- DISCURSO
El euro digital: nuestro dinero donde y cuando lo necesitemos
Intervención de Fabio Panetta, miembro del Comité Ejecutivo del BCE, ante la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo
Bruselas, 23 de enero de 2023
Nuestra investigación sobre un euro digital comenzó hace más de un año.
La estrecha colaboración con el Parlamento Europeo en la fase de investigación ha sido una prioridad para el BCE desde el primer día.
En 2022, hemos debatido periódicamente en esta Comisión las principales opciones de diseño[1]. Sus opiniones han ofrecido valiosas aportaciones a nuestro trabajo y, junto con las contribuciones de otros representantes del sector público y del privado[2], nos han permitido avanzar con paso firme.
Estas interacciones son esenciales para garantizar que el dinero de banco central responda a las preferencias y las necesidades de los ciudadanos y las empresas en un entorno digital en constante evolución.
Los hábitos de pago de los ciudadanos están cambiando a una velocidad sin precedentes: en los tres últimos años, los pagos en efectivo en la zona del euro han descendido del 72 % al 59 %, y los pagos digitales tienen cada vez más aceptación[3]. En los Países Bajos y Finlandia, por ejemplo, el efectivo solo se utiliza en una quinta parte de las operaciones. Al mismo tiempo, los ciudadanos valoran la opción de pagar con dinero de banco central, y la mayoría considera importante o muy importante tener siempre esa posibilidad.
Un euro digital respondería a esta preferencia creciente por los pagos electrónicos, posibilitando el uso del dinero de banco central también en formato digital. Junto con el efectivo, un euro digital ofrecería a los europeos acceso a medios de pago para pagar, sin cargos adicionales, en toda la zona del euro. Que sea fácilmente accesible y conveniente favorecería su adopción y la inclusión financiera.
En mi intervención de hoy expondré cómo el euro digital podría ayudarnos a utilizar nuestro dinero en cualquier lugar de la zona del euro[4].
Concluiré mi intervención con la agenda de trabajo para 2023, año en el que completaremos nuestra fase de investigación y la Comisión Europea presentará su propuesta legislativa[5].
Una solución de pago digital conveniente, que permita a los ciudadanos controlar su dinero
El BCE está en la vanguardia mundial de los esfuerzos de los bancos centrales dirigidos a diseñar soluciones de pago digitales de última generación para las operaciones minoristas y mayoristas[6].
Los pagos forman parte de nuestra vida cotidiana: por lo general, todos llevamos encima al menos un instrumento de pago, ya sea monedas, billetes, una tarjeta de crédito o un teléfono móvil.
Nuestra prioridad para el proyecto del euro digital siempre ha estado clara: mantener el papel del dinero de banco central en los pagos minoristas ofreciendo una opción adicional para pagar con dinero de banco central, también donde no es posible a día de hoy, por ejemplo, en el comercio electrónico.
El euro digital no sustituiría a otros métodos de pago electrónicos, ni tampoco al efectivo, sino que los complementaría. Con ello, salvaguardaría nuestra soberanía monetaria al tiempo que reforzaría la autonomía estratégica de Europa.
Los pasos iniciales se centrarían en dar acceso al euro digital a los residentes en la zona del euro, es decir, consumidores, empresas, comerciantes y Administraciones Públicas[7].
Un euro digital debería ser fácilmente accesible y utilizable en toda la zona del euro, como el efectivo en la actualidad. Creemos que la mejor manera de lograrlo sería con un esquema de pagos para el euro digital[8]. Al proporcionar un conjunto único de reglas, estándares y procedimientos, contar con un esquema permitiría a los intermediarios desarrollar productos y servicios basados en un euro digital.
También garantizaría que los ciudadanos puedan acceder siempre a determinados servicios básicos, independientemente de los intermediarios con los que tengan su cuenta o cartera[9].
El euro digital sería un bien público. Por tanto, sería lógico que sus servicios básicos fueran gratuitos, por ejemplo, cuando se utilice el euro digital para pagar a otra persona, como es el caso del efectivo[10].
Pero, además de los servicios básicos, los ciudadanos podrían optar por usar cualquier servicio adicional ofrecido por los intermediarios participantes de manera voluntaria[11].
Los pagos condicionales (o programables) se mencionan a menudo como uno de estos servicios innovadores; sin embargo, existe cierta confusión sobre el término, lo que puede suscitar preocupación.
