pudo crear un conjunto de procedimientos automatizados para recoger, tratar e integrar varios datos recopilados sobre criptoactivos. Un componente importante de esta labor es la investigación de la clasificación estadística de los criptoactivos. Con respecto a las fintech, aunque el debate sobre las definiciones estadísticas de las fintech y las necesidades de datos relacionados se está celebrando también en foros internacionales[55], el BCE ha estado construyendo un conjunto de datos interno experimental sobre las entidades fintech en la zona del euro[56], en consonancia con iniciativas similares llevadas a cabo por algunos BCN de la zona del euro. El objetivo es conocer los vínculos existentes entre el sector financiero y las fintech, las oportunidades que brindan estas últimas y los riesgos que plantean.

Recuadro 7
Proceso independiente de determinación del tipo de interés a corto plazo del euro (€STR)

Tras dos años de intensos preparativos por parte del Eurosistema y de las entidades informadoras, el BCE publicó el tipo de interés a corto plazo del euro (€STR) por primera vez el 2 de octubre de 2019 (véase sección 5.1). La función estadística del BCE calcula y publica el €STR, que refleja el coste de financiación de las entidades de crédito de la zona del euro en el mercado mayorista de depósitos a un día, asegurándose de que su determinación quede separada de las funciones de política del BCE. En consonancia con la Orientación sobre el €STR se ha creado un marco de control para proteger la integridad y la independencia del proceso de determinación y para hacer frente a los conflictos de intereses existentes o que pudieran surgir.

La Orientación sobre el €STR establece la responsabilidad del BCE en la administración del tipo de interés, así como las funciones y responsabilidades del BCE y de los BCN con respecto a su contribución al proceso de determinación del €STR y a otros procedimientos operativos. Conforme a dicha Orientación se creó un Comité de Vigilancia Interna para revisar, cuestionar e informar sobre todos los aspectos del proceso de determinación del €STR. Asimismo, este proceso es objeto de auditorías internas y externas periódicas. Para asegurar que los procedimientos relativos al €STR sean acordes con las mejores prácticas internacionales, la Orientación sobre el €STR incorpora los principios aplicables a los índices de referencia financieros (Principles for Financial Benchmarks) de la Organización Internacional de Comisiones de Valores (IOSCO, por sus siglas en inglés) cuando procede y es pertinente.

El BCE publicó el €STR por primera vez el 2 de octubre de 2019, que reflejó la actividad de negociación del 1 de octubre de 2019. El €STR se publica en el sitio web del BCE[57] a las 08:00 CET (hora central europea) de cada día hábil de TARGET2 y se basa en las operaciones realizadas y liquidadas el día hábil de TARGET2 anterior. En caso de que se detecten errores tras la publicación que afecten al €STR en más de 2 puntos básicos, este tipo de referencia se revisa y vuelve a difundirse a las 09:00 CET del mismo día. Pasada esa hora ya no se revisa. Inmediatamente después de que el BCE publique el €STR, los proveedores de datos comerciales lo difunden mediante canales de información de mercado en tiempo real. Para promover la transparencia del proceso de determinación del tipo de referencia, el BCE publica periódicamente información resumida sobre los errores superiores a 0,1 puntos básicos que se detecten después de la publicación ordinaria del €STR y que no cumplan los criterios para que vuelva a publicarse.

El €STR se basa íntegramente en las operaciones reales en euros comunicadas por las entidades de crédito de conformidad con el Reglamento relativo a las estadísticas de los mercados monetarios (MMSR, por sus siglas en inglés), modificado recientemente para aumentar la disponibilidad de estadísticas de calidad sobre el mercado monetario de la zona del euro[58]. Las entidades informadoras que presentan información estadística sobre los mercados monetarios —que eran 50 en la fecha límite de recepción de datos para este informe— envían los datos indirectamente a través de su BCN respectivo (Deutsche Bundesbank, Banco de España, Banque de France o Banca d’Italia) o directamente al BCE antes de las 07:00 CET (véase figura A). Posteriormente, la información se somete a un proceso de control de calidad, que incluye un conjunto de comprobaciones técnicas, un número elevado de comprobaciones de coherencia y una serie de comprobaciones específicas de calidad de los datos para identificar las operaciones que, en su caso, deberían excluirse del cálculo del €STR. La confirmación de las operaciones se lleva a cabo entre las 07:15 y las 07:45 CET. Durante este proceso, el BCE, en colaboración con los BCN, solicita a las entidades informadoras que verifiquen que las operaciones identificadas son correctas.

Figura A

Proceso de determinación del €STR

Fuente: BCE.

Recuadro 8
Estrategia de medio plazo para las estadísticas de las cuentas financieras

En 2019, el Comité de Estadísticas del SEBC acabó de desarrollar una nueva estrategia de medio plazo para las estadísticas de las cuentas financieras trimestrales. El objetivo de esta iniciativa era planificar cómo seguir desarrollando las estadísticas de las cuentas financieras, teniendo en cuenta las nuevas necesidades analíticas y las mejoras constantes de la capacidad estadística (por ejemplo, mayor granularidad de los datos), y cómo afrontar los retos derivados de la globalización y del aumento de las interdependencias internacionales. Para diseñar la estrategia de medio plazo se examinaron exhaustivamente las necesidades analíticas, las fuentes de datos y las opciones de compilación, en estrecha colaboración con usuarios de la información y expertos en distintos ámbitos estadísticos, como, por ejemplo, los responsables de compilar las estadísticas de balanza de pagos o los datos del balance de las IFM.

En la estrategia se fijan cinco objetivos que deberán alcanzarse en los próximos años. Primero, los retos que plantea la globalización para las estadísticas de las cuentas financieras, relacionados con el mayor grado de interdependencias internacionales y la integración económica, se afrontarán aumentando la alineación de estas estadísticas con las de balanza de pagos y posición de inversión internacional, incrementando la granularidad de los datos sobre actividades transfronterizas y poniendo un foco estadístico específico en las empresas multinacionales. Segundo, la necesidad de arrojar más luz sobre la intermediación financiera no bancaria se cubrirá con un desglose más detallado por sectores y con datos más granulares sobre los instrumentos financieros. Tercero, las crecientes necesidades analíticas para entender las interconexiones a nivel macroeconómico, con especial atención a las interdependencias entre inversión y financiación, los canales de transmisión de los efectos indirectos de las políticas y las cadenas de contagio se atenderán mejorando el marco de las cuentas «de quién a quién» (from who-to-whom), que muestra las relaciones acreedor-deudor mediante un desglose sectorial y/o geográfico más detallado. Cuarto, el análisis estadístico del sector hogares se mejorará con la introducción de medidas de distribución de la riqueza y el endeudamiento de los hogares, así como con el desarrollo de un análisis para identificar la exposición indirecta de los hogares a la inversión subyacente de fondos en renta fija, renta variable y otros activos (lo que se conoce como el enfoque de transparencia o look-through de los fondos de inversión). Quinto, la estrategia tiene por objeto aumentar la utilidad de los datos sobre las cuentas financieras, por ejemplo, en términos de puntualidad y disponibilidad de datos históricos.

Las líneas de trabajo que pretenden lograr estos objetivos tienen en cuenta los requerimientos en el contexto de la segunda fase de la iniciativa sobre limitaciones de los datos del G-20[59] y aprovecharán las iniciativas en curso de apoyo a las estadísticas. La fase de desarrollo, que comenzó en 2019, está programada en general para los próximos tres a cinco años y también incluirá una revisión de los reglamentos y orientaciones del BCE en materia de estadística cuando sea pertinente para implementar los nuevos productos estadísticos de las cuentas financieras. En un entorno que cambia con rapidez, la estrategia debería ser dinámica y ajustable desde el principio.

La aplicación de la estrategia de medio plazo a las estadísticas de las cuentas financieras supondrá un esfuerzo colectivo para afrontar los distintos retos de manera coordinada y con un conjunto claro de objetivos, aprovechando las oportunidades que surjan de los cambios en la disponibilidad de los datos y en la capacidad estadística e intentando mantener la vigencia y la utilidad de dichas estadísticas.

8 Investigación en el BCE

La investigación económica contribuye de manera importante al análisis de la evolución económica y de la transmisión de las medidas de política económica y, por tanto, sirve de base para lograr los objetivos de esas medidas. En vista del entorno económico de 2019, la dinámica de la inflación, la situación financiera de los hogares y la interrelación entre la política monetaria, la estabilidad financiera y la economía real siguieron siendo las principales prioridades de investigación en 2019.

8.1 Redes de investigación

Hay tres grupos (clusters) y diversas redes de investigación que desempeñan un papel importante a la hora de coordinar los trabajos de investigación realizados en el Sistema Europeo de Bancos Centrales (SEBC) y de mantener el contacto con investigadores académicos. En 2019, los tres grupos de investigación del SEBC, centrados en política monetaria, estabilidad financiera y la competitividad de las economías de la zona del euro, siguieron organizando seminarios sobre temas relacionados. Asimismo, en el marco del Centre for Economic Policy Research se creó una red de investigación y de política sobre la comunicación de los bancos centrales (Research and Policy Network on Central Bank Communication), codirigida por el BCE (véase también la sección 11.2).

¿Cuál es la interrelación entre las políticas monetarias y las políticas macroprudenciales?

Una de las áreas concretas en las que se centra la investigación del BCE son las políticas macroprudenciales y su interacción con las políticas monetarias. En 2019, un grupo de trabajo estudió los diversos efectos de contagio (spillovers) entre los dos tipos de políticas, entre ellos los efectos de la política monetaria sobre la estabilidad financiera y el impacto de la política macroprudencial sobre la economía real. En 2020, el foco de atención se dirigirá a la coordinación óptima entre las dos políticas[60].

¿Qué nos pueden decir los microdatos relativos a la formación de los precios sobre la dinámica de la inflación?

La red de investigación PRISMA (análisis de microdatos sobre la formación de precios) examina el proceso de formación de precios en empresas individuales y en el sector minorista utilizando conjuntos de microdatos sobre precios. La investigación se centra en la relación entre el proceso de formación de precios en empresas individuales y la dinámica de la inflación agregada, concretamente en si el proceso se ve afectado por la baja inflación, la orientación de la política monetaria y la situación del ciclo económico.

¿Qué implica la heterogeneidad de los hogares para la transmisión de la política monetaria?

La red sobre la situación financiera y el consumo de los hogares (Household Finance and Consumption Network, HFCN) ha finalizado su trabajo relativo a la tercera edición de la encuesta sobre la situación financiera y el consumo de los hogares (Household Finance and Consumption Survey), cuyos resultados se publicarán en 2020. Se han estudiado, entre otras cuestiones, las implicaciones de la heterogeneidad de los hogares para la transmisión de la política monetaria, como, por ejemplo, su papel en la transmisión de la política a lo largo de la distribución de la renta. La HFCS también se ha utilizado como fuente de información esencial en los modelos de microsimulación que cuantifican los efectos de los escenarios de las pruebas de resistencia sobre los hogares.

La red de investigación sobre competitividad (Competitiveness Research Network o CompNet), un foro de investigación para el estudio de la productividad y la competitividad en los países de la UE, completó una nueva recopilación de datos para mejorar la cobertura y la comparabilidad entre países de su base de datos de indicadores de competitividad a nivel de empresa. En 2019, la base de datos de CompNet se utilizó, por ejemplo, en estudios sobre el papel que desempeñan el comercio y las políticas fiscales y de empleo en la reasignación del capital y del trabajo.

