1 Introducción
A principios de 2020 el Banco Central Europeo (BCE) inició una revisión de su estrategia de política monetaria. Esta revisión tiene por objetivo asegurar la idoneidad de la política monetaria del BCE a la luz de las tendencias y acontecimientos mundiales observados desde la definición inicial de la estrategia hace diecisiete años. Considerando el papel de la política monetaria en el mundo actual, la cuestión central de la revisión es determinar cuál es el mejor modo de continuar llevando a cabo el mandato del BCE de garantizar precios estables para los ciudadanos de la zona del euro. Para que la política monetaria sea eficaz, resulta esencial conocer las expectativas, las creencias, el nivel de confianza, las incertidumbres, las esperanzas y los temores concretos de los hogares y las empresas. Para ello, se invitó a los ciudadanos europeos a exponer sus puntos de vista sobre la estabilidad de precios, las cuestiones económicas, los retos mundiales y la comunicación del público con el BCE y con los bancos centrales nacionales (BCN) de la zona del euro. Con el fin de incluir el mayor número posible de voces, la revisión comenzó con una fase de escucha y reflexión. Este ejercicio de escucha tenía el doble objetivo de configurar y enriquecer el análisis de la revisión con una amplia gama de perspectivas y de aprovechar la oportunidad para interactuar con el público en general de manera estructurada. En este informe intermedio se resumen las respuestas recibidas del público europeo, dentro de la fase de escucha, a través de diversos canales: un encuentro con las organizaciones de la sociedad civil del ámbito europeo, celebrado en octubre de 2020 (encuentro «El BCE te escucha»); una encuesta al público en general a través de internet, realizada entre febrero y octubre de 2020 (portal «El BCE te escucha»); y una serie de encuentros de ámbito nacional realizados por los bancos centrales nacionales (BCN) de la zona del euro entre octubre y diciembre de 2020 (encuentros con los BCN) [1]. Hay que resaltar que las conclusiones son de carácter cualitativo y no necesariamente representativas.
2 Resultados principales
2.1 Contexto
El ejercicio de escucha permitió recoger los puntos de vista de los ciudadanos y suscitó debates sobre cuatro temas principales: la estabilidad de precios, las cuestiones económicas, los restos mundiales y la comunicación. A través de este ejercicio, los ciudadanos respondieron a las preguntas planteadas y expusieron sus expectativas sobre lo que debe aportar un banco central en el contexto de los retos sociopolíticos generales. Las cuestiones sistémicas que influyen en el trabajo de un banco central, como el impacto a largo plazo de la pandemia del coronavirus en la economía, los efectos de la digitalización sobre el empleo, los costes del cambio climático y las posibles crisis económicas y financieras futuras, se mencionaron de forma destacada en todos los canales de escucha.
2.2 Percepciones de los ciudadanos sobre la estabilidad de precios, la inflación y la deflación
Muchas personas atribuyeron al cambio en el nivel general de precios consecuencias negativas para su vida cotidiana, habitualmente ejemplificadas en la reducción del poder adquisitivo y el valor del ahorro. Aunque la inflación exacerbada no era la principal preocupación, existía una opinión general de que los precios han aumentado de manera desproporcionada, basada en la percepción de aumento de los gastos, en particular los de alquileres e hipotecas, y de encarecimiento de los comestibles. El ejercicio de escucha mostró la importante repercusión del coste de la vivienda sobre los niveles de inflación percibidos por los ciudadanos. Muchos de ellos aprovecharon la oportunidad para instar al BCE a ampliar el ámbito de los costes de la vivienda (incluidos los de los propietarios) que se tienen en cuenta para medir la inflación. No obstante, algunos advirtieron también del riesgo de incluir ciertos activos, como los inmuebles, en la cesta de bienes y servicios.
En este contexto, algunos ciudadanos cuestionaron el objetivo del BCE de mantener la inflación «inferior, aunque próxima, al 2 %» a medio plazo. Estas personas se preguntaban si este objetivo no debería estar más cerca del 0 % para que el euro mantenga su poder adquisitivo en el futuro o consideraban que el hecho de que la inflación se situara persistentemente por debajo del objetivo fijado mostraba que las medidas de política monetaria eran inadecuadas. Algunos criticaron también el prolongado período de bajos tipos de interés, que a su juicio provocaban un endeudamiento público excesivo y de niveles de deuda insostenibles. Esta crítica está relacionada con la preocupación por la disminución de la rentabilidad de los ahorros personales a causa la política monetaria.