Nuestra definición de pagos condicionales supone que los ciudadanos podrían decidir autorizar un pago automático cuando se cumplan las condiciones predefinidas que elijan[12]. Por ejemplo, el ordenante podría decidir realizar un pago mensual automático en euros digitales para pagar su alquiler[13]. Sin embargo, el beneficiario no tendría ninguna limitación en cuanto al uso que le puede dar a este dinero que recibe cada mes.
Creemos que los intermediarios supervisados, que están en contacto directo con los usuarios, son los mejor situados para identificar casos de uso para la utilización de los pagos condicionales y de cualquier otro servicio de pago avanzado[14].
Pero permítanme aclarar que el euro digital nunca sería dinero programable. El BCE no establecería limitaciones sobre dónde, cuándo o a quién se puede pagar con un euro digital. Ello lo equipararía a un vale. Y los bancos centrales emiten dinero, no vales.
También conocemos la preocupación de algunos ciudadanos por que un euro digital pudiera socavar la confidencialidad de sus datos de pago. En lo que respecta al banco central, proponemos no tener acceso a los datos personales[15].
Y les corresponderá a ustedes, como colegisladores, decidir sobre el equilibrio entre la privacidad y otros objetivos importantes de política pública, como la lucha contra el blanqueo de capitales, la financiación del terrorismo, la prevención de la evasión fiscal o la garantía del cumplimiento de las sanciones. Por nuestra parte, hemos trabajado para encontrar soluciones que preserven la privacidad por defecto y por diseño, para dar a los ciudadanos el control de sus datos de pago[16]. A este fin, también colaboramos estrechamente con el Supervisor Europeo de Protección de Datos y el Consejo Europeo de Protección de Datos.
Un euro digital fácil de utilizar en cualquier lugar de la zona del euro
Como dinero de banco central, un euro digital sería un bien público europeo al que todos los ciudadanos y empresas deberían poder acceder y utilizar sin obstáculos. Estas premisas deberían cumplirse independientemente de quién sea su intermediario o del Estado miembro en el que se encuentre.
Ofrecer accesibilidad y usabilidad universales sería fundamental para que un euro digital desempeñe su papel como ancla monetaria y responda a las expectativas de los ciudadanos. Las opiniones recibidas de los ciudadanos[17] demuestran el valor de contar con un instrumento de pago que esté siempre disponible para el ordenante. Puede que los ciudadanos no siempre paguen en efectivo, pero les gusta tener la posibilidad de hacerlo. La misma lógica se aplica a un euro digital.
Como colegisladores, ustedes pueden adoptar medidas regulatorias que garanticen la aceptación generalizada del euro digital en los pagos y, al mismo tiempo, un amplio acceso para los ciudadanos.
Sin embargo, aunque estos dos factores son indispensables para el euro digital, no son suficientes por sí solos. Unas funcionalidades atractivas y una experiencia de usuario conveniente serían igualmente fundamentales para una adopción generalizada.
Por tanto, deseamos diseñar un euro digital con funcionalidades tanto online como offline que permitan responder a distintos casos de uso[18] y ofrecer a los usuarios diferentes ventajas. Por ejemplo, una funcionalidad offline[19] daría a los pagos un nivel de privacidad cercano al del efectivo. También aumentaría la resiliencia, ya que funcionaría sin conexión a Internet.
También estamos contemplando dos opciones para que un uso conveniente de un euro digital.
En primer lugar, los intermediarios supervisados podrían integrar el euro digital en sus propias plataformas. De este modo, los usuarios podrían acceder fácilmente al euro digital a través de aplicaciones e interfaces bancarias con las que ya están familiarizados.
En segundo lugar, el Eurosistema está considerando una nueva aplicación para el euro digital[20], que solo incluiría funcionalidades de pago básicas que ejecutarían los intermediarios. Esta aplicación garantizaría que, independientemente del lugar de la zona del euro al que se viaje, siempre se reconocería el euro digital y se podría pagar con él.
Es probable que inicialmente se ofrezcan pagos sin contacto, códigos QR y una forma sencilla de pagos online[21]. A medida que evolucione la tecnología, otras formas de pago podrían estar disponibles en el futuro. Por lo que se refiere al hardware, los usuarios podrían pagar con teléfonos móviles, tarjetas físicas u otros dispositivos como los relojes inteligentes.
Una experiencia de usuario conveniente requiere una cooperación estrecha con todos los sectores del mercado: asociaciones de consumidores, que conocen mejor las necesidades de estos; intermediarios, que prestarán los servicios a sus clientes; y comerciantes, que desean ofrecer una solución de pago que sea conveniente.