En 2019, el BCE puso en marcha un proyecto para recoger datos sobre las expectativas de los consumidores de la zona del euro mediante una encuesta periódica a través de internet. La encuesta se realizará en colaboración con los bancos centrales nacionales y abarcará las expectativas de inflación, el mercado de trabajo, el comportamiento del consumo y del ahorro, y la situación financiera de los consumidores. Esta encuesta permitirá que el BCE estudie cómo influyen las expectativas de los consumidores en sus decisiones económicas y financieras.

8.2 Conferencias y publicaciones

El BCE organizó de nuevo varias conferencias, entre ellas el foro de Sintra dedicado al vigésimo aniversario de la UEM

El BCE organizó de nuevo diversos eventos de alto nivel relacionados con la investigación en 2019. En el Foro del BCE sobre Banca Central (ECB Forum on Central Banking) de 2019 celebrado en Sintra se analizaron las enseñanzas extraídas de los veinte años de Unión Económica y Monetaria (UEM), y se hizo hincapié en los distintos avances de la convergencia económica y el papel de las políticas fiscal y monetaria en la estabilización macroeconómica (véase también el recuadro 12 del capítulo 12). En la cuarta Conferencia Anual de Investigación del BCE se presentaron trabajos de investigación innovadores relacionados con el estancamiento secular, las estructuras de los mercados financieros y el papel del big data en la economía. En otras conferencias importantes se trataron las reformas estructurales en la zona del euro, la evolución de la inflación, el comercio mundial, los mercados de trabajo, la política fiscal y la gobernanza de la UEM, las encuestas sobre las expectativas de los consumidores, la brecha de género y la carrera profesional, y las políticas monetaria y macroprudencial.

El BCE difundió sus trabajos de investigación en diversas series de publicaciones

En 2019 se publicaron 129 trabajos elaborados por expertos del BCE en la serie de documentos de trabajo (Working Paper Series) del BCE, así como diversos estudios metodológicos o sobre cuestiones más operativas de las políticas económicas en la serie de documentos ocasionales (Occasional Paper Series), la serie de documentos estadísticos (Statistics Paper Series) y la serie de documentos de debate (Discussion Paper Series) del BCE. Muchas de las actividades de investigación del BCE también se han plasmado en la publicación de artículos en revistas académicas. Además, los resultados de la investigación se difundieron entre un público más amplio, por ejemplo, a través de la publicación de 12 artículos en el Boletín de Investigación (Research Bulletin) del BCE. En los recuadros 9 y 10 se resumen los resultados de dos trabajos de investigación realizados en 2019.

Recuadro 9
Concentración de mercado, poder de mercado y dinamismo del empleo en la zona del euro

Hay un amplio debate público sobre si las empresas han adquirido un poder de mercado excesivo en las últimas décadas. Los estudios han documentado que, en Estados Unidos, las ratios de concentración empresarial han aumentado y un número reducido de empresas acaparan una cuota de mercado mayor. Así pues, la competencia ha disminuido y ha permitido que las empresas incrementen los márgenes de los precios por encima de sus costes marginales, al tiempo que el empleo ha perdido dinamismo.

En un estudio reciente[61] del BCE se examinó la evolución correspondiente en las cuatro economías de la zona del euro de mayor tamaño (Alemania, Francia, Italia y España) y no se encontró evidencia que demuestre que el poder de mercado de las empresas ha aumentado en estos países desde la década de 1990. De hecho, si bien en Estados Unidos el margen de los precios sobre los costes ha crecido hasta situarse por encima del 20 % —desde un nivel próximo al 15 %— desde los años noventa, en la zona del euro ha disminuido ligeramente (véase gráfico A). Esta disminución obedece, en gran parte, a la evolución de las manufacturas, posiblemente debido al impacto de la mayor integración comercial y monetaria en la zona del euro. Además, en claro contraste con la trayectoria en Estados Unidos, las ratios de concentración se han mantenido prácticamente estables en la zona del euro en los últimos años, tanto a nivel agregado como a escala nacional.

Gráfico A

Evolución de los márgenes en la zona del euro y en Estados Unidos

(margen de los precios sobre los costes de producción)

Fuente: Cavalleri et al. (2019).
Nota: Un margen del 15 % corresponde a un margen de 1,15 en términos brutos, como se muestra en el gráfico.

Aunque suele considerarse que el poder de mercado reduce el bienestar —ya que las empresas suben sus precios y reducen la producción—, también puede tener efectos positivos en sectores innovadores, dado que las perspectivas de disfrutar de poder de mercado constituyen un fuerte incentivo para que las empresas innoven. En efecto, en el estudio se llega a la conclusión de que, en los sectores de alta tecnología, un nivel elevado de concentración se asocia a mayores tasas de crecimiento de la productividad total de los factores.

Por último, el dinamismo del mercado de trabajo, medido por las tasas de creación y destrucción de empleo, se ha debilitado sustancialmente en las dos últimas décadas en Estados Unidos, pero se ha mantenido estable en la zona del euro. Con todo, el mercado laboral estadounidense sigue siendo considerablemente más dinámico que el de la zona del euro. En conjunto, no se observan señales que indiquen cambios importantes en el poder de mercado y en el dinamismo del empleo en las grandes economías de la zona del euro.

Recuadro 10
Igualdad de género en la carrera profesional en el BCE

La brecha de género en el mercado laboral ha suscitado cada vez más atención en los últimos años. En un documento de trabajo[62] reciente del BCE se analiza esta brecha en la banca central, que representa el estereotipo de una profesión predominantemente masculina. En el documento se examina la carrera profesional de los hombres y de las mujeres en el BCE utilizando datos confidenciales anónimos del personal cualificado (expertos) correspondientes al período 2003-2017. El análisis se centra en expertos pertenecientes a cuatro bandas salariales diferentes de áreas operativas comparables relacionadas con el análisis económico, consiguiendo así un conjunto homogéneo de empleados en términos de capital humano y de experiencia[63].

En el estudio se llega a la conclusión de que, antes de 2011, las mujeres tenían menos probabilidades que los hombres de ascender a una banda salarial superior. La diferencia desapareció, en buena medida, después de ese año, cuando el BCE impulsó varias iniciativas para promover la igualdad de género y declaró públicamente su apoyo a la diversidad. En el gráfico A se muestra la evolución de la brecha de género en la probabilidad de promoción a una banda salarial superior en los diez primeros años desde la contratación en la banda salarial F/G (banda salarial de entrada para los expertos en el BCE). La brecha después de diez años en el BCE era del 36 % antes de 2011, pero posteriormente se redujo hasta el 8 %.

Gráfico A

Brecha de género en la probabilidad de promoción antes y después de 2011

(porcentajes; número de años después de la contratación)

Fuente: Hospido, Laeven y Lamo (2019).
Notas: El gráfico muestra la evolución de la brecha de género en la probabilidad media anual de promoción desde la banda salarial F/G por año desde la entrada, antes y después de 2011. La brecha de género en la probabilidad de promoción se define como la diferencia en las tasas medias anuales de probabilidad de promoción de hombres y de mujeres, en comparación con la probabilidad de promoción de los hombres.

Los datos posteriores a 2011 permiten analizar el proceso de promoción de forma más detallada y revelan que, una vez se han presentado para participar en un proceso de promoción, las mujeres tienen, de hecho, una probabilidad de ascender mayor que los hombres. También muestran una mejor progresión salarial después de obtener la promoción, lo que sugiere que la mayor probabilidad de obtener la promoción se debe al mérito y no a la discriminación positiva.

Sin embargo, de entrada, la probabilidad de que las mujeres soliciten participar en un proceso de promoción es menor. Cierta evidencia indica que esa brecha de género en la probabilidad de presentarse a procesos de promoción refleja que las mujeres son reacias a postularse como candidatas cuando esperan que haya mucha competencia. Por ejemplo, es menos probable que las mujeres se presenten en un proceso de promoción abierto a candidatos externos o cuando compiten con un gran número de compañeros próximos con salarios relativamente elevados. En conjunto, estos resultados sugieren que las iniciativas institucionales para fomentar la igualdad de género podrían incluir medidas dirigidas a reducir las barreras que impiden que las mujeres busquen oportunidades de promoción y presenten su candidatura cuando surjan (para información sobre las iniciativas del BCE dirigidas a promover la diversidad de género en 2019, véase la sección 12.1).

9 Asuntos jurídicos

En este capítulo se describen los asuntos del Tribunal de Justicia de la Unión Europea relativos al BCE, los dictámenes del BCE y los casos de incumplimiento de la obligación de consultar al BCE sobre proyectos de disposiciones legales que entren en su ámbito de competencia, así como el seguimiento por parte del BCE del cumplimiento de las prohibiciones relativas a la financiación monetaria y al acceso privilegiado.

9.1 Asuntos del Tribunal de Justicia de la Unión Europea relativos al BCE

El Tribunal de Justicia anuló una resolución de la Oficina de Prevención y Lucha contra la Corrupción de Letonia por la que se prohibía a Ilmārs Rimšēvičs ejercer sus funciones de gobernador del Latvijas Banka

El 26 de febrero de 2019, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) anuló la resolución de la Korupcijas novēršanas un apkarošanas birojs (Oficina de Prevención y Lucha contra la Corrupción de Letonia) de 19 de febrero de 2018 por la que se prohibía a Ilmārs Rimšēvičs ejercer sus funciones de gobernador del Latvijas Banka. Los recursos presentados por separado por Ilmārs Rimšēvičs (C-202/18) y por el BCE (C-238/18) contra esa resolución fueron los primeros asuntos de los que conoció el TJUE en virtud de las competencias que se le atribuyen en el artículo 14.2, párrafo segundo, de los Estatutos del Sistema Europeo de Bancos Centrales y del Banco Central Europeo (Estatutos del SEBC). En primer lugar, el TJUE consideró que la prohibición a un gobernador de un banco central nacional de ejercer sus funciones —aunque fuese una prohibición provisional, como en este caso— constituye un relevo de su mandato y que, por tanto, el TJUE es competente para examinar la legalidad de la prohibición. En segundo lugar, el TJUE determinó que el recurso al que se hace referencia en el artículo 14.2, párrafo segundo, de los Estatutos del SEBC, tenía por objeto anular un acto de Derecho nacional, debido al «contexto institucional concreto» en el que opera el SEBC. En tercer lugar, el TJUE concluyó que Letonia no había acreditado que el relevo del mandato de Ilmārs Rimšēvičs se basara en la existencia de indicios suficientes de que había incurrido en falta grave en el sentido del artículo 14.2, párrafo segundo, de los Estatutos del SEBC.

El Tribunal General desestimó el recurso por daños y perjuicios presentado contra el BCE en relación con un dictamen del BCE emitido en el contexto de la reestructuración de la deuda griega en 2012

El 23 de mayo de 2019, el Tribunal General desestimó el recurso por daños y perjuicios presentado contra el BCE por varios bonistas (Asunto T-107/17). Los daños y perjuicios reclamados estaban relacionados con el recorte de valoración que afectó a determinados instrumentos de deuda del Gobierno griego en el contexto de una reestructuración parcial de la deuda soberana griega en 2012. Los demandantes habían alegado que el BCE, en su dictamen del 17 de febrero de 2012 (CON/2012/12), no señaló la ilegalidad de la reestructuración de la deuda prevista de la República Helénica. El dictamen del BCE se refería al proyecto de ley griega que aplicaba, con efecto retroactivo, las cláusulas de acción colectiva a la deuda soberana regulada por la legislación griega. El Tribunal General consideró que la reestructuración no vulneraba el derecho fundamental de propiedad de los demandantes protegido por el artículo 17 de la Carta de los Derechos Fundamentales. También rechazó todas las demás ilegalidades invocadas por los demandantes. En este sentido, el Tribunal General llegó a la conclusión de que el BCE no podía ser considerado responsable de daños y perjuicios por no señalar la ilegalidad alegada de la ley griega en su dictamen. La sentencia se ha recurrido ante el Tribunal de Justicia.

