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Christine Lagarde
The President of the European Central Bank
Luis de Guindos
Vice-President of the European Central Bank
  • DECLARACIÓN DE POLÍTICA MONETARIA

CONFERENCIA DE PRENSA

Christine Lagarde, presidenta del BCE,
Luis de Guindos, vicepresidente del BCE

Fráncfort del Meno, 27 de octubre de 2022

Buenas tardes, al Vicepresidente y a mí nos complace darles la bienvenida a nuestra conferencia de prensa.

El Consejo de Gobierno ha decidido subir los tres tipos de interés oficiales del BCE en 75 puntos básicos. Con esta tercera importante subida consecutiva de los tipos oficiales, hemos logrado un avance considerable en la reversión de la orientación acomodaticia de la política monetaria. Hemos adoptado esta decisión, y prevemos seguir incrementando los tipos de interés, para asegurar el retorno oportuno de la inflación a nuestro objetivo del 2 % a medio plazo. Basaremos la senda futura de los tipos de interés oficiales en la evolución de las perspectivas de inflación y de la economía, siguiendo con nuestro enfoque en el que las decisiones se adoptan en cada reunión.

La inflación sigue siendo excesivamente elevada y se mantendrá por encima de nuestro objetivo durante un período prolongado. En septiembre, la inflación en la zona del euro se situó en el 9,9 %. En los últimos meses, la escalada de los precios de la energía y de los alimentos, los cuellos de botella en la oferta y la recuperación de la demanda después de la pandemia han dado lugar a una generalización de las presiones sobre los precios y a un incremento de la inflación. Nuestra política monetaria está orientada a reducir el apoyo a la demanda y proteger frente al riesgo de un desplazamiento persistente al alza de las expectativas de inflación.

El Consejo de Gobierno también ha decidido modificar las condiciones de la tercera serie de operaciones de financiación a plazo más largo con objetivo específico (TLTRO III). Durante la fase aguda de la pandemia este instrumento resultó fundamental para contrarrestar los riesgos a la baja para la estabilidad de precios. Actualmente, en vista del inesperado y extraordinario aumento de la inflación, es necesario recalibrarlo para que sea coherente con el proceso más amplio de normalización de la política monetaria y para que fortalezca la transmisión de nuestras subidas de los tipos de interés oficiales a las condiciones de financiación bancaria. En consecuencia, hemos decidido ajustar los tipos de interés aplicables a las TLTRO III a partir del 23 de noviembre de 2022 y ofrecer a las entidades de crédito fechas adicionales para los reembolsos anticipados voluntarios de esas operaciones.

Por último, para alinear más estrechamente la remuneración de las reservas mínimas mantenidas por las entidades de crédito en el Eurosistema con las condiciones de los mercados monetarios, hemos decidido fijar la remuneración de las reservas mínimas en el tipo de interés de la facilidad de depósito del BCE.

Las decisiones adoptadas hoy se presentan en una nota de prensa disponible en nuestro sitio web. Los detalles de las nuevas condiciones de las TLTRO III se presentan en una nota de prensa separada que se publicará a las 15:45 (hora central europea). Los detalles del ajuste de la remuneración de las reservas mínimas se publicarán en otra nota de prensa a la misma hora.

Ahora expondré más detalladamente cómo vemos la evolución de la economía y de la inflación y después explicaré nuestra valoración de las condiciones financieras y monetarias.

Actividad económica

La actividad económica en la zona del euro se habría ralentizado considerablemente en el tercer trimestre del año y prevemos que este debilitamiento se prolongue durante lo que queda de año y a comienzos del próximo. Al reducir las rentas reales de las personas e impulsar al alza los costes para las empresas, la elevada inflación continúa frenando el gasto y la producción. Las graves disrupciones en el suministro de gas han empeorado aún más la situación, y la confianza tanto de los consumidores como de las empresas ha caído rápidamente, lo que también está afectando a la economía. La demanda de servicios se está ralentizando, tras el fuerte dinamismo registrado en trimestres anteriores cuando reabrieron los sectores más afectados por las restricciones relacionadas con la pandemia, y los indicadores de opinión sobre nuevos pedidos del sector manufacturero están descendiendo. Asimismo, la actividad económica mundial está creciendo más lentamente, en un contexto de persistente incertidumbre geopolítica, debido en especial a la injustificada guerra de Rusia contra Ucrania, y de endurecimiento de las condiciones de financiación. El deterioro de la relación real de intercambio, derivado de una subida de los precios de las importaciones más rápida que la de las exportaciones, está afectando a las rentas en la zona del euro.

El mercado de trabajo continuó mostrando un buen comportamiento en el tercer trimestre, y la tasa de desempleo se mantuvo en un mínimo histórico del 6,6 % en agosto. Aunque los indicadores coyunturales apuntan a que la creación de empleo todavía continuó en el tercer trimestre, el debilitamiento de la economía podría dar lugar a un ligero aumento del desempleo en el futuro.

Para limitar el riesgo de alimentar la inflación, las medidas de apoyo fiscal para proteger la economía del impacto de los elevados precios de la energía deberían ser temporales y enfocarse a los más vulnerables. Las autoridades deberían proporcionar incentivos para reducir el consumo energético e impulsar el suministro de energía. Paralelamente, los Gobiernos deberían aplicar políticas presupuestarias que muestren su compromiso con una reducción gradual de las elevadas ratios de deuda pública. Deberían diseñarse políticas estructurales para aumentar el potencial de crecimiento y la capacidad de suministro de la zona del euro e impulsar su resiliencia, lo que ayudaría a reducir las presiones inflacionistas a medio plazo. La rápida aplicación de los planes de inversión y de reformas estructurales en el marco del programa Next Generation EU contribuirá notablemente a estos objetivos.