Hemos empezado a trabajar en las reglas del esquema[22] del euro digital para asegurar una solución armonizada y fácil de usar que funcione en cualquier lugar de la zona del euro[23].
La agenda de trabajo para 2023
Permítanme concluir con la agenda de trabajo para los próximos meses.
En 2023 continuaremos con nuestra fase de investigación y presentaremos periódicamente nuestro trabajo ante esta Comisión[24].
Junto con la Comisión Europea, aún estamos analizando un posible modelo de compensación para el euro digital. Paralelamente, estamos revisando todas las opciones de diseño para integrarlas en un diseño general del euro digital en primavera.
También estamos ultimando el desarrollo de un prototipo[25] y recabando la opinión del mercado para obtener una perspectiva general de las opciones de diseño técnico de los posibles componentes y servicios de un euro digital[26].
Debatiré todos estos temas con ustedes en los próximos meses, antes de que el Consejo de Gobierno apruebe cualquier opción de diseño y distribución.
Nuestra fase de investigación concluirá en otoño. Será entonces cuando el Consejo de Gobierno del BCE decida si pasamos a la fase de realización.
Permítanme subrayar, una vez más, que pasar a la fase de realización no significa emitir el euro digital. Durante esa fase desarrollaríamos y probaríamos las soluciones técnicas y los aspectos de negocio necesarios para, en última instancia, ofrecer y distribuir un euro digital, siempre y cuando así se decida.
La posible decisión del Consejo de Gobierno de emitir un euro digital se adoptaría más adelante, una vez que el Parlamento y el Consejo de la UE hayan adoptado el acto legislativo correspondiente.
El proyecto de un euro digital es una iniciativa verdaderamente europea. No es solo un proyecto técnico: tiene una clara dimensión política dadas sus importantes implicaciones para la sociedad. Por ello, todos los responsables políticos europeos debemos desempeñar nuestro papel, teniendo en cuenta nuestras respectivas funciones y mandatos. Y siempre debemos buscar un amplio apoyo de los ciudadanos europeos.
Espero con interés seguir cooperando de forma fructífera con los colegisladores europeos y me comprometo personalmente a continuar nuestros intercambios periódicos en esta Comisión.
Quedo a su disposición para responder a sus preguntas.
Véase BCE (2022), Progress on the investigation phase of a digital euro, septiembre; BCE (2022), Progress on the investigation phase of a digital euro – second report, diciembre; y BCE (2022), Letter from Fabio Panetta to Ms Irene Tinagli on progress on the investigation phase of a digital euro. El primer informe abarca temas como el mecanismo de transferencia, la privacidad y las herramientas para controlar la cantidad de euros digitales en circulación, mientras que el segundo se centra en el papel de los intermediarios, un modelo de liquidación, la recarga y reembolso de fondos y un modelo de distribución del euro digital.
En el sitio web del BCE puede consultarse más información sobre la participación de los grupos de interés y la gobernanza de los proyectos.
BCE (2022), Estudio sobre los hábitos de pago de los consumidores en la zona del euro (SPACE, por sus siglas en inglés), diciembre. Para más información, véase también BCE (2023), «Digital euro – stocktake», presentación al Eurogrupo, 16 de enero.
Panetta, F. (2022), «Aprovechar nuestras fortalezas: el papel de los sectores público y privado en el ecosistema del euro digital», intervención ante la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo, Bruselas, 29 de septiembre.
Puede obtenerse más información sobre esta propuesta en el sitio web de la Comisión Europea.
En los últimos años, el Eurosistema ha trabajado en una nueva plataforma TARGET consolidada —una compleja infraestructura que ofrecerá al mercado servicios mejorados y más modernos— y ha desarrollado un Sistema de Gestión de Activos de Garantía del Eurosistema que simplificará los procesos en los que intervienen varias jurisdicciones, incluida la movilización de activos de garantía transfronterizos. El Eurosistema también ha trabajado para asegurar que los servicios TARGET mantengan su capacidad de resiliencia frente a las ciberamenazas, al tiempo que ha considerado posibles cambios en las necesidades de los usuarios de sus servicios de liquidación mayorista y si las nuevas tecnologías podrían hacer más eficiente y segura la liquidación mayorista en dinero de banco central digital. En particular, el Eurosistema ha evaluado el potencial de la tecnología de registros distribuidos (distributed ledger technology, DLT) y la medida en que podría mejorar sus servicios. Véase también Panetta, F. (2022), «Demystifying wholesale central bank digital currency», intervención en el Simposio «Payments and Securities Settlement in Europe — today and future», organizado por el Deutsche Bundesbank, Fráncfort del Meno, 26 de septiembre.