El Tribunal General concluyó que una evaluación del BCE sobre si una entidad de crédito está en graves dificultades o probablemente vaya a estarlo (failing or likely to fail) constituye un acto preparatorio que no puede recurrirse ante los tribunales de la UE

El 6 de mayo de 2019, el Tribunal General determinó en dos asuntos diferentes (T-283/18 Bernis y otros contra el BCE y T-281/18 ABLV Bank contra el BCE) que una evaluación sobre si una entidad de crédito «está en graves dificultades o probablemente vaya a estarlo», realizada en el contexto de la resolución de la entidad de crédito, es una medida preparatoria no sujeta a control jurisdiccional independiente. En estos asuntos, una entidad de crédito y sus accionistas directos e indirectos interpusieron recursos contra la evaluación del BCE sobre si ABLV Luxembourg estaba en graves dificultades o probablemente iba a estarlo en el sentido del artículo 18, apartado 1, del Reglamento (UE) nº 806/2014 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 15 de julio de 2014, por el que se establecen normas uniformes y un procedimiento uniforme para la resolución de entidades de crédito y de determinadas empresas de servicios de inversión en el marco de un Mecanismo Único de Resolución y un Fondo Único de Resolución. El Tribunal General ratificó la postura del BCE en el sentido de que la citada evaluación debería considerarse una mera evaluación fáctica que no produce efectos jurídicos y, por tanto, no es recurrible ante los Tribunales de la UE.

El Tribunal de Justicia confirmó la competencia exclusiva del BCE en la supervisión de todas las entidades de crédito del MUS

El 8 de mayo de 2019, el TJUE ratificó la sentencia del Tribunal General en el asunto C-450/17 P (Landeskreditbank Baden-Württemberg contra BCE) por la que este desestimaba el recurso de anulación de una decisión del BCE. En esa decisión, el BCE había comunicado al Landeskreditbank que, debido a su tamaño, el BCE era el responsable único de su supervisión, por lo que no procedía la supervisión compartida en el marco del Mecanismo Único de Supervisión (MUS), con arreglo al artículo 6, apartado 4, del Reglamento (UE) nº 1024/2013, de 15 de octubre de 2013, que encomienda al Banco Central Europeo tareas específicas respecto de políticas relacionadas con la supervisión prudencial de las entidades de crédito. El Tribunal General desestimó el recurso del Landeskreditbank contra esta decisión. El TJUE confirmó que el BCE tiene competencias exclusivas para supervisar todas las entidades de crédito sobre la base del artículo 4 del Reglamento nº 1024/2013. Las autoridades nacionales competentes asisten al BCE en el ejercicio de las funciones que le atribuye el Reglamento nº 1024/2013 mediante un ejercicio descentralizado de algunas de esas funciones con respecto a las entidades de crédito menos significativas en el sentido del artículo 6, apartado 4, párrafo primero, de dicho Reglamento.

El Tribunal de Justicia anuló parcialmente el auto del Tribunal General en el que se reconocía la legitimación de los accionistas de una entidad de crédito para impugnar una decisión del BCE de revocar la autorización bancaria de la entidad de crédito en cuestión

El 5 de noviembre de 2019, el TJUE anuló parcialmente el auto del Tribunal General en el que se reconocía la legitimación de los accionistas de una entidad de crédito ante los Tribunales de la UE para impugnar una decisión del BCE de revocar la autorización bancaria de la entidad de crédito en cuestión (asuntos acumulados C-663/17 P, C-665/17 P y C-669/17 P, Trasta Komercbanka y otros contra BCE). Tras el recurso presentado por el BCE, el TJUE tuvo que pronunciarse por primera vez sobre la admisibilidad del recurso de anulación interpuesto por los accionistas de una entidad de crédito contra una decisión de supervisión del BCE dirigida a la entidad de crédito en la que poseen acciones. El TJUE determinó que la decisión no afectaba directamente a los accionistas en el sentido del artículo 263, párrafo cuarto, del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea y, por consiguiente, declaró inadmisible el recurso interpuesto en su nombre. El TJUE también dictaminó que el recurso presentado en nombre de Trasta Komercbanka por el representante legal de la antigua dirección debería considerarse admisible para cumplir con el derecho a la tutela judicial efectiva según lo dispuesto en el artículo 47 de la Carta de los Derechos Fundamentales.

9.2 Dictámenes del BCE y casos de incumplimiento

El artículo 127, apartado 4, y el artículo 282, apartado 5, del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea requieren que el BCE sea consultado acerca de cualquier propuesta de acto de la UE o proyecto de disposición legal nacional que entre en su ámbito de competencia. El BCE publica todos los dictámenes emitidos en su sitio web. Los dictámenes del BCE sobre propuestas de legislación de la UE se publican además en el Diario Oficial de la Unión Europea.

En 2019, el BCE adoptó seis dictámenes sobre propuestas de actos de la Unión y 40 dictámenes sobre proyectos de disposiciones legales nacionales que entraban en su ámbito de competencia.

Casos claros e importantes de incumplimiento de la obligación de consultar

Se registraron ocho casos de incumplimiento de la obligación de consultar al BCE sobre proyectos de disposiciones legales nacionales, de los que siete se consideraron claros e importantes[64]. El BCE no fue consultado: i) por la autoridades búlgaras sobre una ley por la que se modificaba la ley de entidades de crédito en relación con las competencias de supervisión del Българска народна банка (Banco Nacional de Bulgaria) y sus competencias para imponer sanciones administrativas; ii) por las autoridades italianas sobre un decreto-ley relativo a cuestiones fiscales urgentes y otras necesidades urgentes; iii) por las autoridades lituanas sobre una ley relativa al impuesto sobre sociedades de los participantes en el mercado financiero; iv) por las autoridades portuguesas sobre una ley por la que se modificaban las normas de secreto bancario en el contexto de las comisiones parlamentarias de investigación y en la que se establecía la divulgación de operaciones en las que se utilizan fondos públicos en las entidades de crédito, y sobre una ley por la que se reformaba y se ampliaba el Sistema de Información de la Organización del Estado (SIOE); v) por las autoridades rumanas sobre una ley por la que se modificaban los estatutos de la Banca Naţională a României con respecto a la tenencia de reservas de oro gestionadas por dicho banco central, y vi) por las autoridades suecas sobre una ley relativa a las obligaciones de ciertas entidades de crédito y sucursales de entidades de crédito de prestar servicios de caja. No se identificó ningún caso de incumplimiento de la obligación de consulta con respecto a propuestas de actos jurídicos de la UE.

El BCE emitió dictámenes sobre propuestas de legislación de la UE y de disposiciones legales nacionales

El BCE emitió dictámenes sobre propuestas de la UE relativas a un marco de gobernanza del instrumento presupuestario de convergencia y competitividad para la zona del euro, a la celebración del acuerdo relativo a la retirada del Reino Unido de la Unión Europea, y al nombramiento de la nueva presidenta del BCE y de nuevos miembros del Comité Ejecutivo del BCE.

El BCE adoptó dictámenes sobre proyectos de disposiciones legales nacionales relativas a los bancos centrales nacionales (BCN), que incluyen: reformas de las estructuras de gobierno del Nationale Bank van België/Banque Nationale de Belgique, el Central Bank of Cyprus, la Banca d’Italia, el Latvijas Banka y el Banco de Portugal; la participación del Българска народна банка (Banco Nacional de Bulgaria) en el Mecanismo Único de Resolución; la independencia financiera del Central Bank of Cyprus; requerimientos de la actividad de lobby aplicables al Česká národní banka; la propiedad de las reservas de oro de Italia; la función de la Banque centrale du Luxembourg en la protección del euro contra la falsificación de moneda y la autentificación de las monedas en euros; la vigilancia de los servicios de pago por parte del Bank Ċentrali ta’ Malta/Central Bank of Malta; requerimientos de libertad de información aplicables al De Nederlandsche Bank; la remuneración de los consejeros y otros altos cargos del Narodowy Bank Polski; requerimientos de auditoría aplicables al Banco de Portugal; la responsabilidad de la Banka Slovenije por las medidas extraordinarias relativas a pagos de fondos bancarios, y la atribución de nuevas funciones a los BCN en relación con la supervisión de proveedores de microcréditos (Bank of Greece), agencias de referencia de crédito (Bank Ċentrali ta’ Malta/Central Bank of Malta), y el cumplimiento por parte de las entidades de crédito de los requerimientos relativos a la reestructuración de los préstamos denominados en francos suizos (Banka Slovenije).

El BCE adoptó dictámenes sobre proyectos de disposiciones legales nacionales relativas a la supervisión prudencial y financiera, entre ellos el establecimiento de acuerdos de cooperación estrecha entre el BCE y el Hrvatska narodna banka en el marco del Mecanismo Único de Supervisión; reformas del marco institucional para la supervisión bancaria y financiera en Austria, Letonia y Portugal; reformas del marco institucional de supervisión macroprudencial en Portugal y en España; reformas de la supervisión de entidades que adquieren y venden servicios o líneas de crédito (incluidos préstamos dudosos) en Chipre, de proveedores de microcréditos en Grecia y de agencias de referencia de crédito en Malta, y el intercambio de información entre el BCE y las autoridades danesas en relación con la prevención del blanqueo de capitales.

El BCE emitió dictámenes sobre proyectos de disposiciones legales nacionales relativas a medios de pago, que incluyeron limitaciones a los pagos en efectivo en Grecia, España y Países Bajos; la prohibición del billete de 500 euros en Dinamarca, y la ampliación de los servicios de caja en Suecia.

El BCE adoptó dictámenes sobre proyectos de disposiciones legales nacionales relativas a la regulación bancaria y financiera, tales como el régimen jurídico de los bonos garantizados en Estonia; un régimen de garantías para las titulizaciones de préstamos dudosos originados por entidades de crédito en Grecia; la protección de la vivienda principal en Grecia e Irlanda; restricciones sobre cesiones de préstamos hipotecarios sobre inmuebles residenciales en Irlanda y Polonia; impuestos o gravámenes especiales aplicables a bancos y/o instituciones financieras en Lituania, Rumanía y Eslovaquia; instrumentos macroprudenciales para las hipotecas sobre inmuebles residenciales en Luxemburgo; normas aplicables a las políticas de remuneración de las empresas financieras en los Países Bajos; el tipo de interés de referencia para los contratos de crédito al consumo en Rumanía, y la conversión de préstamos al consumo en francos suizos en Eslovenia. El BCE también adoptó dictámenes sobre el impacto de los proyectos de disposiciones legales nacionales en materia de ciberseguridad en las infraestructuras de mercado y las entidades de crédito en Chipre y en España.

9.3 Cumplimiento de las prohibiciones relativas a la financiación monetaria y al acceso privilegiado

De conformidad con lo dispuesto en el artículo 271, letra d, del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea, el BCE tiene encomendada la tarea de supervisar el cumplimiento de las prohibiciones recogidas en los artículos 123 y 124 del Tratado y en los Reglamentos (CE) nº 3603/93 y nº 3604/93 del Consejo por parte de los bancos centrales nacionales (BCN) de la UE. Con arreglo al artículo 123, queda prohibida la autorización de descubiertos o la concesión de cualquier otro tipo de créditos por el BCE y por los BCN en favor del sector público de los Estados miembros y de las instituciones u organismos de la UE, así como la adquisición en el mercado primario de instrumentos de deuda emitidos por estas instituciones. En virtud del artículo 124, queda prohibida cualquier medida que no se base en consideraciones prudenciales que establezca un acceso privilegiado del sector público de los Estados miembros y de las instituciones u organismos de la UE a las entidades financieras. En paralelo al Consejo de Gobierno del BCE, la Comisión Europea supervisa el cumplimiento de estas disposiciones por parte de los Estados miembros.