Inflación

La inflación aumentó hasta el 9,9 % en septiembre como consecuencia de los nuevos incrementos de todos los componentes. La tasa de variación de los precios de la energía, que se situó en el 40,7 %, siguió siendo el principal factor determinante de la inflación general, dada la creciente contribución de los precios del gas y de la electricidad. La inflación de los precios de los alimentos también continuó incrementándose, hasta situarse en el 11,8 %, debido a que los elevados costes de los insumos encarecieron la producción alimentaria.

Los cuellos de botella en la oferta se están moderando gradualmente, aunque su impacto retardado contribuye aún a la inflación. El impacto de la demanda embalsada, pese a ser cada vez menor, sigue impulsando al alza los precios en el sector servicios. La depreciación del euro ha contribuido a la acumulación de presiones inflacionistas.

Las presiones sobre los precios son evidentes en cada vez más sectores, en parte debido al impacto de los altos costes de la energía que se ha transmitido a toda la economía. Los indicadores de la inflación subyacente se han mantenido, por tanto, en niveles elevados. Entre estos indicadores, la inflación, excluidos la energía y los alimentos, siguió aumentando hasta situarse en el 4,8 % en septiembre.

Es probable que la fortaleza de los mercados de trabajo y ciertos efectos de recuperación para compensar el aumento de la inflación contribuyan al crecimiento de los salarios. Los nuevos datos y los recientes acuerdos salariales indican que el crecimiento de los salarios podría estar repuntando. La mayoría de los indicadores de las expectativas de inflación a largo plazo se sitúan actualmente en torno al 2 %, aunque las nuevas revisiones de algunos indicadores por encima del objetivo requieren un seguimiento continuo.

Evaluación de riesgos

Los nuevos datos confirman que los riesgos para las perspectivas de crecimiento económico están claramente orientados a la baja, en especial en el corto plazo. Una duración prolongada de la guerra en Ucrania sigue constituyendo un riesgo significativo. La confianza podría deteriorarse más y las restricciones de oferta podrían volver a agravarse. Asimismo, los costes de la energía y de los alimentos podrían mantenerse en niveles persistentemente más elevados de lo esperado. El debilitamiento de la economía mundial podría representar un lastre adicional para el crecimiento de la zona del euro.

Los riesgos para las perspectivas de inflación se sitúan fundamentalmente al alza. El principal riesgo a corto plazo es un incremento adicional de los precios minoristas de la energía. A medio plazo, la inflación podría ser más elevada de lo esperado en caso de subidas de los precios de la energía y de las materias primas alimenticias y una transmisión más intensa a los precios de consumo, de un empeoramiento persistente de la capacidad de producción de la economía de la zona del euro, de un aumento continuado de las expectativas de inflación por encima de nuestro objetivo o de incrementos salariales mayores de lo previsto. En cambio, un descenso de los costes de la energía y un debilitamiento adicional de la demanda reducirían las presiones inflacionistas.

Condiciones financieras y monetarias

Los costes de financiación bancaria se están incrementando en respuesta a la subida de los tipos de interés de mercado. La financiación de las empresas y los hogares también es más cara. El crédito bancario a las empresas mantiene su vigor, dado que estas necesitan financiar los altos costes de producción y acumular existencias. Al mismo tiempo, la demanda de préstamos con fines de inversión ha seguido disminuyendo. Los préstamos a los hogares se están moderando, debido a que los criterios de concesión se han endurecido y la demanda ha disminuido en un contexto de subida de los tipos de interés y de bajo nivel de confianza de los consumidores.

De acuerdo con nuestra última encuesta sobre préstamos bancarios, los criterios de concesión aplicados a todas las categorías de préstamos se endurecieron en el tercer trimestre del año, dada la mayor preocupación de las entidades por el deterioro de las perspectivas económicas y los riesgos que afrontan sus clientes en el actual entorno. Las entidades prevén que sus criterios de concesión de préstamos sigan endureciéndose en el cuarto trimestre.

Conclusión

En síntesis, hoy hemos subido los tres tipos de interés oficiales del BCE en 75 puntos básicos y prevemos seguir incrementándolos para asegurar un retorno oportuno de la inflación a nuestro objetivo a medio plazo. Con esta tercera importante subida consecutiva de los tipos oficiales, hemos logrado un avance considerable en la reversión de la orientación acomodaticia de la política monetaria. Las nuevas condiciones de nuestras operaciones de financiación a plazo más largo con objetivo específico también contribuirán al actual proceso de normalización de la política monetaria.

Nuestras decisiones futuras relativas a los tipos de interés oficiales continuarán dependiendo de los datos y seguirán un enfoque en el que las decisiones se adoptarán en cada reunión. Estamos preparados para ajustar todos nuestros instrumentos en el ámbito de nuestro mandato para asegurar que la inflación vuelva a situarse en nuestro objetivo en el medio plazo.

Quedamos a su disposición para responder a sus preguntas.

La redacción literal acordada por el Consejo de Gobierno puede consultarse en la versión inglesa.

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