Los no residentes, incluidos los visitantes, también podrían tener acceso al euro digital desde su lanzamiento, siempre que tuviesen una cuenta en algún proveedor de servicios de pago de la zona del euro. Posteriormente, se podría permitir el acceso de particulares y empresas del Espacio Económico Europeo (EEE) y de determinados terceros países. El acceso permanente debe basarse siempre en un acuerdo con las autoridades de la jurisdicción de que se trate.
Panetta, F. (2022), «Aprovechar nuestras fortalezas: el papel de los sectores público y privado en el ecosistema del euro digital», intervención ante la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo, Bruselas, 29 de septiembre.
Los servicios básicos para los usuarios finales incluyen la gestión de usuarios (apertura y cierre de cuentas, alta y la baja de usuarios, identificación del cliente (know-your-customer), gestión de instrumentos de pago, vinculación de los saldos de euros digitales a una cuenta de dinero de banco comercial y procesos de gestión del ciclo de vida de los usuarios), gestión de la liquidez (recarga y reembolso de fondos, opciones de recarga o reembolso de fondos en cascada) y gestión de transacciones (iniciación, autenticación y notificaciones sobre confirmación o denegación). Para más información, véase la presentación del Consejo de Pagos Minoristas en Euros (2022), Core, optional and value- added services for the digital euro, diciembre.
Véase BCE (2020), Report on a digital euro, octubre. El catálogo de servicios básicos del euro digital aún no se ha definido, pero debería ser similar al que las entidades de crédito deben prestar en virtud de la Directiva sobre cuentas de pago básicas (PAD por sus siglas en inglés). Por tanto, podría incluir características tales como la apertura gratuita de carteras o cuentas en euros digitales, la realización de pagos entre particulares, así como la recarga y reembolso de fondos en las cuentas/carteras en euros digitales.
Entre estos servicios adicionales cabe citar i) un servicio de información sobre cuentas, que permitiría a terceros integrar la información sobre el euro digital en sus propios servicios de información sobre cuentas, proporcionando así a los usuarios finales una visión global de su situación financiera en diferentes intermediarios en un momento determinado; ii) pagos recurrentes, que permitirían abonar cómodamente servicios regulares (por ejemplo, facturas de electricidad o suscripciones a servicios digitales); iii) pago por uso mediante preautorización, que permitiría efectuar pagos en determinados contextos en los que se desconoce el importe, pero en los que es necesario reservar fondos hasta que el cliente autorice el importe final (por ejemplo, al pagar en la gasolinera); y iv) un servicio de iniciación de pagos, que permitiría a los proveedores de servicios de pago que no tengan cuentas en euros digitales con usuarios finales iniciar el pago.
No obstante, corresponderá siempre al usuario decidir si desea utilizar pagos condicionales y, en ese caso, qué condiciones desea aplicar a sus pagos.
Otros ejemplos de pagos condicionales son: i) un pago contra una opción de entrega, cuando la orden de pago es desencadenada por un tercero distinto del ordenante o del beneficiario, por ejemplo, el servicio postal responsable de la entrega de un producto que el ordenante adquirió en línea; ii) reembolso automático, cuando en el momento de la venta de un producto subvencionado, el comerciante envía automáticamente una solicitud de pago del importe subvencionado a la empresa o autoridad que lo subvenciona; o iii) servicios de pago por uso (véase nota 11).
El Eurosistema puede apoyar el desarrollo de estos servicios impulsados por el mercado mediante la introducción de estándares en el «rulebook» del esquema y/o proporcionando las funcionalidades «back-end» necesarias para que los intermediarios puedan prestar estos servicios. Por ejemplo, la reserva de fondos en euros digitales podría permitirse en la infraestructura back-end.
Para más información sobre las opciones básicas de privacidad, véase Panetta, F. (2022), «Un euro digital que responda a las necesidades del público: encontrar el equilibrio adecuado», intervención ante la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo, Bruselas, 30 de marzo y BCE (2022), «Digital euro – Privacy options», presentación al Eurogrupo, 4 de abril.
Ibid.
Estos comentarios se refieren tanto a un euro digital como al efectivo. Véanse: Kantar Public (2022), Study on New Digital Payment Methods, marzo, y BCE (2022), Estudio sobre los hábitos de pago de los consumidores en la zona del euro (SPACE), diciembre.
Para más información sobre los casos de uso, véase Panetta, F. (2022), «Un euro digital que responda a las necesidades del público: encontrar el equilibrio adecuado», intervención ante la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo, Bruselas, 30 de marzo.