El BCE también supervisa las adquisiciones realizadas por los bancos centrales de la UE en el mercado secundario de instrumentos de deuda del sector público del Estado miembro de que se trate, del sector público de otros Estados miembros y de organismos e instituciones de la UE. De conformidad con los considerandos del Reglamento (CE) nº 3603/93 del Consejo, las adquisiciones de instrumentos de deuda del sector público en el mercado secundario no deben servir para eludir el objetivo del artículo 123 del Tratado. Es decir, tales adquisiciones no deben constituir una forma de financiación monetaria indirecta del sector público.

En general, las disposiciones de los artículos 123 y 124 del Tratado se cumplieron

El ejercicio de seguimiento realizado por el BCE en 2019 confirmó que, en general, se cumplieron las disposiciones de los artículos 123 y 124 del Tratado.

El ejercicio de seguimiento puso de manifiesto que, en 2019, la mayoría de los BCN aplicaban políticas de remuneración de los depósitos del sector público que cumplían plenamente los límites máximos de remuneración. No obstante, algunos BCN deben garantizar que el tipo de interés al que se remuneran los depósitos del sector público no se sitúe por encima del límite.

En respuesta a las preocupaciones reflejadas en los informes anuales del BCE desde 2014, el BCE ha continuado realizando un seguimiento de los programas puestos en marcha por el Magyar Nemzeti Bank en 2014 y 2015. En 2019, el Magyar Nemzeti Bank siguió adoptando medidas para paliar las preocupaciones del BCE en relación con el alcance de su implicación en el Pallas Athéné Public Thinking Programme. No obstante, este caso no debe servir de precedente. El BCE seguirá efectuando un seguimiento de la vinculación del Magyar Nemzeti Bank con la Bolsa de Budapest, ya que la adquisición de una participación mayoritaria del Magyar Nemzeti Bank en la Bolsa de Budapest en noviembre de 2015 podría seguir planteando problemas de financiación monetaria.

La reducción de los activos relacionados con la Irish Bank Resolution Corporation por parte del Central Bank of Ireland durante 2019, mediante la venta de bonos a tipo de interés variable a largo plazo supone un avance significativo en la dirección necesaria de enajenación íntegra de estos activos. Continuar con las ventas a un ritmo adecuado podría aliviar en mayor medida los graves problemas relacionados con la financiación monetaria que persisten.

10 El BCE en el contexto internacional y de la UE

En 2019, el BCE siguió manteniendo un estrecho diálogo con diversas instituciones europeas, incluido el Parlamento Europeo, que desempeña un papel clave en la exigencia de rendición de cuentas de las decisiones del BCE. En los foros internacionales, el BCE participó de forma constructiva en los debates del G-20 sobre las perspectivas para la economía mundial, y en el Fondo Monetario Internacional (FMI) contribuyó activamente a promover una perspectiva europea sobre cuestiones relacionadas con el sistema monetario y financiero internacional, así como sobre la revisión, por parte del FMI, de las políticas de su marco de supervisión y de provisión de préstamos. Además, el BCE continúa cooperando y proporcionando asistencia a bancos centrales de países no pertenecientes a la UE en todo el mundo.

10.1 La rendición de cuentas del BCE ante los ciudadanos

La rendición de cuentas es la contrapartida necesaria de la independencia

El Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea otorga un claro mandato al BCE —mantener la estabilidad de precios en la zona del euro— y señala que el BCE goza de independencia para utilizar los instrumentos pertinentes con el fin de alcanzar este objetivo. El mandato y la independencia del BCE se recogieron en el Tratado a través de un proceso democrático. Al ser independiente, el BCE puede desempeñar sus funciones al margen de presiones políticas o de consideraciones de corto plazo que podrían apartarle del cumplimiento de su mandato. Al mismo tiempo, la rendición de cuentas es la contrapartida necesaria de la independencia: para garantizar la legitimidad de sus decisiones, el BCE está obligado a explicarlas a los ciudadanos y a sus representantes electos. Esta obligación se complementa con el control jurisdiccional de las decisiones del BCE por parte del Tribunal de Justicia de la Unión Europea. En otras palabras, la independencia y la rendición de cuentas aseguran, respectivamente, que el BCE pueda actuar y actúe de conformidad con su mandato. En un contexto en el que la independencia de los bancos centrales ha recibido una renovada atención, en 2019, varios miembros del Comité Ejecutivo del BCE pronunciaron discursos sobre el vínculo entre la independencia y la rendición de cuentas[65].

El BCE rinde cuentas al Parlamento Europeo a través de múltiples canales

El Parlamento Europeo desempeña un papel fundamental en la exigencia de rendición de cuentas al BCE. En 2019, el presidente del BCE participó en tres comparecencias ordinarias ante la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios (ECON), incluida la primera en la que participó Christine Lagarde como presidenta de la institución (véase figura 3)[66]. En enero de 2019, el presidente Mario Draghi participó también en el debate del pleno del Parlamento Europeo sobre el Informe Anual 2017 del BCE, tras el cual el Parlamento emitió una resolución. El BCE formuló comentarios a la resolución. En 2019, las respuestas a las 28 preguntas remitidas por escrito por miembros del Parlamento Europeo se publicaron en el sitio web del BCE, lo que brindó la oportunidad de aclarar la postura del BCE sobre una amplia variedad de temas. El BCE también rinde cuentas de sus actividades de supervisión bancaria ante el Parlamento Europeo y ante el Consejo de la UE[67]. Asimismo, el Tribunal de Cuentas Europeo y el BCE han suscrito un Memorando de Entendimiento en el que se establecen mecanismos prácticos de intercambio de información entre las dos instituciones en relación con las auditorías de las funciones de supervisión del BCE.

Figura 3

Número de preguntas formuladas al presidente del BCE en las comparecencias ordinarias ante la ECON en 2019, por temas

Fuente: Cálculos del BCE.

El apoyo al euro alcanzó un máximo histórico en 2019

En 2019, año en que se celebró el vigésimo aniversario del euro, las encuestas del Eurobarómetro indicaron que el apoyo a la moneda única entre los ciudadanos de la zona del euro había alcanzado un nuevo máximo histórico, ya que más del 75 % de los participantes en la encuesta están a favor de la moneda única. Esta tendencia es alentadora para el BCE, que seguirá reforzando su diálogo con los ciudadanos y con sus representantes.

10.2 Relaciones internacionales

G-20

En 2019, los debates celebrados en el seno del G-20 bajo la presidencia de Japón se centraron en las perspectivas para la economía mundial y las medidas de política económica que pueden aplicarse para hacer frente a una desaceleración sincronizada, en un contexto de incertidumbres geopolíticas, de conflictos comerciales y de margen de actuación decreciente para las políticas macroeconómicas. Las tensiones comerciales se debatieron en todas las reuniones de este foro, aunque los avances fueron limitados. Aunque los líderes coincidieron en su preocupación por los riesgos para la economía global, discreparon en varios temas, entre ellos la necesidad de adoptar medidas adicionales en relación con el cambio climático. El G-20 continuó con sus esfuerzos por promover un crecimiento sólido, sostenible, inclusivo y equilibrado, con el fin de mejorar las perspectivas económicas a medio plazo. El grupo reconoció que se había avanzado en la agenda de reformas de la regulación financiera, pero también identificó retos que aún deben abordarse, entre ellos los riesgos derivados de la creciente intermediación financiera no bancaria. El G-20 impulsó considerables progresos en la cooperación internacional en materia tributaria, con el objetivo de ultimar un acuerdo antes del final de 2020.

Asimismo, el G-20 continuó trabajando en torno a las propuestas del informe del Eminent Persons Group on Global Financial Governance del G-20 (EPG, por sus siglas en inglés) titulado «Making the Global Financial System Work for All». En 2019 se centró en las relativas a cuestiones de desarrollo. El trabajo en este ámbito continúa bajo la actual presidencia del G-20. Entre las propuestas del EPG, las orientadas a mejorar la resiliencia financiera global son de especial interés para el BCE.

Políticas relacionadas con el FMI y la arquitectura financiera internacional

El BCE siguió participando activamente en los debates sobre el sistema monetario y financiero internacional que se celebraron en el FMI y en otros foros, aportando la perspectiva de un banco central a las posiciones comunes europeas. Uno de los principales temas de debate en 2019 fue los recursos del Fondo. El BCE apoya que el FMI tenga una dotación adecuada de recursos y desempeñe un papel central en la red global de seguridad financiera. En octubre de 2019, los países miembros del Fondo respaldaron un conjunto de medidas sobre los recursos y la gobernanza del FMI, que suponían el mantenimiento del nivel actual de recursos mediante la duplicación de los Nuevos Acuerdos de Préstamo (NAB, por sus siglas en inglés) y una nueva ronda temporal de préstamos bilaterales con vencimiento más allá de 2020. Las medidas deben implementarse en 2020 para evitar una reducción de los recursos de la institución. El Directorio Ejecutivo del Fondo propuso a su Junta de Gobernadores que adoptara una resolución por la que se concluyera la Decimoquinta Revisión General de Cuotas sin un aumento de las mismas, que se aprobó en febrero de 2020. En la Decimosexta Revisión General de Cuotas, que se finalizará para mediados de diciembre de 2023, se reconsiderará la adecuación de las cuotas y se continuará con el proceso de reforma de la gobernanza del FMI.

El FMI siguió realizando sustanciales revisiones de las políticas de su marco de supervisión y de provisión de préstamos. En primer lugar, concluyó su última revisión de la condicionalidad y del diseño de los programas respaldados por el Fondo, a la que un informe del Comité de Relaciones Internacionales del Sistema Europeo de Bancos Centrales (SEBC) contribuyó a definir la posición europea a este respecto. En la revisión se recomienda que la condicionalidad de los programas sea más realista, gradual y acotada, y que incluya un análisis más detallado de la sostenibilidad de la deuda, al tiempo que se garantice un firme compromiso nacional con el programa y se tengan en cuenta las circunstancias específicas de los países. En segundo lugar, se avanzó en la revisión del marco de sostenibilidad de la deuda para países con acceso a los mercados, es decir, aquellos con una apelación sustancial a los mercados internacionales de capitales. En tercer lugar, el FMI inició también la revisión integral de la supervisión, que se realiza quinquenalmente, y la revisión del Programa de Evaluación del Sector Financiero.

Cooperación internacional entre bancos centrales

El BCE siguió cooperando con bancos centrales de países no pertenecientes a la UE de todo el mundo. Ello refleja el interés internacional en las opiniones, los marcos analíticos y los procesos de trabajo del BCE. En las reuniones de expertos, en las que también participaron responsables de política económica, se consideraron las funciones principales del BCE, así como cuestiones técnicas y de gobernanza. Las relaciones con importantes bancos centrales de África, Asia y América Latina continuaron estrechándose, apoyándose en los Memorandos de Entendimiento bilaterales existentes, mientras que se mantuvo la cooperación con organizaciones regionales y con el FMI con arreglo a las prácticas vigentes. Además, en noviembre se celebró en Colombia un seminario de alto nivel con bancos centrales de América Latina.