No obstante, también hubo voces de apoyo a la definición de la estabilidad de precios del BCE y las correspondientes medidas de política monetaria. Estas personas señalaron otros diversos factores que han afectado a la efectividad de la política monetaria e instaron a que otras políticas respalden la política monetaria.
2.3 La situación económica y los efectos de las tendencias mundiales
Se observó una convicción generalizada de que la situación económica general se ha deteriorado durante la última década, citándose como causas principales la fragilidad de nuestro modelo económico, los crecientes desafíos mundiales y el aumento de la incertidumbre. La gente está igualmente preocupada por el futuro, y sus perspectivas sobre su bienestar económico personal y el del conjunto de la sociedad son bastante sombrías, un pesimismo que podría estar vinculado en parte al contexto en el que se llevó a cabo el ejercicio de escucha.
De hecho, los efectos económicos a largo plazo de la pandemia del coronavirus (COVID-19) fueron algunas de las preocupaciones más mencionadas. Entre estas preocupaciones destacaban los temores por el debilitamiento del crecimiento económico, el creciente endeudamiento del Estado, la disminución de la demanda, el aumento del desempleo y la precariedad laboral. Los jóvenes se mostraron especialmente preocupados por el deterioro de la situación del empleo y las menores posibilidades de encontrar un empleo adecuado, junto con el temor por la amenaza de crisis económicas y financieras. En este contexto, muchos aprobaron las medidas de apoyo del BCE a la economía europea durante la pandemia, subrayando su importancia y la necesidad de que se mantengan durante la recuperación económica.
Otro motivo de preocupación económica es el temor de que los salarios y las pensiones continúen deteriorándose en el futuro, debido la percepción de que estas fuentes de ingresos no están participando del aumento general de los precios, con la consiguiente pérdida de poder adquisitivo. La gente manifiesta el temor de no poder mantener su nivel de gasto en el futuro. Otros expresaron su preocupación por que las compras de activos por el BCE puedan estar creando burbujas de activos.
El impacto del cambio climático sobre la economía representa también para muchos otro motivo de preocupación económica. Algunas personas señalaban que ya están experimentando las consecuencias del cambio climático en su vida cotidiana y preveían un aumento de los costes derivados de la protección del medio ambiente en el futuro. Se espera un aumento de estos costes por el creciente impacto del cambio climático sobre la economía y el sector financiero, incluida la transición hacia modelos económicos más ecológicos y la propia preservación del medio ambiente.
Algunos destacaron el incierto impacto de la digitalización sobre la economía y se preguntaron si la Unión Europea está adecuadamente preparada para la economía digital. Algunas cuestiones acuciantes mencionadas son la regulación de la inteligencia artificial, la inversión en tecnología, la distribución de los beneficios económicos derivados de los avances tecnológicos y los efectos de las perturbaciones de la tecnología financiera sobre el mercado de trabajo.
2.4 El papel del BCE frente a los retos apremiantes
Hubo un animado debate acerca de si debe ampliarse el ámbito del mandato del BCE y si deben ampliarse también sus políticas en el marco de su objetivo secundario de apoyar las políticas económicas generales de la Unión Europea.[2]
Las organizaciones no gubernamentales, las organizaciones que se ocupan del cambio climático, los grupos de protección de los consumidores, los representantes de los jóvenes, los grupos de reflexión y el público en general pidieron al BCE que afronte de forma más adecuada las cuestiones sociales y económicas generales, como la promoción del crecimiento económico y el empleo y la protección del medio ambiente. Las propuestas concretas son diversas, dependiendo de cuál se considera que es el papel adecuado de un banco central: algunos desearían que el BCE promueva una mayor cohesión económica entre los países de la zona del euro; otros deseaban que el BCE abandone el principio de neutralidad de mercado y se comprometa a comprar únicamente activos ecológicos para promover el Acuerdo Verde Europeo; y algunos deseaban que el BCE busque una forma actuación directa para que sus políticas produzcan resultados para el conjunto de la gente y no solo para los bancos y las entidades financieras.