Los pagos offline son aquellos en los que el ordenante y el beneficiario no están conectados a Internet y deben estar físicamente próximos, como en los pagos en efectivo. Una funcionalidad de este tipo aseguraría que nadie más que el usuario conozca las tenencias, los saldos y el importe de las operaciones. El legislador de la Unión será responsable de garantizar que la legislación pertinente lo prevea.
Una aplicación para la zona del euro con una apariencia homogénea facilitaría un enfoque estandarizado para conectar a los usuarios finales con los intermediarios. La aplicación permitiría que los intermediarios inicien pagos en los casos de uso prioritarios. El objetivo del lanzamiento de una aplicación de este tipo es dotar al mercado del desarrollo mínimo necesario que asegure que los intermediarios —incluidos los de menor tamaño que tal vez no deseen afrontar la inversión necesaria para crear su propia interfaz de pago— conserven su papel en la distribución del euro digital. Al mismo tiempo, la aplicación respondería a las preferencias de algunos usuarios finales que han reclamado un canal de acceso independiente que disponga de funcionalidades básicas, como expresan las asociaciones de consumidores y las encuestas de mercado. Véanse, por ejemplo, los comentarios de las asociaciones de consumidores en la cuarta sesión técnica sobre el euro digital del Consejo de Pagos Minoristas en Euros (ERPB). El enfoque dual basado en una opción integrada y una aplicación del euro digital ofrecería los mejores resultados en términos de valor para los usuarios finales, que tendrían más posibilidades de elección, y también para los intermediarios, que podrían crear sus soluciones integradas y atraer clientes mediante servicios de valor añadido, lo que aseguraría, al mismo tiempo, un plazo rápido para el lanzamiento del euro digital al mercado. También reforzaría la posición del euro digital como solución de pago que respalda el objetivo de proporcionar un ancla monetaria y un alcance de toda la zona del euro.
En cuanto a las opciones tecnológicas para la iniciación de pagos, el BCE ha considerado ideas concretas para responder a los casos de uso prioritarios, sin dejar de atender al mismo tiempo a los objetivos principales del euro digital. El BCE priorizaría el uso de códigos QR en todos los casos de uso (pagos entre particulares, comercio electrónico y pagos en el punto de venta), la funcionalidad «alias/proxy» para los pagos entre particulares y el comercio electrónico (incluido el redireccionamiento entre aplicaciones) y la NFC (comunicación de campo cercano) para los pagos en el punto de venta.
Como se anunció en una carta a Irene Tinagli, el BCE nombró en diciembre de 2022 a un director que se encargará de los trabajos relacionados con las normas de funcionamiento. También publicó en enero de 2023 una solicitud de expresiones de interés para los participantes en el mercado que deseen unirse al Grupo de Trabajo sobre Normas de Funcionamiento. El objetivo del grupo es apoyar la elaboración de las normas de funcionamiento, recabar la opinión del mercado y obtener una perspectiva del sector.
Panetta, F. (2022), «Aprovechar nuestras fortalezas: el papel de los sectores público y privado en el ecosistema del euro digital», intervención ante la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo, Bruselas, 29 de septiembre.
Véase BCE (2022), Letter from Fabio Panetta to Ms Irene Tinagli on progress on the investigation phase of a digital euro.
El desarrollo de un prototipo es una actividad de aprendizaje en un entorno experimental. El BCE está examinando la medida en qué las funcionalidades back-end del Eurosistema —es decir, la infraestructura de liquidación que trabaja en segundo plano para registrar las transferencias y posiciones en euros digitales— pueden integrarse fácilmente en las soluciones para usuario front-end actualmente disponibles. Como se mencionó en una carta a Irene Tinagli, el BCE publicó un paquete técnico de onboarding y lo puso a disposición de todas las empresas de la zona del euro en diciembre de 2022. El BCE también informará de las conclusiones del ejercicio del prototipo en el segundo trimestre de 2023.
Como ya se anunció en una carta a Irene Tinagli, el BCE invita a las partes interesadas a participar en un estudio de mercado para evaluar opciones de diseño técnico de los posibles componentes y servicios de un euro digital. La participación en este estudio no se remunerará, ni influirá en la admisibilidad en futuros procedimientos de contratación relacionados con un euro digital ni en cualquier otro procedimiento de contratación. Tampoco implicará ninguna preselección para una posible licitación posterior. El BCE prevé anunciar los resultados de este estudio en el segundo trimestre de 2023.
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