Como institución de la UE, el BCE continuó contribuyendo al proceso de ampliación de la UE mediante actuaciones específicas con bancos centrales de países de los Balcanes Occidentales que aspiran a incorporarse. Una serie de seminarios regionales sirven de plataforma principal y, en la medida de lo posible, las actividades se organizan en estrecha colaboración con los BCN de la UE. Asimismo, en marzo de 2019 se puso en marcha un programa financiado por la UE dirigido a esos bancos centrales. El objetivo del programa es fortalecer las capacidades de los bancos centrales de los países de los Balcanes Occidentales, con miras a su integración en el SEBC.

Recuadro 11
Consecuencias del Brexit

Aunque el BCE no ha sido parte de las negociaciones, ha seguido de cerca los acontecimientos relacionados con el Brexit y ha analizado los riesgos que plantean todos los escenarios posibles para la economía y para el sistema financiero de la zona del euro. El BCE actuó para asegurar que, desde el punto de vista operativo, estaba preparado con antelación a la fecha inicialmente prevista de conformidad con el artículo 50, el 29 de marzo de 2019, así como con antelación a las fechas previstas en las sucesivas extensiones del artículo 50 (12 de abril de 2019, 31 de octubre de 2019 y 31 de enero de 2020). Después de que el Reino Unido se retirase de la Unión Europea de forma ordenada el 31 de enero de 2020, el BCE se ha centrado en el seguimiento de las negociaciones sobre las relaciones futuras entre este país y la UE, y ha estado analizando las consecuencias del Brexit para el sector financiero de la UE, en particular en lo que respecta a la necesidad de completar la unión de los mercados de capitales.

En las ediciones de mayo y noviembre de 2019 del informe Financial Stability Review del BCE se analizaron los riesgos derivados de un posible escenario de Brexit sin acuerdo, y la medida en que el sector privado estaba preparado para tal eventualidad.

En el área de la supervisión bancaria, el BCE y los supervisores nacionales han continuado comunicando públicamente sus expectativas en materia de supervisión sobre cuestiones relacionadas con el Brexit, han examinado el grado de preparación operativa de las entidades de crédito para un escenario sin acuerdo, han concluido la mayoría de los procedimientos de autorización relacionados con el Brexit y han realizado un seguimiento de la implementación de los planes relacionados con el Brexit de las entidades (véase el Informe Anual sobre las actividades de supervisión 2019 del BCE).

En marzo de 2019, el Banco de Inglaterra se ofreció a prestar euros semanalmente a entidades de crédito del Reino Unido con arreglo a la línea swap permanente con el BCE. En una nota de prensa relacionada, el Eurosistema indicó que estaba preparado para prestar libras esterlinas a las entidades de crédito de la zona del euro, en caso necesario. Por el momento, el BCE no ha activado estas operaciones de préstamo. En su comparecencia de septiembre de 2019 ante el Parlamento Europeo, Mario Draghi, presidente del BCE, puso de relieve la cooperación continua entre el BCE y el Banco de Inglaterra para hacer frente a todas las eventualidades posibles, incluido un Brexit sin acuerdo.

En la fecha límite de recepción de datos para este informe, ambas partes habían ratificado el acuerdo de retirada, lo que dio comienzo al período transitorio.

11 Mejora de la comunicación

El BCE ha de escuchar y entender a los ciudadanos porque, al fin y al cabo, una moneda es un bien público que pertenece a la ciudadanía Christine Lagarde, presidenta del BCE

La comunicación es un elemento esencial de los instrumentos de política monetaria del BCE. Informar a los expertos de los mercados financieros sobre la orientación actual de la política monetaria y sobre la senda prevista en relación con las decisiones futuras ha reforzado la eficacia de las políticas del BCE. Existe amplia evidencia del éxito de la comunicación del BCE con los mercados financieros y sus expertos. La nueva frontera de la comunicación de los bancos centrales se encuentra en la interacción con el público en general. Es necesario que la ciudadanía entienda mejor la labor de los bancos centrales, incluido el BCE, ya que es a ella a quien sirven en última instancia. Este aspecto es clave para que los ciudadanos recuperen la confianza en la institución, especialmente en un contexto de mayor escrutinio público y de debates controvertidos sobre sus decisiones de política monetaria.

Con el cambio de presidencia del BCE en 2019 se ha dado un impulso renovado a la comunicación de la institución con un público que trasciende los tradicionales grupos de expertos y especialistas de los mercados financieros. El BCE ha invertido en reforzar su comunicación para hacerse entender mejor y explicar por qué sus actuaciones son importantes para los ciudadanos y sus vidas. También ha redoblado sus esfuerzos para llegar a aquellos colectivos sociales, como los jóvenes y las organizaciones de la sociedad civil, que tradicionalmente no han sido el foco de atención de la comunicación del BCE, y ha empezado a escuchar con más atención las preocupaciones de los ciudadanos. De cara al futuro, la conexión del BCE con las cuestiones que preocupan particularmente a los ciudadanos —como la desigualdad, las monedas digitales o el cambio climático— y ofrecer respuestas claras sobre cómo puede contribuir en esas áreas dentro de los límites de su mandato encierran un gran potencial. La comunicación será también un elemento fundamental de la revisión de la estrategia de política monetaria del BCE.

11.1 Innovación en la comunicación del BCE

Para llegar a un público más amplio y joven, el BCE emplea formas de comunicación innovadoras.

Por ejemplo, a principios de 2019, como parte de las iniciativas emprendidas para conmemorar el vigésimo aniversario del euro, el BCE lanzó una campaña en colaboración con la popular aplicación QuizClash. El objetivo del concurso #EUROat20 era generar mayor concienciación y conocimiento de la misión del BCE, especialmente entre los jóvenes. En él participaron más de 1,6 millones de concursantes de toda la Unión Europea, quienes, mediante una interacción lúdica, respondieron a preguntas y aprendieron sobre cuestiones relacionadas con el euro y el BCE.

Concurso #EUROat20 en la aplicación QuizClash

El objetivo es conseguir que el BCE cobre relevancia para el público en general conectando su trabajo con aquellas cuestiones que interesan a los ciudadanos mediante mensajes sencillos con los que se puedan identificar

Si bien la campaña fue todo un éxito en términos de participación, también puso de manifiesto ciertos errores de concepto y lagunas de conocimiento en relación con la estructura institucional y la misión del BCE. Esta iniciativa demostró que es preciso que el BCE cubra esas lagunas conectando su trabajo con aquellas cuestiones que interesan a los ciudadanos mediante mensajes sencillos con los que se puedan identificar. En septiembre de 2019, el BCE lanzó “El BCE explica”, una nueva serie de vídeos de un minuto de duración en los que sus empleados explican temas concretos, como los criptoactivos o la rendición de cuentas, con un lenguaje sencillo y accesible, y describen por qué su trabajo es importante para la ciudadanía. La serie se publica en la cuenta de Instagram del BCE, una innovación en sí misma que cumplió un año en 2019 y cuyo objetivo es fomentar un mayor conocimiento del BCE por parte de un público más amplio.

En septiembre de 2019, el BCE también puso en marcha una serie de podcasts mensuales, ECB Podcast. Dado el rápido aumento de la popularidad de los podcasts, este medio brinda al BCE la oportunidad de conectar con nuevos públicos a través de debates en profundidad sobre cuestiones clave relevantes para el BCE, pero que permiten mantener un tono más informal.

Durante 2019, el BCE realizó un esfuerzo para que en sus comunicaciones se abordaran temas más allá de los específicos de política monetaria y tendencias relevantes para la institución y que son importantes para los ciudadanos de la zona del euro. En mayo, por ejemplo, el BCE publicó un espacio en su sitio web sobre cambio climático, con información sobre las medidas del BCE para mitigar el cambio climático y en el que se enumeran las iniciativas adoptadas internamente, así como las publicaciones pertinentes (véase también recuadro 3).

Como parte de su objetivo de comunicarse con un público no experto, y con el fin de promover una conexión más estrecha con los ciudadanos de la zona del euro, el BCE también prevé incrementar el uso de las lenguas nacionales. Para poder hacerlo de forma eficiente en términos de costes, ha adoptado tecnología de aprendizaje automático (machine learning) que presta apoyo a los procesos de traducción internos.

Las cuentas de Christine Lagarde en Twitter y LinkedIn han duplicado con creces los seguidores del BCE, que suman más de 2,5 millones

Con la llegada de Christine Lagarde a la presidencia del BCE en noviembre de 2019, la huella y el alcance digitales de la institución se han expandido notablemente. Así, por ejemplo, en Twitter y LinkedIn, donde el BCE ya tenía presencia institucional, las cuentas personales de Christine Lagarde han duplicado con creces los seguidores del BCE, que suman más de 2,5 millones. Además, la presencia de Christine Lagarde en la plataforma china Weibo ha permitido incorporar a otros 5,8 millones de seguidores. Estas cuentas actúan como potentes amplificadores de los esfuerzos del BCE por hacerse entender mejor.

11.2 El análisis de datos para aumentar el impacto de las comunicaciones del BCE

Los datos y su análisis ocupan un lugar central en el diseño empírico de las actividades de comunicación del BCE

Para que las comunicaciones del BCE sean eficaces y logren el impacto deseado, es fundamental comprender mejor cuál es el público destinatario, qué le mueve y cuáles son los canales más útiles para llegar a él. Además, es preciso analizar en mayor profundidad todo el proceso de comunicación, es decir, lo que sucede entre el envío y la recepción de las comunicaciones de los bancos centrales, las dinámicas y los mecanismos de respuesta correspondientes, y el papel de intermediarios tales como los medios de comunicación o los mercados financieros. Por último, a través de un análisis de datos avanzado, el BCE puede obtener información sólida sobre los resultados de sus propios esfuerzos de comunicación, y averiguar si sus mensajes realmente «llegan» y generan un cambio de actitudes y una mayor confianza.

En 2019, el BCE intensificó sus actividades internas de investigación y análisis de datos, y amplió su colaboración externa en este ámbito.

Un estudio del BCE indica que los jóvenes tienen un conocimiento superficial del BCE y un escaso interés en asuntos económicos y financieros

Para obtener información sobre el efecto de la comunicación del BCE en el público en general, y particularmente en los jóvenes, el BCE puso en marcha un estudio de grupo específico (focus group) con participantes de edades comprendidas entre 18 y 35 años en seis países de la zona del euro. Además de evaluar la concienciación, el conocimiento y la percepción de los jóvenes sobre el BCE, este estudio también tenía por finalidad identificar temas de interés sobre cuestiones económicas, financieras y sociales, así como sobre las formas de interacción preferidas. Los resultados sugieren que los jóvenes no solo tienen un conocimiento muy superficial del BCE, sino también un interés limitado en asuntos económicos y financieros. Consideran que el cambio climático y la responsabilidad social son cuestiones más relevantes. El estudio indica también que la mayoría de los jóvenes prefiere interactuar con el BCE a través de las redes sociales, que —junto con sus propias redes de contactos (el boca a boca)— son sus principales fuentes de información.

Una presentación eficaz «por capas» de los principales mensajes de las publicaciones del BCE para atraer un mayor interés

Al evaluar sus propios esfuerzos de comunicación, el BCE también realizó pruebas y análisis sobre la mejor forma de presentar la información en las distintas plataformas digitales. Por ejemplo, para sus publicaciones aplicó un enfoque «por capas», según el cual la publicación de sus principales informes se complementa con páginas de destino (landing pages) en el sitio web del BCE y con campañas en las redes sociales, lo que permite que los contenidos sean más accesibles, visuales y fáciles de asimilar. Los resultados del análisis ofrecen evidencia empírica del éxito de este enfoque, ya que induce a un mayor número de personas a entrar en la propia publicación y, una vez dentro, a dedicar un 50 % más de tiempo a su lectura. Estos datos servirán de base para adaptar la comunicación en el futuro.