Sin embargo, no todos apoyaron la ampliación de las funciones y herramientas del BCE. Las medidas de política monetaria no convencionales adoptadas desde la crisis financiera de 2008 recibieron numerosas críticas y algunos consideraron que excedían el mandato del BCE. En este contexto, muchos advirtieron de que el BCE no debe asumir responsabilidades adicionales.
Otros cuestionaron la eficacia y la idoneidad de las decisiones políticas del BCE en general e interpretaron la independencia del banco central como una obligación de atenerse a un mandato restringido a la estabilidad de precios y abstenerse de intervenir en cuestiones que se consideran responsabilidad de otros responsables políticos.
2.5 La comunicación del banco central
El ejercicio de escucha demostró, una vez más, que los bancos centrales necesitan explicar mejor su papel y utilizar un lenguaje comprensible y ejemplos sencillos y cercanos para interactuar con el público en general.
Aunque muchas personas afirmaron claramente que no sabían lo que hacía un banco central, otras mostraron tener una concepción muy errónea, al proponer que el BCE actúe fuera de su ámbito de competencia, en cuestiones como la armonización de la fiscalidad en la Unión Europea o la lucha contra la corrupción en el seno de los países. Además, conceptos de política monetaria como la estabilidad de precios, la inflación, los tipos de interés y las compras de activos se percibían como muy alejados de la vida cotidiana de las personas. Explicar la relevancia de estos conceptos para el bienestar de las personas debe ocupar un papel central en la comunicación de un banco central. Esto incluye sustituir las complejidades y la jerga especializada por un lenguaje sencillo y accesible.
Las razones de esta falta generalizada de comprensión eran variadas, incluido el propio reconocimiento de la falta de conocimientos financieros. Algunas sugerencias de mejora aludieron al uso de las redes sociales para desgranar de forma más sencilla los temas de política monetaria, así como la celebración de encuentros periódicos con diferentes grupos de interesados. En el mismo sentido, algunos propusieron complementar la conferencia de prensa de política monetaria con un video explicativo en el que se muestre cómo afectan las decisiones adoptadas al público en general.
En cuanto al marco de rendición de cuentas y transparencia del BCE, algunos sostuvieron que la presentación de informes más detallados de las reuniones del Consejo de Gobierno podría ser útil para aclarar el proceso de toma de decisiones del BCE. Otros sugirieron ampliar los informes sobre las agendas de los miembros del Comité Ejecutivo, por ejemplo, resaltando el tiempo dedicado a reunirse con representantes del sector financiero, en contraposición con los representantes de otros sectores.
No obstante, algunos recomendaron también cautela frente a los planteamientos de «cuanto más, mejor» y señalaron la sobrecarga de información generada por los bancos centrales. Para corregirlo, sugirieron reducir la cantidad de comunicaciones (como los discursos de los miembros del Comité Ejecutivo) y, en contraposición, señalaron algunos temas básicos que deberían comunicarse de manera coherente en todos los canales. Otros destacaron el papel de los medios de comunicación a la hora de traducir los complejos conceptos de la política monetaria e instaron a promover una relación más estrecha con los periodistas.
2.6 Comentarios recibidos y próximos pasos
Además de contribuir a la revisión de la estrategia, el ejercicio de escucha era también una oportunidad para comunicarse con el público en general. Este planteamiento ha suscitado una acogida ampliamente favorablemente. Los ciudadanos acogieron con satisfacción la oportunidad de expresar libremente y en su propio idioma sus puntos de vista, opiniones y preocupaciones a los responsables de la toma de decisiones del BCE. También se acogió favorablemente y recomendó promover la posibilidad de compartir opiniones sobre temas sociales más amplios, como la cultura, la educación, la familia y el empleo, al margen de los debates tradicionalmente reservados a los expertos.
En este sentido, es evidente que el público espera que esta experiencia sea el comienzo de una conversación y no meramente una consulta puntual. El público ha expresado también su gran interés en que se le mantenga informado de cómo se han incorporado los diversos aspectos del ejercicio de escucha en las consultas sobre la revisión de la estrategia y de sus resultados.