Nueva página de destino para el Financial Stability Review del BCE

Una interacción fructífera con el mundo académico para fomentar la investigación interdisciplinar sobre la comunicación de los bancos centrales

Para ampliar y profundizar en sus actividades de investigación sobre la comunicación de los bancos centrales, el BCE puso en marcha, y actualmente copreside, una red denominada Research and Policy Network on Central Bank Communication, creada en el marco del Centre for Economic Policy Research (véase también la sección 8.1). En octubre de 2019, el BCE organizó un seminario de la red, de dos días de duración, que congregó a profesionales de la comunicación del BCE y de otros bancos centrales, a analistas de los mercados financieros, a periodistas y a representantes del mundo académico procedentes de diversas disciplinas, como la economía, la psicología y la sociología. Los debates se centraron en los riesgos y las oportunidades que presenta la comunicación con el público en general, los límites de la transparencia de los bancos centrales y el cambio en el papel de los medios como intermediarios en la comunicación de los bancos centrales. En este contexto, en octubre de 2019 el BCE fue el primer banco central y, hasta ahora, el único en poner a disposición pública una base de datos previamente compilada, fácil de usar y que se actualiza periódicamente con todos los discursos de los responsables de elaborar la política monetaria en la institución. Mediante esta base de datos, el BCE pretende incentivar y facilitar el desarrollo de estudios novedosos sobre sus comunicaciones a través, por ejemplo, del análisis textual.

12 Organización y buen gobierno

El BCE es una institución de la UE que ocupa un lugar central en el Eurosistema y el Mecanismo Único de Supervisión. Su plantilla supera los 3.500 empleados procedentes de toda Europa. El BCE está decidido a servir de inspiración para sus empleados y a fomentar el compromiso de estos y su desarrollo. En 2019 perseveró en su empeño por promover la diversidad y la inclusión como elementos clave para mejorar el desempeño de la organización. Además, el BCE reforzó aún más su compromiso con el mantenimiento de los máximos estándares de integridad y de buen gobierno. Un hito en este sentido fue la entrada en vigor del Código de Conducta Único para los altos cargos del BCE el 1 de enero de 2019. Por último, pero no por ello menos importante, en 2019 el BCE celebró con orgullo el vigésimo aniversario del euro, la moneda compartida por 340 millones de europeos (véase recuadro 12).

12.1 Impulsar la excelencia a través del liderazgo, la inclusión y el desarrollo profesional

Fomentar la diversidad en los equipos y el comportamiento inclusivo es de vital importancia para garantizar que el BCE pueda lograr los mejores resultados posibles para sus empleados y para la UE. De ahí que la diversidad, el respeto, una cultura ética y el bienestar de su plantilla sean objetivos estratégicos para el BCE.

La diversidad y la inclusión son elementos clave para mejorar el desempeño de la organización

En 2019, el BCE continuó esforzándose por promover la diversidad y la inclusión como elementos clave para mejorar el desempeño de la organización. El BCE cuenta desde hace tiempo con varias redes de diversidad que mantienen un contacto frecuente con Recursos Humanos y cuyo objetivo es atender las necesidades de todas las facetas de la diversidad. En 2019 se creó una nueva red denominada DiversAbility, la red profesional del BCE para empleados con discapacidades a largo plazo y para quienes les prestan apoyo.

En el ámbito del Sistema Europeo de Bancos Centrales (SEBC) y del Mecanismo Único de Supervisión (MUS), el BCE mantiene abierto el diálogo con los bancos centrales nacionales y las autoridades de supervisión nacionales sobre las mejores prácticas en cuanto a diversidad e inclusión, y una muestra de ello fue la cuarta reunión anual de la Red sobre Diversidad del SEBC/MUS organizada por el Bundesbank en Eltville am Rhein en septiembre de 2019. En mayo de 2019, el BCE también participó en una cumbre sobre diversidad de género, que reunió a los responsables de Recursos Humanos de los bancos centrales del G-7, así como a sus homólogos del SEBC/MUS y del Fondo Monetario Internacional.

En 2019, dentro del amplio programa de actividades del BCE orientadas a la inclusión se añadió por primera vez su participación en la marcha del Día del Orgullo de Frankfurt (Christopher Street Day) y la organización de eventos con ocasión del Día Internacional de las Personas con Discapacidad, del Día de Salir del Armario (Coming Out Day) y del Día Internacional de Conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocausto. Entre los eventos anuales de la agenda del BCE cabe destacar la celebración del Día Internacional de la Mujer y del Día Internacional contra la Homofobia, Bifobia, Interfobia y Transfobia (IDAHOBIT, por sus siglas en inglés).

El BCE sigue trabajando para lograr un entorno laboral con mayor igualdad de género, y en 2019 se sometió a una evaluación independiente en este ámbito, obteniendo en febrero el nivel 1 (ASSESS) de la certificación EDGE (Economic Dividends for Gender Equality), que reconoce el compromiso del BCE con la promoción de la igualdad de género en el lugar de trabajo.

Con el fin de mejorar la equidad de género, el Comité Ejecutivo del BCE fijó unos objetivos para finales de 2019. Al finalizar el año, el 30,3 % de los puestos de dirección estaban ocupados por mujeres, en comparación con el objetivo del 35 %. En cargos de alta dirección, el porcentaje era del 30,8 %, frente al objetivo del 28 % (véase cuadro 2). El porcentaje total de mujeres en la plantilla del BCE en todos los niveles era del 45,3 %. En el recuadro 10 se presenta información sobre igualdad de género en lo que se refiere a la carrera profesional en el BCE.

Cuadro 2

Objetivos de género y porcentaje de mujeres en la plantilla del BCE

Fuente: BCE.
Notas: El porcentaje de mujeres en la plantilla se mide sobre la base de los empleados con contratos indefinidos y de duración determinada. Datos a 1 de enero de 2020.

Para atraer talento más diverso, en 2019, el BCE rediseñó sus ofertas de empleo para que fueran más inclusivas, animando expresamente a los candidatos a presentar sus candidaturas con independencia de su edad, discapacidad, raza, género, identidad de género, religión, orientación sexual u otras características. El BCE también siguió contactando con candidatos a través de plataformas de selección inclusivas, como su participación en Sticks & Stones la feria de empleo LGTB+ más grande de Europa y en la conferencia European Women in Tech Conference.

El BCE tiene el compromiso de potenciar el crecimiento y el desarrollo de sus empleados, ofrece constantemente una amplia variedad de oportunidades de aprendizaje y desarrollo para ayudarles a afrontar los retos derivados de un mundo en constante evolución. Durante el año pasado, el BCE trabajó en el ámbito del SEBC/MUS para desarrollar una estrategia cohesionada y global de aprendizaje y desarrollo, con el fin de potenciar el talento existente en todo el sistema y ponerlo al servicio de Europa. Esta estrategia se basa en iniciativas de formación nacionales que se han ofrecido a compañeros del SEBC y MUS, cuyo objetivo es promover una cultura de aprendizaje que vincule la formación y el desarrollo con la productividad, la aptitud y la eficiencia.

Los líderes juegan un papel fundamental en la mejora del desempeño tanto de las personas como de los equipos en beneficio de la organización. Teniendo esto presente, en los últimos años el BCE ha desarrollado con éxito un programa modular de fomento del liderazgo (Leadership Growth Programme) que concluyó en noviembre de 2019. En él participaron más de 600 líderes de todos los niveles, incluidos los responsables de equipos sin funciones directivas, con el objetivo de reforzar los comportamientos de liderazgo y, con ello, mejorar el desempeño de la organización y formar equipos potentes en torno a una visión, un propósito y una aspiración común, a fin de crear un BCE más fuerte.

En 2019, el BCE llevó a cabo una revisión integral de sus métodos de apoyo al crecimiento profesional de su plantilla, cuyo resultado fue la implantación de un marco nuevo y completo de carreras profesionales. Este marco incluye nuevos métodos de promoción de los empleados y cambios en los procesos y políticas que facilitan e incentivan la movilidad (es decir, cambios de funciones dentro del banco o adquisición de experiencia profesional fuera del banco) como oportunidad de crecimiento. Estos cambios sitúan al BCE como empleador de referencia, a la vez que mantienen el compromiso de los empleados y favorecen el desarrollo de las personas que integran la institución.

12.2 Reforzamiento de los estándares de integridad y de buen gobierno

Las agendas mensuales y las Declaraciones de Intereses de todos los altos cargos se publican en el sitio web del BCE

Con la entrada en vigor del Código de Conducta Único para altos cargos del BCE (el «Código Único») el 1 de enero de 2019, el BCE reafirmó su compromiso con los máximos estándares de integridad y de buen gobierno. Además de introducir normas específicas aplicables a las actividades tras el cese en el cargo, a las operaciones financieras privadas y a las relaciones con grupos de interés, el Código Único también obliga a todos los miembros de los órganos de alto nivel del BCE a publicar sus agendas mensuales (desde enero de 2019) y a presentar anualmente sus Declaraciones de Intereses firmadas al Comité Deontológico para su verificación y posterior publicación en el sitio web del BCE.

Asimismo, el Comité Deontológico[68] ofrece asesoramiento a los miembros de los órganos de alto nivel del BCE sobre cualquier otra cuestión de ética profesional, particularmente en relación con las actividades tras el cese en el cargo y las actividades profesionales remuneradas de sus familiares[69]. En consonancia con la creciente importancia de las cuestiones relacionadas con la buena conducta y el buen gobierno, el BCE introdujo reuniones específicas de inicio y de fin de mandato con el Jefe de la Oficina de Cumplimiento y Gobernanza para todos los miembros entrantes y salientes de los órganos de alto nivel del BCE, con el fin de abordar las obligaciones derivadas del Código Único.

En 2019, la colaboración entre los bancos centrales y las autoridades de supervisión nacionales de la zona del euro a través del grupo de trabajo de expertos en ética y cumplimiento (Ethics and Compliance Officers Task Force, ECTF) cobró mayor impulso. El ECTF se ha transformado en un centro para el intercambio de información y en un foro para promover una aplicación coherente del Código Único en el conjunto del Eurosistema y de la supervisión bancaria europea. Para generar nuevas oportunidades de aprendizaje mutuo, el ECTF organizó sesiones temáticas con contrapartes externas como la Oficina de Ética de las Naciones Unidas, la oficina del Defensor del Pueblo Europeo y el Tribunal de Cuentas Europeo. Este último presentó su informe sobre los marcos deontológicos de una selección de instituciones de la UE auditadas.

En cuanto al personal, en 2019, la comprobación anual del cumplimiento de las operaciones financieras privadas abarcó una muestra aleatoria formada por el 10 % de los empleados, incluidos los miembros de los órganos de alto nivel del BCE. Además, el BCE siguió las recomendaciones de su proveedor de servicios externo y llevó a cabo una verificación ad hoc en 2019 centrada en un grupo específico de empleados.

De conformidad con su mandato, el Comité de Auditoría del BCE continuó prestando asistencia al Consejo de Gobierno en las funciones y responsabilidades relacionadas con la integridad de la información financiera, con la vigilancia de los controles internos, con el cumplimiento de la legislación, la regulación y los códigos de conducta aplicables, y con el desempeño de las funciones de auditoría. En 2019, el Comité de Auditoría se centró, en particular, en los ciberriesgos, en la adecuación del marco de gestión del riesgo financiero del Eurosistema y en incentivar un enfoque proactivo en la vigilancia del seguimiento de las recomendaciones de auditoría.

Los miembros de los órganos de alto nivel del BCE, guiados por los principios de transparencia y de rendición de cuentas, mantienen contactos e intercambios periódicos con los ciudadanos, así como con especialistas de los sectores público y privado, del mundo académico, de grupos de interés y de asociaciones representativas. Estos diálogos y debates se desarrollan con arreglo a un marco consolidado y público que garantiza un elevado nivel de transparencia y buen gobierno.

En 2019, el BCE respondió a 113 solicitudes de acceso público remitidas por ciudadanos de la UE y dio acceso a más de 200 documentos (en algunos casos de forma parcial).

Además, como parte de su continuo compromiso con el buen gobierno y la transparencia, en 2019, el BCE decidió introducir una nueva política en virtud de la cual los documentos del Comité de Gobernadores y del Instituto Monetario Europeo —anteriores al establecimiento del BCE en junio de 1998— se declararían archivos históricos, facilitando así su acceso por parte del público en general.

Recuadro 12
El euro cumple veinte años

El 1 de enero de 2019, el euro, nuestra moneda común, celebró su vigésimo aniversario. Veinte años antes, el 1 de enero de 1999, once países de la Unión Europea (UE) fijaron sus tipos de cambio y adoptaron una política monetaria compartida, cuya ejecución encomendaron al BCE. El euro comenzó siendo una moneda electrónica, utilizada en los pagos sin efectivo y en los mercados financieros. Tres años más tarde, el 1 de enero de 2002, entraron en circulación los billetes y las monedas en euros. En la actualidad, el euro es la moneda de 19 países de la UE y de más de 340 millones de europeos. Como segunda moneda más importante del mundo —después del dólar estadounidense—, el euro forma parte de nuestra vida cotidiana y es el símbolo más tangible del proyecto europeo. El apoyo a la moneda única entre los ciudadanos de la zona del euro se sitúa en máximos históricos, y un 76 % de los participantes en la encuesta del Eurobarómetro consideraba que el euro es bueno para la UE (encuesta del Eurobarómetro, noviembre de 2019).

Veinte años de la moneda única

Los países de la UE que adoptaron el euro el 1 de enero de 1999 y los que se unieron posteriormente han recorrido un largo camino juntos. Los veinte años transcurridos desde entonces han sido excepcionales para la zona del euro. La primera década podría considerarse la culminación de una fase expansiva del ciclo financiero global de treinta años de duración. En cambio, en la segunda década se produjeron las peores crisis económica y financiera desde la década de 1930: primero una crisis financiera global, seguida de una crisis de la deuda soberana.

El proyecto europeo, incluida la Unión Económica y Monetaria (UEM), es un proceso que ha ido evolucionando con el tiempo. Si se analizan más detenidamente las estructuras económicas transcurridos veinte años de la introducción del euro, se puede decir que la crisis financiera global y la crisis de deuda soberana pusieron de manifiesto la capacidad de resistencia de las estructuras económicas de la zona del euro. Los países que la integran realizaron esfuerzos sustanciales para responder a la crisis y reforzar dicha capacidad. El impulso de la crisis también se aprovechó para reforzar la UEM. En concreto, el establecimiento de la supervisión bancaria europea fue un gran logro. Con todo, la UEM sigue estando incompleta. Es preciso avanzar más para optimizar las ventajas de la moneda única en beneficio de todos los europeos.

El BCE celebró el aniversario con la iniciativa #EUROat20

El vigésimo aniversario del euro fue un hito importante para el BCE y lo celebró en diversas ocasiones. Este aniversario constituyó una buena oportunidad para conectar con los ciudadanos europeos, con eventos como espectáculos artísticos y musicales (como parte de las Jornadas Culturales Europeas del BCE, que en 2019 estuvieron dedicadas a la cultura e identidad comunes de Europa), campañas en redes sociales —véase el concurso ECB-QuizClash— y conferencias de alto nivel sobre banca central, en particular el Foro del BCE sobre Banca Central (ECB Forum on Central Banking) celebrado en Sintra entre el 17 y el 19 de junio de 2019.

Cabe destacar que el tema del Foro del BCE de Sintra de 2019 fue «Veinte años de la Unión Económica y Monetaria europea». El foro se centró en la experiencia de la UEM hasta el momento y en los factores cruciales para su éxito en el futuro. Los participantes analizaron los distintos grados de avance en la convergencia económica, el papel de las políticas fiscales frente al de la política monetaria para la estabilización macroeconómica en una unión monetaria incompleta, así como distintos determinantes clave para el crecimiento futuro de la zona del euro (como los factores demográficos). En la siguiente ilustración se muestran los principales temas tratados.

Veinte años de la Unión Económica y Monetaria Europea: ilustración gráfica del Foro del BCE sobre Banca Central celebrado en Sintra

Fuente: BCE.

Cuentas Anuales

https://www.ecb.europa.eu/pub/annual/annual-accounts/html/ecb.annualaccounts2019~9eecd4e8df.es.html

Balance consolidado del Eurosistema a 31 de diciembre de 2019

https://www.ecb.europa.eu/pub/annual/balance/html/ecb.eurosystembalancesheet2019~fed8c5244a.es.html

Estadísticas (sección disponible solo en inglés)

https://www.ecb.europa.eu/pub/pdf/annrep/ecb.ar_annex2019_statistical_section~bf923b8ecc.en.pdf

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Traducción efectuada por el Banco de España y el Banco Central Europeo. En caso de discrepancia, prevalece la versión original en inglés.

La recepción de datos para elaborar este informe se cerró el 10 de marzo de 2020.

Puede consultarse terminología específica y las siglas y abreviaturas en el glosario del BCE (disponible solo en inglés).