3 Conclusiones
Escuchar al público en general ha proporcionado una amplia gama de ideas sobre temas relevantes para la revisión de la estrategia. Algunos de los temas más debatidos han sido el coste de la vivienda, la precariedad laboral, la desigualdad y el impacto del cambio climático. El ejercicio ha ayudado también al Eurosistema a profundizar su comunicación con el público en general, llegar a nuevos públicos y establecer nuevas relaciones que servirán de base para la escucha y la comunicación en el futuro. Existe una clara expectativa de que el BCE continúe escuchando y comunicándose con el público en general y con la sociedad civil más allá de la revisión de la estrategia y dé respuesta a las peticiones de una explicación más clara de las decisiones de política monetaria, empleando un lenguaje sencillo y ejemplos cercanos y comprensibles.
Anexo
Resúmenes ejecutivos de los informes sobre el portal «El BCE te escucha», el encuentro «El BCE te escucha» y los encuentros con los BCN
Resumen ejecutivo – Portal «El BCE te escucha»
El BCE escuchó los puntos de vista y las opiniones del público presentados a través de un cuestionario en línea entre febrero y octubre de 2020. Los aproximadamente 4 000 encuestados respondieron preguntas sobre cuatro temas relacionados con la revisión de la estrategia de política monetaria: (1) estabilidad de precios, (2) cuestiones económicas, (3) retos mundiales y (4) comunicación del banco central.
- Una abrumadora mayoría declaró que esperaban que el aumento de los precios tuviera un impacto negativo en diferentes aspectos de sus vidas. En particular, la gente asoció el aumento de los precios con la pérdida de poder adquisitivo por el aparente estancamiento de los salarios y las pensiones. La subida de precios se percibía con mayor fuerza en los gastos de las personas, como la compra o el alquiler de la vivienda o la compra de comestibles. Esto está en consonancia con la observación general de que la subida de precios ha aumentado el coste de la vivienda y disminuido la capacidad de ahorro de la gente.
- Entre los encuestados existía una fuerte sensación de que su situación económica personal se había deteriorado en el último decenio. Había también importantes temores respecto a la situación económica general futura, la desigualdad y, especialmente, el desempleo y la precariedad del empleo. Los efectos negativos del cambio climático sobre la economía se mencionaron con frecuencia como una preocupación importante.
- Hubo un amplio espectro de opiniones respecto a si el BCE debería tener en cuenta otras consideraciones a la hora de tomar sus decisiones de política monetaria. Muchos creían que el BCE debía asumir un papel más destacado en la promoción del crecimiento económico y el empleo y en la lucha contra la desigualdad y el cambio climático. Sin embargo, una minoría significativa creía que el BCE debía atenerse a un mandato restringido a la estabilidad de precios y no debía intervenir en otros ámbitos que se consideran competencia de otros responsables políticos.
- Aunque una proporción considerable de los encuestados se consideraban bien informados sobre el BCE, otros muchos se sentían insuficientemente informados sobre su función y sus políticas. Algunos de los motivos a los que se atribuía esta falta de información son la complejidad del lenguaje de un banco central y el uso frecuente de la jerga económica, así como la falta de comunicación con el público en general. Se indicaron como sugerencias de mejora una explicación más clara de la importancia de la estabilidad de precios y de los motivos de las decisiones concretas de política monetaria, empleando un lenguaje sencillo y con ejemplos cercanos y comprensibles. Otros encuestados reclamaron una comunicación más transparente.
El informe completo puede encontrarse aquí.
Resumen ejecutivo – Encuentro «El BCE te escucha»
El 21 de octubre de 2020 tuvo lugar el encuentro «El BCE escucha» con organizaciones de la sociedad civil a nivel europeo. Las organizaciones de la sociedad civil participantes en el encuentro representaban a grupos que promueven el medio ambiente, la sostenibilidad, el bienestar social, las empresas, la religión, la cultura y la transparencia. El evento en línea, de dos horas de duración, se dividió en dos sesiones, una centrada en la política monetaria y la comunicación y la otra en los retos mundiales.