HTML ISBN 978-92-899-4099-3, ISSN 2443-4728, doi: 10.2866/697313, QB-BS-20-001-ES-Q

  1. Para más información sobre la incertidumbre relacionada con el comercio, véase «Seguimiento de la incertidumbre económica global: implicaciones para la inversión y el comercio mundiales», Boletín Económico, número 1, BCE, 2020.
  2. A finales de 2019, las perspectivas no anticipaban un impacto o un riesgo a la baja derivado del brote de coronavirus, ya que en esos momentos se desconocía esa información.
  3. En el recuadro titulado «La evolución del sector servicios y su relación con las manufacturas», Boletín Económico, número 7, BCE, 2019, se analiza la interacción entre las manufacturas y los servicios.
  4. Por ejemplo, la inversión en productos de propiedad intelectual en Irlanda distorsionó el crecimiento de la inversión de la zona del euro en el segundo y en el tercer trimestre de 2019.
  5. Véase «A revised consumer confidence indicator», Comisión Europea, 21 de diciembre de 2018.
  6. Para más información sobre la elaboración de estos indicadores, véase «Indicadores de las condiciones del mercado de trabajo de la zona del euro», Boletín Económico, número 8, BCE, 2019.
  7. Para información más detallada sobre la evolución de la oferta de trabajo en la zona del euro, véase el artículo titulado «Labour supply and employment growth», Boletín Económico, número 1, BCE, 2018.
  8. Para más información sobre la relación entre el empleo y la productividad durante la actual fase de expansión del empleo, véanse los recuadros titulados «Crecimiento del empleo y del PIB en la zona del euro», Boletín Económico, número 2, BCE, 2019, y «Comparación de la expansión actual del empleo en la zona del euro con patrones históricos», Boletín Económico, número 6, BCE, 2019.
  9. Véase, por ejemplo, K. Charbonneau, A. Evans, S. Sarker y L. Suchanek, «Digitalization and Inflation: A Review of the Literature», Staff Analytical Note 2017-20, Banco de Canadá, noviembre de 2017.
  10. Véase, por ejemplo, K. Masuch, R. Anderton, R. Setzer, y N. Benalal (eds.), «Structural policies in the euro area», Occasional Paper Series, n.º 210, BCE, junio de 2018.
  11. Para información más detallada sobre la aplicación de las REP, véase el recuadro titulado «Recomendaciones específicas por país relativas a las políticas económicas en el marco del Semestre Europeo», Boletín Económico, número 5, BCE, 2019.
  12. La orientación fiscal refleja la dirección y el tamaño del estímulo proporcionado por la política fiscal a la economía, más allá de la reacción automática de las finanzas públicas al ciclo económico, y se mide como la variación de la ratio de saldo primario ajustado de ciclo, excluidas las ayudas públicas al sector financiero. En el artículo titulado «The euro area fiscal stance», Boletín Económico, número 4, BCE, 2016, se presenta información más detallada sobre el concepto de orientación de la política fiscal de la zona del euro.
  13. «La evaluación de los proyectos de planes presupuestarios para 2020: algunas implicaciones para la reforma de la gobernanza fiscal», Boletín Económico, número 8, BCE, 2019.
  14. Después de la fecha de cierre del Informe Anual de 2018, Eurostat revisó al alza, del 1,7 % al 1,8 %, la inflación media en 2018, a raíz de los cambios metodológicos introducidos en el Índice Armonizado de Precios de Consumo (IAPC). Estos cambios también implicaron una revisión al alza, del 1,3 % al 1,5 %, de la tasa de variación media de los precios de los servicios en 2018, así como una revisión a la baja, del 0,4 % al 0,3 %, de la de los bienes industriales no energéticos ese mismo año. Sin embargo, estos cambios solo tuvieron un leve impacto en la inflación media medida por el IAPC, excluidos la energía y los alimentos, en 2018, que se mantuvo sin variación en el 1 %. A diferencia de estos efectos bastante limitados, el efecto en las tasas de inflación intermensual e interanual correspondientes a 2015 fue particularmente acusado. La inflación media y la inflación medida por el IAPC, excluidos la energía y los alimentos, de ese año se revisaron al alza, en 0,2 puntos porcentuales y en 0,3 puntos porcentuales, respectivamente. Véanse «Un nuevo método para calcular el índice de precios de los paquetes turísticos en Alemania y su impacto en las tasas de inflación medida por el IAPC», Boletín Económico, número 2, BCE, 2019, y Monthly Report, Deutsche Bundesbank, marzo de 2019, pp. 8-9.
  15. Los cambios estadísticos en los indicadores de los precios de los paquetes turísticos en Alemania han tenido un impacto a la baja transitorio en la inflación de los servicios de la zona del euro; véase Monthly Report, Deutsche Bundesbank, agosto de 2019, pp. 57-59.
  16. Véase E. Bobeica y A. Sokol, «Drivers of underlying inflation in the euro area over time: a Phillips curve perspective», Boletín Económico, número 4, BCE, 2019. Este análisis se centra en una descomposición de la inflación dentro de la muestra. Para un análisis reciente sobre la precisión de las proyecciones de este tipo de modelo, así como sobre la capacidad predictiva de los distintos tipos de variables para la inflación, véase L. Moretti, L. Onorante y S. Zakipour Saber, «Phillips curves in the euro area», Working Paper Series, n.º 2295, BCE, julio de 2019.
  17. Véase M. Ciccarelli y C. Osbat (eds.), «Low inflation in the euro area: Causes and consequences», Occasional Paper Series, n.º 181, BCE, enero de 2017.
  18. Los indicadores de expectativas en los que se basa el gráfico A son los relativos a las expectativas de inflación a corto y a largo plazo obtenidos de la encuesta del BCE a expertos en previsión económica (EPE) y de Consensus Economics.
  19. Naturalmente, es posible que las influencias externas no se limiten a lo reflejado por los precios de las importaciones y de la energía. Para un análisis de mecanismos adicionales, véase P. Lane, «Globalisation and monetary policy», discurso pronunciado en la Universidad de California, 30 de septiembre de 2019.
  20. M. Jarociński y M. Lenza, «An Inflation-Predicting Measure of the Output Gap in the Euro Area», Journal of Money, Credit and Banking, vol. 50(6), 2018, pp. 1189-1224.
  21. El crecimiento de la remuneración por asalariado se vio frenado por la reducción de las cotizaciones sociales a cargo de la empresa en Francia, debido a un cambio legislativo (la sustitución del CICE [crédit d’impôt pour la compétitivité et l’emploi] —un crédito fiscal—por una rebaja permanente de las cotizaciones sociales a cargo de los empresarios).
  22. Véase el recuadro titulado «La influencia de los beneficios en las presiones inflacionistas internas en la zona del euro», Boletín Económico, número 6, BCE, 2019.
  23. El Eurosistema trata de realizar una asignación de activos neutral para el mercado, adquiriendo valores en todas las jurisdicciones a todos los plazos de vencimiento admitidos, de forma que refleje la composición del mercado de deuda pública de la zona del euro.
  24. El BCE publica los importes de amortización mensuales previstos para los doce meses siguientes en el marco del APP.
  25. Para información sobre las operaciones de préstamo de valores en el marco del CBPP3 y el ABSPP, véase «General APP securities lending framework» en el sitio web del BCE. Se ha de observar que los valores adquiridos en el marco del Programa para los mercados de valores, del CBPP y del CBPP2 están también disponibles para operaciones de préstamo de valores del Eurosistema.
  26. En el marco del PSPP, el BCE publica mensualmente la media mensual agregada del saldo de préstamos de valores del Eurosistema y el importe medio mensual agregado del efectivo entregado como garantía.
  27. Véase «The financial risk management of the Eurosystem’s monetary policy operations», BCE, julio de 2015.
  28. Véase también la página «Asset purchase programmes» en el sitio web del BCE.
  29. Los ABS deben tener al menos dos calificaciones crediticias otorgadas por una ECAI.
  30. Véase el artículo 138, apartado 3, letra b), de la Orientación (UE) 2015/510 del Banco Central Europeo, de 19 de diciembre de 2014, sobre la aplicación del marco de la política monetaria del Eurosistema (BCE/2014/60) (DO L 91 de 2.4.2015, p. 3).
  31. El 12 de septiembre de 2019, el Consejo de Gobierno decidió ampliar la posibilidad de adquirir activos con rendimientos inferiores al tipo de interés de la facilidad de depósito, en la medida en que sea necesario, a todos los programas que componen el APP. Para más detalles, véase «El BCE proporciona información adicional sobre las compras de activos con rendimientos inferiores al tipo de interés de la facilidad de depósito», nota de prensa, BCE, 12 de septiembre de 2019.
  32. El límite por emisor se refiere al porcentaje máximo del saldo vivo de valores de un emisor que puede mantener el Eurosistema.
  33. Véase el artículo monográfico titulado «Climate change and financial stability», Financial Stability Review, BCE, mayo de 2019.
  34. Véase M. Carney, «Breaking the Tragedy of the Horizon – climate change and financial stability», discurso pronunciado en Lloyd’s, Londres, 29 de septiembre de 2015.
  35. Véase B. Cœuré, «Monetary policy and climate change», discurso pronunciado en la conferencia «Scaling up Green Finance: The Role of Central Banks», organizada por la Network for Greening the Financial System (NGFS), el Deutsche Bundesbank y el Council on Economic Policies, Berlín, 8 de noviembre de 2018.
  36. Véanse los informes Financial Stability Review del BCE de mayo de 2019 y noviembre de 2019.
  37. Véase L. de Guindos, «Implications of the transition to a low-carbon economy for the euro area financial system», discurso pronunciado en la conferencia «Creating sustainable financial structures by putting citizens first», organizada por el European Savings and Retail Banking Group, Bruselas, 21 de noviembre de 2019.
  38. Véase el Mapa de riesgos del MUS para 2020.
  39. Para más información sobre las actividades de supervisión del BCE, véase el recuadro titulado «Finanzas verdes», en el Informe Anual sobre las actividades de supervisión del BCE 2019.
  40. El nuevo reglamento de la UE, que establece el tratamiento de Pilar 1 de las exposiciones dudosas, es el Reglamento (UE) 2019/630 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 17 de abril de 2019, por el que se modifica el Reglamento (UE) nº 575/2013 en lo que respecta a la cobertura mínima de pérdidas derivadas de exposiciones dudosas (DO L 111 de 25.4.2019, p. 4). Este Reglamento entró en vigor el 26 de abril de 2019.
  41. Para más detalles, véase el capítulo 4.
  42. El mecanismo de respaldo común para el Fondo Único de Resolución, que será proporcionado por el Mecanismo Europeo de Estabilidad, es una red de seguridad destinada a garantizar que el Fondo Único de Resolución disponga de recursos adicionales para respaldar cualquier medida de resolución necesaria.
  43. Véase también el Dictamen del Banco Central Europeo, de 8 de noviembre de 2017, sobre las revisiones del régimen de gestión de crisis de la Unión (CON/2017/47).
  44. Para lograr una auténtica unión de los mercados de capitales es fundamental una mayor armonización y estandarización, que se base en el código normativo único como marco regulatorio armonizado.
  45. Véase «Reforming major interest rate benchmarks – Progress report», Consejo de Estabilidad Financiera, 18 de diciembre de 2019.
  46. De conformidad con el artículo 141, apartado 2, del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea, los artículos 17, 21.2, 43.1 y 46.1 de los Estatutos del SEBC, y el artículo 9 del Reglamento (CE) nº 332/2002 del Consejo, de 18 de febrero de 2002.
  47. De conformidad con el artículo 122, apartado 2, y el artículo 132, apartado 1, del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea, los artículos 17 y 21 de los Estatutos del SEBC, y el artículo 8 del Reglamento (UE) nº 407/2010 del Consejo, de 11 de mayo de 2010.
  48. De conformidad con los artículos 17 y 21 de los Estatutos del SEBC (en conjunción con el artículo 3, apartado 5, del Acuerdo Marco de la FEEF).
  49. De conformidad con los artículos 17 y 21 de los Estatutos del SEBC (en conjunción con el artículo 5.12.1 de las Condiciones Generales del MEDE para los Acuerdos sobre Líneas de Asistencia Financiera).
  50. En el contexto del acuerdo de préstamo suscrito entre los Estados miembros cuya moneda es el euro (distintos de Grecia y de Alemania) y el Kreditanstalt für Wiederaufbau (actuando en aras del interés público, sujeto a las instrucciones de la República Federal de Alemania y con su aval), como prestamistas, la República Helénica como prestatario y el Bank of Greece como agente del prestatario, en virtud de lo previsto en los artículos 17 y 21.2 de los Estatutos del SEBC y el artículo 2 de la Decisión BCE/2010/4, de 10 de mayo de 2010.
  51. Las intervenciones en los márgenes en el contexto del Mecanismo de Tipos de Cambio (MTC II) son aquellas que se realizan cuando el tipo de cambio de una divisa frente al euro alcanza los márgenes de su banda de fluctuación acordada previamente (es decir, la banda dentro de la que las monedas que participan en el MTC II pueden fluctuar frente al euro). Estas intervenciones son, en principio, automáticas e ilimitadas.
  52. Por ejemplo, véase Boosting Europe, Federación Bancaria Europea, 2019.
  53. Aquí nos referimos, principalmente, a los conjuntos de datos relacionados con las obligaciones de información de las entidades de depósito que se establecen en: los reglamentos del BCE sobre estadísticas de las partidas del balance y de los tipos de interés de las instituciones financieras monetarias, el módulo sectorial del Reglamento relativo a las estadísticas sobre carteras de valores, y el Reglamento de AnaCredit sobre datos granulares de crédito y de riesgo de crédito.
  54. Véase «Dataset and indicators to monitor the crypto-assets phenomenon», presentación de expertos del BCE; también se incluirá un artículo sobre este tema elaborado por expertos del BCE en el próximo informe del Irving Fisher Committee on Central Bank Statistics (IFC) Working Group on Fintech data (primer semestre de 2020).
  55. Véanse Crypto-Assets Task Force del BCE, «Crypto-Assets: Implications for financial stability, monetary policy, and payments and market infrastructures», Occasional Paper Series, n.º 223, BCE, mayo de 2019, y el artículo titulado «Understanding the crypto-asset phenomenon, its risks and measurement issues», Boletín Económico, número 5, BCE, 2019.
  56. Véase «2018 IFC Annual Report», Irving Fisher Committee on Central Bank Statistics, Banco de Pagos Internacionales, marzo de 2019.
  57. Véase «Characterisation of the euro area fintech scene», Financial Integration and Structure in the Euro Area, BCE, marzo de 2020.
  58. El €STR se publica en el sitio web del BCE a través de la plataforma Market Information Dissemination (MID) del BCE (que es el principal canal de publicación), y en el Statistical Data Warehouse (SDW) del BCE.
  59. Los requerimientos de presentación de información estadística sobre los mercados monetarios y la lista de los actuales agentes informadores se pueden consultar en el sitio web del BCE. La recopilación periódica de información estadística sobre los mercados monetarios comenzó el 1 de julio de 2016.
  60. Para información más detallada, véase «G20 Data Gaps Initiative (DGI-2): The Fourth Progress Report – Countdown to 2021», Consejo de Estabilidad Financiera y Fondo Monetario Internacional, 2019.
  61. Véanse G. Cozzi et al., «Macroprudential policy measures: macroeconomic impact and interaction with monetary policy», Working Paper Series, n.º 2376, BCE, febrero de 2020, y U. Albertazzi et al., «Monetary policy and bank stability: the analytical toolbox reviewed», Working Paper Series, n.º 2377, BCE, febrero de 2020.
  62. M. C. Cavalleri, A. Eliet, P. McAdam, F. Petroulakis, A. Soares e I. Vansteenkiste, «Concentration, market power and dynamism in the euro area», Working Paper Series, n.º 2253, BCE, marzo de 2019.
  63. L. Hospido, L. Laeven y A. Lamo, «The gender promotion gap: evidence from central banking», Working Paper Series, n.º 2265, BCE, abril de 2019.
  64. En concreto, el análisis incluye las Direcciones Generales de Economía, Política Macroprudencial y Estabilidad Financiera, Relaciones Internacionales y Europeas, Infraestructura de Mercado y Pagos, Operaciones de Mercado, Política Monetaria, Estudios, Estadística, y la Dirección de Gestión de Riesgos.
  65. Los casos de incumplimiento incluyen: i) los casos en los que una autoridad nacional no consultó al BCE sobre proyectos de disposición legal que entraban dentro de los ámbitos de competencia del BCE, y ii) los casos en los que una autoridad nacional consultó formalmente al BCE, pero sin dejarle tiempo suficiente para examinar el proyecto de disposición legal y adoptar su dictamen antes de la aprobación de dicha disposición.
  66. En concreto, Yves Mersch reflexionó sobre los principios de necesidad, proporcionalidad y probidad en relación con la independencia de los bancos centrales en la conferencia «ECB and its Watchers XX» celebrada en marzo en Frankfurt. También habló de la perspectiva del BCE sobre las tendencias internacionales en materia de independencia de los bancos centrales durante una mesa redonda que tuvo lugar en noviembre en Frankfurt.
  67. Para más información sobre las consecuencias del Brexit, uno de los temas que se trataron en las comparecencias, véase el recuadro 11.
  68. En eI Informe Anual sobre las actividades de supervisión de 2019 del BCE se proporciona información más detallada.
  69. En el verano de 2019, Patrick Honohan sucedió a Jean-Claude Trichet como presidente del Comité Deontológico.
  70. Véase la Decisión (UE) 2015/433 del Banco Central Europeo, de 17 de diciembre de 2014, sobre el establecimiento de un Comité deontológico y su reglamento interno (BCE/2014/59).