Los 22 representantes de la sociedad civil destacaron una amplia gama de perspectivas y experiencias sobre cómo afectaban las decisiones del BCE a los diversos grupos sociales representados. El debate se centró en los obstáculos estructurales del sistema socioeconómico, la falta de vivienda asequible, las repercusiones de la pandemia sanitaria mundial sobre el empleo y el crecimiento y las amenazas del cambio climático para la economía. Hubo opiniones divergentes sobre una serie de cuestiones: mientras algunos instaban al BCE a ampliar su mandato principal, abandonar la neutralidad de mercado y aplicar el sistema de clasificación de inversiones sostenibles (taxonomía) de la UE, otros advertían contra ello citando posibles efectos colaterales, como el excesivo endeudamiento público, el riesgo para la independencia del banco central y la distorsión de la situación mediante la «impostura ecológica».
En general, los participantes acogieron con satisfacción esta oportunidad de expresar sus opiniones y subrayaron la importancia de que el BCE siga escuchando a los ciudadanos de Europa.
El informe completo puede encontrarse aquí.
Resumen ejecutivo – Encuentros con los bancos centrales nacionales
Los BCN de toda la zona del euro están organizando encuentros para recoger información para la revisión de la estrategia en cada país. En principio, los encuentros los organizan los respectivos gobernadores de los bancos centrales y están dirigidos a las organizaciones locales de la sociedad civil, aunque los formatos pueden variar en función de las preferencias nacionales. Al término de 2020 se habían celebrado ya encuentros en 12 países, y la iniciativa se prolongará hasta el final de marzo de 2021.
El tema más destacado hasta la fecha ha sido la definición y medición de la estabilidad de precios, en particular la composición de la cesta de bienes empleada para medir la inflación, y se han expresado asimismo algunas preocupaciones sobre el impacto de los tipos de interés persistentemente bajos sobre la economía. También se ha planteado el importante aumento del peso de los costes de la vivienda en muchos países, así como la cuestión de la fluctuación de los precios de la energía. Otra cuestión importante que preocupa a las organizaciones de la sociedad civil de todo el Eurosistema es el impacto del cambio climático y el modo de abordarlo por el BCE en su revisión estratégica. Además de las consideraciones de sostenibilidad ambiental, se ha solicitado también al BCE que tenga en cuenta la sostenibilidad económica y social, en la medida de lo posible, en el marco de su mandato. Estas cuestiones se han relacionado a menudo con el impacto de la pandemia y las compras de activos realizadas por el BCE.
Para obtener más información sobre los encuentros nacionales, consulte la descripción general en la página principal de la revisión de la estrategia del BCE.
© Banco Central Europeo, 2021
Dirección postal 60640 Frankfurt am Main, Alemania
Teléfono +49 69 1344 0
Sitio web www.ecb.europa.eu
Todos los derechos reservados. Se permite la reproducción para fines docentes o sin ánimo de lucro, siempre que se cite la fuente.
En el glosario del BCE (disponible solo en inglés) puede consultarse la terminología específica utilizada.
- Para la elaboración de este “Informe resumido de la evaluación intermedia” solo se han tenido en cuenta los informes de los encuentros con los BCN puestos a disposición del BCE hasta el 8 de enero de 2021, concretamente los de Deutsche Bundesbank, Eesti Pank, Banco de España, Latvijas Banka, Central Bank of Malta, Oesterreichische Nationalbank, Banco de Portugal, Banka Slovenije, Národná banka Slovenska y Suomen Pankki. En 2021 están previstos otros encuentros nacionales.
- El artículo 127 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea regula los objetivos y funciones del Eurosistema. El objetivo principal del BCE es «mantener la estabilidad de precios». No obstante, el Tratado establece también que «Sin perjuicio de este objetivo», el Eurosistema «apoyará las políticas económicas generales de la Unión con el fin de contribuir a la realización de los objetivos de la Unión». Esto significa promover el desarrollo sostenible de Europa, con objetivos como un "crecimiento económico equilibrado", "pleno empleo y progreso social" y "un nivel de protección elevado y la mejora de la calidad del medio ambiente", generalmente considerados objetivos secundarios.